Análisis de Skyshine's BEDLAM (PC)
Cada vez son más los juegos financiados en Kickstarter que van llegando al mercado y convirtiéndose en una realidad. Ahora le ha llegado el turno a Skyshine's Bedlam, un juego roguelike con combates estratégicos por turnos que ha sido desarrollado por Skyshine Games, un pequeño estudio independiente fundado por solo tres personas y con un presupuesto igual de modesto: 166.540 dólares. Entretenido, aunque falto de ese "algo" que eleva a los buenos juegos a otro nivel.
El viaje a Aztec City
La propuesta del juego es bastante sencilla: en un futuro postapocalíptico repleto de mutantes y cíborgs, encarnamos al mecánico principal de un gigantesco vehículo que intenta llegar hasta la mítica y utópica ciudad de Aztec City.
Por lo tanto, seremos los principales responsables de toda la tripulación y nos tocará decidir la ruta que queremos seguir hasta llegar a nuestro destino.
Para movernos por el mapa necesitaremos consumir combustible y comida, cifra que variará según el sitio al que nos queramos dirigir y de los días que necesitemos hasta llegar a ellos. Cada vez que hagamos un movimiento se incrementará un poco la dificultad general de la partida y asistiremos a un evento. Estos pueden ser de todo tipo, como un combate, el encuentro con un mercader o el descubrimiento de valiosos recursos.
Como buen roguelike hay una gran cantidad de eventos diferentes y en casi todos ellos tendremos la opción de escoger respuesta y decidir qué es lo que queremos hacer, ya sea para intentar evitar un enfrentamiento o para aceptar un extraño artefacto de un desconocido. Esto hace que cada partida sea distinta y que nos tengamos que adaptar al curso de los acontecimientos, aunque al final muchos de estos eventos resultan ser copias de otros, solo que bajo una apariencia distinta, por lo que la variedad no es tan grande como en un principio podría parecer.
En cuanto a los combates, estos se resuelven en mapas divididos por casillas en el que moveremos a nuestros personajes por turnos. En cada uno nos permitirán realizar dos únicos movimientos. Estos pueden ser de unidades distintas o consumiendo ambos con una sola, una decisión que quedará a nuestro juicio. Además, también tendremos la opción de usar ciertos artefactos y habilidades especiales a cambio de células de energía, algo que suele romper un poco la partida en cuanto hemos acumulado una buena cantidad de estas últimas, ya que su uso no consume movimientos y nos permiten hacer cosas realmente útiles.
La parte positiva la tenemos en que su planteamiento hace de estos enfrentamientos duelos muy rápidos y ágiles que se resuelven en apenas un par de minutos, mientras que la negativa la tenemos en que son batallas extremadamente simples que no tardan en volverse muy repetitivas. Para empezar, solo tenemos cuatro tipos de unidades distintas más las élites, que no dejan de ser versiones más grandes (ocupan más casillas) y poderosas que las normales, y encima las únicas acciones que pueden realizar son las de moverse y atacar. Sus estadísticas tampoco tienen ningún misterio, ya que solo tienen una cifra que indica el daño que hacen al atacar y otra para señalarnos su vida.
Si nos matan a una unidad la perderemos para siempre y si resulta dañada necesitará unos días de viaje para curarse, por lo que siempre buscaremos la forma más "limpia" y eficiente de resolver los enfrentamientos, especialmente teniendo en cuenta que los enemigos pueden matarnos a alguien fácilmente en un solo turno, sobre todo al principio, cuando no contamos con unidades de élite ni hemos mejorado a las básicas (cada vez que una mata a tres enemigos sube al rango de Veterano y mejora sus estadísticas, mientras que si hace lo propio una unidad con este rango, subirá de nivel y aumentará en uno su daño).
La IA enemiga tampoco ayuda demasiado a hacer de estos enfrentamientos algo más emocionante y entretenido, ya que suele tomar muy malas decisiones, se expone fácilmente y no sabe aprovechar las oportunidades que tiene para destrozarnos cuando cometemos algún error.
Completar una partida de Skyshine's Bedlam nos llevará entre una y dos horas, y como suele ser habitual en el género, solo tendremos una única oportunidad para completar nuestro objetivo, de modo que si nos quedamos sin recursos nos tocará volver a empezar desde el principio. Nuestra recomendación es que juguéis una primera partida en dificultad Normal para habituaros a las mecánicas del juego y para el resto deis el salto a Difícil, que es donde realmente nos ofrecen un desafío más interesante, aunque si os paráis a explorar lo suficiente, difícilmente encontraréis problemas para llegar hasta Aztec City a menos de que tengáis muy mala suerte con los eventos.
Gráficamente estamos ante un título muy discreto, con un apartado artístico bastante feo y un diseño de personajes muy irregular, aunque encaja correctamente dentro de su temática. Cuando estamos en el mapa explorando y viendo eventos, todo lo que veremos serán ilustraciones y textos (en inglés) presentados de forma muy fría y simple. Por otra parte, los enfrentamientos emulan el estilo de los dibujos animados, aunque los modelados podrían estar mejor, y los escenarios están demasiado vacíos y no son especialmente variados. Las animaciones sí que nos han gustado bastante, especialmente las relacionadas con las muertes de las unidades.
El sonido tampoco es ninguna maravilla, con una banda sonora que apenas tiene temas distintos y que se acaba repitiendo hasta la extenuación, mientras que los efectos cumplen su función correctamente, pero sin grandes alardes. Destacar que no cuenta con doblaje de ningún tipo.
Conclusiones
Skyshine's Bedlam es un juego entretenido y que como buen roguelike se presta a múltiples rejugadas y partidas, pero que no consigue destacar por culpa de un sistema de combate demasiado simple y limitado, y unos eventos no especialmente variados, a pesar de su cantidad. Además, su presentación tampoco ayuda demasiado a hacer de la experiencia de juego algo más satisfactorio. Sin embargo, consigue divertir lo suficiente como para que a poco que nos llame su propuesta y sepamos perdonarle sus defectos nos haga pasar unas buenas horas frente al monitor de nuestro PC.