Análisis Super Crush KO, diversión hack'n slash en 2D (PC, Switch)
Tras el habitual parón experimentado durante el mes de diciembre (y que se ha dejado notar bastante), poco a poco comienzan a llegar títulos interesantes, muchos de ellos ligados a la escena independiente. Ese es el caso del juego que nos ocupa, Super Crush KO, una obra diseñada por el estudio detrás del notable shooter Graceful Explosion Machine. Una producción humilde a todos los niveles pero que esconde una jugabilidad bastante absorbente dentro de sus limitaciones, juego que hemos probado en su versión destinada a Switch (a través de la tienda digital eShop), pero que también está disponible en formato PC mediante Steam.
Un título que no se anda por las ramas y que va directo al grano, mostrando una historia bastante simpaticona pero que, desde luego, no va a ser recordada precisamente ni por su originalidad ni por su enrevesado argumento. En un futuro ficticio, unos robots alienígenas dotados de inteligencia artificial invaden nuestro planeta.
Pero lo peor de todo es que su cabecilla, una siniestra chica, entra por la fuerza en la casa de la protagonista, Karen, para robarla su querida mascota: el adorable (y algo pasado de peso) gato Chubbz. Una absurda excusa para estimularnos y ponernos manos a la obra para recuperar a nuestro gatito, narrativa que a medida que avanzamos va adquiriendo forma mediante diversas escenas estáticas en plan cómic.
La gracia está en los combos
A partir de aquí da comienzo una aventura que goza de un desarrollo en 2D y una jugabilidad bastante atractiva. Nuestro cometido es muy sencillo: tenemos que ir liquidando a cuantos robots salen a nuestro paso. Y para ello es necesario usar los puños, algo que desde luego se le da realmente bien a Karen. Aunque las plataformas también poseen su protagonismo, la acción es el ingrediente fundamental que forma parte de este juego, por lo que en cada nivel es necesario afrontar un buen número de combates. La cantidad de ataques y movimientos distintos que es capaz de efectuar la protagonista no está nada mal, acciones que se llevan a cabo de manera muy fluida.
De esta manera Karen puede pegar puñetazos, realizar un doble salto, usar su pistola de plasma para disparar a los rivales que se encuentren más alejados de ella, efectuar maniobras defensivas tipo dash para esquivar los golpes de los adversarios (y ciertas trampas que se encuentran en los fondos)… y diversos ataques especiales que podemos ir materializando a medida que recolectamos ciertos alimentos como palomitas, porciones de pizza, etc. Sumando todos estos movimientos dan como resultado un set de acciones muy completo para la protagonista que, además, ha sido muy bien integrado en el sistema de control.
Con estas posibilidades y el amplio rango de movimientos a nuestra disposición, el título nos anima a ir despachando a nuestros adversarios de las formas más espectaculares que nos sea posible. A poco que practiquemos un poco y tengamos facilidad para dominar el sistema de control podemos llegar a realizar combos de rango S tremendamente llamativos, siendo precisamente esta actividad el aspecto que aporta más vida y chispa a la jugabilidad. En cierta forma y para que os hagáis una idea, estamos ante una especie de hack’n slash que recuerda un tanto a los combates vividos en clásicos del género como Devil May Cry o Bayonetta, si bien es este caso la jugabilidad es en 2D y su disposición es bastante más básica… y desenfadada.
A poco que os gusten este tipo de propuestas en las que predominan las peleas por encima de cualquier otro aspecto, seguramente pasaréis buenos ratos con esta producción… al menos mientras os dure. Sí, porque justamente el mayor problema que presenta este juego más allá de la invariabilidad que posee su desarrollo tiene que ver con su duración, dado que sus 20 niveles pueden ser superados en un par de horas sin mayores problemas, dado que aunque no se trata de un título especialmente fácil, la extensión de los niveles no es muy larga que digamos. Eso sí, por sus características se trata de un título bastante rejugable, sobre todo si queremos alcanzar el rango S en todas las secciones que componen cada una de las fases.
Además de todo esto, en materia gráfica se trata de una producción bastante humilde pero que ha sido bien tratada por sus creadores, especialmente en todo lo relacionado con su protagonista. Las animaciones que se han diseñado para Karen son tan variadas como suaves y llamativas, siendo un auténtico placer verla en acción mientras se deshace de las decenas de robots enemigos que la asedian en cada uno de los niveles. Los ataques especiales (sobre todo el ultra-rayo) aportan más vistosidad al asunto, mientras que los tonos pastel que predominan en los fondos combinan bien con la propuesta estética general que acapara la aventura. Un apartado técnico notable al que se unen unos efectos sonoros muy trabajados y una colección de melodías de estilo retro bien compuestas.
Acción en 2D desenfadada y espectacular
Bajo una apariencia dulzona y simpática a más no poder y una historia de todo menos seria y absorbente, se esconde un juego de marcado aire hack'n slash de jugabilidad 2D que seguramente hará disfrutar bastante a los seguidores de obras como Devil May Cry o las típicas creaciones del estudio Platinum Games. Batallas permanentes, combos increíbles y ataques espectaculares son los elementos primordiales que forman parte de la jugabilidad, un estilo de juego bastante invariable que nos proporciona muy buenos ratos a poco que se nos dé bien eso de encadenar golpes. Eso sí, no busquéis el título más longevo del mundo porque su duración es bastante limitada, sobre todo si no queremos rejugar sus niveles una vez superada toda la aventura.
Hemos realizado este análisis mediante un código de descarga enviado por Plan of Attack.