Análisis de Space Hulk Ascension (PC)

Si amáis pintar miniaturas y el modelismo en su máxima expresión, quizás conozcáis la línea de juegos de mesa y miniaturas de Games Workshop, Warhammer. La empresa inglesa, líder en su sector desde hace décadas -y que ahora afrontará un posible proceso de reestructuración tras ciertos problemas y políticas de precios-, se ha desvivido en los últimos años por diversificar su negocio a través de diferentes plataformas. Ya no hablamos de revista White Dwarf en versión digital o la campaña de libros, novelas y reglamentos distribuidos mediante iTunes y la App Store. Hablamos, lógicamente, de videojuegos.

En la última década, Games Workshop ha buscado la forma ideal de trasladar su rico y amplio universo temático -tanto de fantasía, como de ciencia ficción, con Warhammer 40.000- a las consolas y PC de todo el mundo, probando suerte con distintas franquicias, sagas y géneros.

Algunas de ellas han gozado de algo de éxito, pero la mayoría de ellas pasaron sin demasiada aceptación y causaron el enfado de varios sectores de los más involucrados aficionados al hobby.

Ahora nos llega Space Hulk: Ascension, una actualización y secuela del Space Hulk original lanzado el año pasado, que aunque borra el multijugador de la ecuación, ofrece más contenido en forma de tres largas campañas, depura el sistema de juego y añade un buen número de opciones. ¿Estamos ante de una de las adaptaciones más fieles del famoso juego de tablero y estrategia con miniaturas?

Unidades de élite del 41º milenio

En el despiadado futuro del 41º milenio, únicamente hay guerra. Armados hasta los dientes como una de las unidades de élite del Emperador, los Exterminadores Space Hulk de los Marines Espaciales se abren paso allá dónde sea imperiosa la necesidad de acabar con cualquier tipo de forma de vida extraterrestre. Son la unidad más todoterreno y poderosa de los Marines Espaciales, y la que se encarga de algunas de las misiones y campañas más arriesgadas. Space Hulk: Ascension toma esa premisa, y nos invita a tomar parte de las más peligrosas misiones en terreno hostil, haciéndonos partícipe de una escuadra de estos genéticamente alterados, soldados de élite.

Desgraciadamente, el juego no se involucra mucho en eso de narrar o aportar trasfondo, limitándose a prosaicas descripciones en formato texto antes de cada misión y a algún que otro detalle aislado. Una verdadera lástima, porque con una narrativa y un argumento más sólido, Space Hulk: Ascension, podría haber tenido un aliciente más que hiciera al jugador partícipe de la rica mitología que compone todo el entramado de Warhammer 40.000.

Space Hulk: Ascension es la aproximación más completa y realista al sistema de juego de Warhammer 40.000 en mucho tiempo, con una pléyade de mecánicas, reglas y opciones de personalización muy cercanas a las vistas en su versión de juego de mesa. Si alguna vez habéis tenido contacto o habéis jugado de forma asidua al juego de miniaturas de Games Workshop sabréis de qué manera funciona cada cosa o hasta qué punto podéis moveros por el escenario, porque el grado de fidelidad es casi absoluto.

Quizás esto -sobre todo teniendo en cuenta que Space Hulk: Ascension es un juego táctico muy duro y difícil- suponga un hándicap para los jugadores novatos que decidan aventurarse en el título por primera vez sin experiencia previa alguna, pero nada más lejos de la realidad. Convenientemente, se nos avisará e instará a que pasemos por el tutorial antes de meternos en faena en eso de matar y aniquilar alienígenas, y lo cierto, es que es muy recomendable. El tutorial puede llegar a hacerse algo lento y pesado, pero es necesario para hacernos una idea del juego, sus propias reglas y vicisitudes y de la manera en la que se ha trasladado parte del reglamento de Warhammer 40.000.

Estrategia y táctica sin concesiones

Space Hulk: Ascension mantiene en gran medida la jugabilidad del Space Hulk original, enarbolando de nuevo el combate pausado, por turnos y con divisiones en forma de casillas a la hora del movimiento. Antes de entrar en materia en lo que es el combate y la exploración en Ascension, queremos hacer hincapié en que en el juego podemos elegir entre tres de los más laureados y famosos capítulos de los Marines Espaciales: Ultramarines, Ángeles Sangrientos y Lobos Espaciales. Cada uno tiene sus propias habilidades, pros y contras, tanto a nivel de combate cuerpo a cuerpo como de ataque a distancia con armas, así como otras particularidades.

A nivel jugable estas variantes son grandes, aunque si pecamos de reduccionistas, la verdad es que las dinámicas básicas no difieren una de otra en exceso, con lo que podemos dejarnos llevar si queremos por los arranques de pasión o nostalgia que nos despierten cualquier de los capítulos citados anteriormente. Space Hulk: Ascension es un juego de alta dificultad, con momentos realmente duros. Se ha depurado la visión, la interfaz -el nuevo menú radial funciona muy bien- y la claridad con la que se expone el juego ante el usuario -si bien sigue pecando de ser un título demasiado oscuro en cuanto a ambientación e iluminación-, ajustándose de paso la posibilidades del equipamiento y la distribución por escuadras, algo que era un poco torpe anteriormente. Quizás no sea perfecta -la selección de las unidades es un poco torpe-, pero da la impresión de ser más inteligente que la vista en la edición del juego del año pasado.

La pantalla toma una visión casi cenital y aérea de cada fase y escenario o campo de batalla -casi como si fuéramos los generales que están jugando con las miniaturas en cualquiera de los centros y tableros de Games Workshop-, permitiéndonos sopesar con algo de antelación cada movimiento. Space Hulk: Ascension complica un poco esta premisa, añadiendo la conocida como "niebla de guerra", algo que para nuestra sorpresa, le sienta bien a la fórmula y la mecánica jugable. Al ser un juego por turnos, a la vez que desplegamos nuestras unidades la I.A hará lo propio, en este caso, personificada en incontables oleadas de Genestealer -una de las más terribles de la Mente Colmena- corredor tras corredor, misión tras misión. Esta combinación de oscuridad, pasillos y tiránidos genera una especial ansiedad y sensación de peligro al jugador, haciéndonos que estemos siempre alerta a cada ruido o movimiento extraño.

Nuestros Marines Espaciales se mueven y disparan por el escenario en función de los llamados Puntos de Agilidad -o AP, según la nomenclatura anglosajona del juego-. Cada movimiento tiene un coste, y cada turno, una cantidad limitada de puntos a distribuir. Debemos ser muy precavidos e inteligentes, pues si por algún casual los gastamos todos, esa unidad no será capaz de realizar un ataque o disparar con su bolter, y acabará falleciendo si las cosas se complican un poco. Además, no hay que olvidar que cada Exterminador -y cada capítulo- tiene sus propias habilidades, que también exigirán un gasto, y que por supuesto, podrán suponer un plus a nuestro favor en el planteamiento táctico de cada combate.

Los primeros niveles nos serán relativamente sencillos, si bien tenemos que tener en cuenta que cualquier error puede llegar a pagarse con creces, y aquí no hay checkpoints que nos salven de la debacle como en la anterior edición, y únicamente podemos guardar una vez llegamos a la mitad de la misión. Pero una vez avancemos en cualquiera de las tres campañas -que ofertan un centenar de misiones entre todas-, comenzaremos a vislumbrar la severa curva de dificultad que esconde el juego, y lo complicado que puede resultar asimilar y manejar con soltura los citados Puntos de Agilidad -echamos en falta un botón de deshacer, pues un error involuntario de movimiento puede traernos un quebradero de cabeza tras otro-.

Las misiones y las tres campañas, aunque componen un conjunto bastante similar en muchos puntos, muestran un desarrollo suficientemente variado y entretenido, instándonos a cumplir variados objetivos -erradicar enemigos, encontrar paquetes extraviados, recopilar información de ordenadores…-, consiguiendo de paso que jamás perdamos la atracción hacia el sistema de juego y las recompensas derivadas del éxito en cada una de ellas.

Con cada éxito y cada misión superada recibiremos una ingente cantidad de puntos de experiencia que podemos invertir en nuestros héroes, gastando lo ganado en puntería, agilidad o percepción. Poco a poco, lograremos desbloquear nuevos niveles en el progreso de nuestros soltados, permitiéndonos montar de esta manera armas, martillos o espadas. Y repercutiendo, directamente en la especialización y formación de nuestra escuadra -es decir, tendremos Exterminadores más adecuados para el cuerpo a cuerpo, otros destinados a la cobertura con armas de fuego desde distancia, etc.- Este componente RPG es otra de las principales novedades de Space Hulk: Ascension, y una de las que más alegrías dará a aquellos jugadores que decidan invertir tiempo y ganas en la conjunción de un soldado genéticamente perfecto… Y mortífero.

Gráficamente, Space Hulk: Ascension opta por una aproximación más oscura y sucia -el Space Hulk de 2013 era más colorido-, haciendo gala de unos efectos de iluminación increíbles, realistas y muy climáticos. Habrá momentos en los que nos será imposible no acordarnos de la obra maestra de James Cameron, Aliens (1986), con esos angostos y metálicos pasillos, en los que nos acecharán alienígenas tras cada esquina -algo en lo que también influye el diseño de sonido, bastante destacable-. Space Hulk: Ascension hace gala de un estilo artístico y un diseño de modelados soberbios, muy fieles a los vistos en el juego de mesa, procurando imitar y mostrar hasta los más mínimos detalles en emblemas o armaduras. El juego funciona muy bien en equipos con unos años, y nosotros, con un i7 a 2,3 Ghz, 8 GB de RAM y una Nvidia GeForce GT 650M, hemos podido jugar con todo en alto. Space Hulk: Ascension no está traducido al castellano.

Conclusiones finales

Space Hulk: Ascension funciona a la perfección como ampliación directa del juego lanzado el año pasado, mejorando puntos muy controvertidos como la interfaz, los gráficos o la duración de las campañas -en este, tenemos tres diferentes y una duración global de casi veinte horas-. Ascension es más completo, entretenido y desafiante, consiguiendo una profundidad táctica inusitada hasta la fecha en los juegos basados en Warhammer 40.000. Los cambios introducidos en Space Hulk: Ascension son todos notables y muy inteligentes, haciéndolo merecedor de ser considerado como uno de los videojuegos más fieles al universo y al juego de mesa creado por Games Workshop.