Análisis de The Bard's Tale IV (PC, PS4, Xbox One)
El mundo de los juegos de rol de ordenador tiene varios nombres que, por desgracia, se han olvidado tal vez demasiado pronto. Títulos como Ishar, Lands of Lore, Dungeon Master o Ultima hace tiempo que no se usan de ninguna manera, mientras que otros como Might & Magic, Wizardry o Realms of Arkania a veces vuelven a la vida… y no como desearían muchos aficionados.
Entre esos nombres clásicos nos encontramos el de The Bard's Tale, una trilogía de juegos de rol en primera persona que tuvo una gran importancia a mediados de los 80 (e incluso principios de los 90), pero de los que no se supo gran cosa hasta que Brian Fargo, uno de los creadores originales, dejó Interplay y fundó inXile Entertainment, que tuvo como primer juego precisamente una reinterpretación de The Bard's Tale en forma de juego cómico de acción y rol, esta vez en tercera persona, y apareciendo en todo tipo de plataformas, desde PlayStation 2 a Ouya.
En 2015, y siguiendo los éxitos de juegos como Wasteland 2 y Torment: Tides of Numenera, el equipo de inXile decide retomar esta saga y lanzar una campaña de micromecenazgo que salió bien.
Ahora, un año más tarde de su fecha esperada de lanzamiento, ha aparecido la primera de las versiones (también tiene que aparecer en consolas), aunque es justo decir que realmente apareció antes, pero en versión beta.
Y es precisamente esta beta la que nos hacía confiar en que el lanzamiento del juego saldría de manera pulida, pero parece que es realmente complicado lanzar en la actualidad un juego de rol para ordenador y que todos los usuarios que tengan un ordenador que pueda hacerlo funcionar se queden satisfechos. Y es que suponemos que con el paso del tiempo, especialmente tras el lanzamiento de plataformas cerradas como las consolas, el juego funcionará mejor, pero en la actualidad se necesita un ordenador relativamente potente para que pueda funcionar de manera razonable.
Mientras tanto, los que tengáis un equipo decente (se recomienda una Nvidia GTX 970 o más) podéis disfrutar de la historia de este juego, que vuelve a tener lugar en la ciudad de Skara Brae. Tras una introducción que hace un repaso somero de los acontecimientos que han tenido lugar en los juegos anteriores, se nos explica que la hija del rey es la encargada de cantar para mantener a raya a los dioses malvados del lugar, momento en el que tomamos control de Melodía, un personaje que casa perfectamente con el título del juego al ser una barda, pero que tras encontrarnos con el jefe del gremio de los aventureros podemos mantener, o cambiar a otro tipo de personajes.
Las opciones no son muchas, pero sí suficientemente variadas, así que tenemos al mago (digámoslo así, el personaje de apoyo de ataque), al bardo (el de defensa), el guerrero y el ladrón. Además, hay una serie de razas disponibles, que de nuevo no son muchas, pero aportan variedad. Tenemos varios tipos de humanos, elfos, enanos (un poco distintos a los enanos que estamos acostumbrados a ver en fantasía medieval), y una aportación extra por parte del juego que se llaman trow (son una especie de duendes). Cada uno tiene sus habilidades y características.
Una vez que hayamos creado a nuestro personaje principal empieza realmente el juego. Como notas diferenciadoras, o características de este título, hay tres que son bastante claves. La primera es que el juego se desarrolla en primera persona de una manera bastante fluida, pero que si queremos nos deja cambiar a un sistema más arcaico de avance baldosa a baldosa (como se hacía antiguamente en la saga, y en muchos otros juegos del estilo).
La segunda, que el sistema de combate es por turnos, e influye la posición, de manera que podemos elegir que lugar ocupan los diferentes miembros del equipo, y en base a eso pegamos mejor, tenemos mejor cobertura, o podemos ayudar mejor a nuestros compañeros, entre otras opciones. A pesar de ser por turnos, el juego nos permite atacar por la espalda o realizar la primera acción, lo que otorga empezar con cierta ventaja el combate. Otro detalle gracioso es que el bardo tiene que estar contento para poder realizar sus cantos, y para ello tiene que beber alcohol. Cuanto más beba, más puntos de magia, pero tiene que tener cuidado, porque si bebe más de lo que su inteligencia le permite tendremos un problema.
Además de combatir el juego está plagado de puzles, algunos de ellos sencillos, otros no tanto. Llevar un bardo en el equipo te permite que pueda realizar cantos de exploración, lo que viene muy bien para conocer mejor el mundo, y esto tiene una aplicación extra a la hora de resolver puzles. En cualquier caso, si nos quedamos atascados, el juego viene con una guía de cómo resolver los rompecabezas, así que muy mal se nos tiene que dar para que no podamos avanzar. Por desgracia el juego no deja guardar en cualquier momento, lo que es un paso atrás respecto a lo que suele ser la tendencia habitual en los juegos para ordenador, y un problema en muchas situaciones.
A pesar de estar hablando de una empresa con cierto prestigio, como es el caso de inXile, parece que no acaban de cogerle el punto al motor Unreal, porque este juego se queda lejos de la belleza de otros títulos del género. No es que estén mal, ya que en algunos momentos incluso nos encontramos con situaciones de gran belleza, pero en otros encontramos elementos propios de un juego de mucho menor presupuesto.
Donde sí que no hay pega es en el apartado sonoro, con una banda sonora de tonos celtas fantástica cantada por Julie Fowlis, quien participó en Brave de Disney. Además, han tenido el detalle de que como Skara Brae en la realidad es una isla que está situada al norte de Escocia, las voces en el juego tienen acento escocés. Pero no os preocupéis si os preocupa perderos la historia por no entender el inglés con este acento, ya que el juego está relativamente bien localizado a cinco idiomas, entre ellos el español, aunque en algunos casos se les ha escapado algún término en inglés. Nada importante, pero demuestra una ligera falta de profesionalidad o de interés en dejar un producto pulido.
Conclusiones
The Bard's Tale IV es un buen juego de rol, y una buena continuación de una saga clásica y casi olvidada. Seguramente en el futuro el juego experimente algunas mejoras en los fallos que veréis en el listado de puntos negativos, ya que al aparecer en consolas se suelen corregir este tipo de errores, pero en el momento de lanzamiento lo cierto es que no ha salido como debería, a pesar de haber tenido una especie de control de calidad por parte de los jugadores que usaron esta opción en la campaña de micromecenazgo. Estaremos atentos por si siguen con la saga,que sería una buena noticia para los amantes del rol más clásico.
Hemos realizado este análisis con un código proporcionado por haber participado en la campaña de micromecenazgo.