Análisis de ShootMania Storm (PC)

Hace ya algunos años, los juegos de disparos en primera –o tercera– persona ofrecían modos multijugador que se centraban en disparar. Con suerte te elegías un personaje y un arma, y pasabas a acribillar a tus amigos o a completos desconocidos. Poco a poco fueron introduciendo nuevas posibilidades, nuevas opciones de personalización, habilidades, rachas de muertes, etcétera, desequilibrando la balanza entre el jugador que acababa de llegar –por muy hábil que fuese– y el que llevaba ya unos meses dándole al juego.

No entraremos en si es justo o no que el recién llegado tenga las mismas posibilidades que el que ha invertido horas (o días, o semanas, o meses) en el juego, pero ShootMania Storm viene a acabar con eso.

ShootMania Storm es un juego cien por cien multijugador que se controla con dos botones, uno para saltar/correr, y otro para disparar. Así, tendremos que poner a prueba nuestros reflejos y nuestra habilidad para conseguir la primera plaza, ya que no contaremos con ayudas "externas".

Simplicidad y diversión directa

Uno de los primeros aspectos que llama la atención dentro de ShootMania Storm es, como decimos, el control. Compatible únicamente con ratón y teclado, ShootMania Storm nos permite dominar todas las acciones del personaje desde prácticamente la primera partida, por lo que en lugar de enrevesadas combinaciones de botones, serán los escenarios y la jugabilidad las que atraigan toda la atención. Y es que, a pesar de lo que pueda parecer, tiene su truco.

En este título controlamos a personajes que pueden recibir un máximo de tres impactos –tal y como veremos en el escudo que aparece en la parte inferior de la pantalla–, con un arma limitada normalmente a cuatro disparos. Los disparos, al igual que la energía consumida al correr, se recuperan rápidamente pasados unos segundos, mientras que rellenar el contador de impactos supondrá ubicarnos en una plataforma determinada durante un momento, dejándonos expuestos al fuego enemigo.

Adaptándonos a la jugabilidad

Más pronto que tarde descubriremos que la clave en ShootMania Storm es moverse y ajustar nuestros disparos. El arma principal que controlaremos –aunque hay alguna más, y Nadeo ha dicho que planea, en un futuro, añadir creación de armas– es una especie de cañón láser que no impacta de manera inmediata en nuestro objetivo, sino que recorre a relativamente poca velocidad su camino hasta éste. Atrás quedan ahora las rapidísimas balas que apenas tardan unas centésimas de segundo en impactar, sino que, si vemos que nuestro rival avanza hacia la derecha, podríamos disparar unos centímetros adelantados en esa dirección para que cuando nuestro proyectil llegue a su posición, acierte en el objetivo.

Seguro que muchos de vosotros habéis tenido que hacer algo similar en ciertas partidas con lag a juegos de este estilo. Pues bien, ahora forma parte de la jugabilidad, y varios factores entran en juego. Habrá que calcularlo en función de la separación entre nosotros y el rival, de si corre, de si salta... Al principio suena caótico, pero realmente es lo que hace que sintamos que estamos progresando en el juego y que finalmente le estamos cogiendo el truco a su jugabilidad. Es una sensación muy gratificante, y que como ya hemos mencionado anteriormente, nos hace sentir que dependemos más de nuestra habilidad que de que uno de nuestros rivales tenga o no un ataque nuclear preparado.

También los escenarios juegan una parte importante en la jugabilidad. Cuentan con distintas zonas para cubrirnos, nos permiten dar saltos en las paredes, pasar por zonas que nos lanzan por el aire, o incluso zonas con agua que limitan nuestro movimiento, además de las mencionadas áreas de recarga de energía. Buscar o evitar estas zonas será de máxima importancia, y por suerte podremos ver un plano general del escenario antes de cada partida, lo que nos permitirá hacernos un pequeño esquema mental.

El espíritu de TrackMania

ShootMania Storm llega de la mano de Nadeo, la compañía francesa que ya sorprendió hace diez años con TrackMania, un juego de carreras cuya clave pasaba por la simplicidad y, sobre todo, por poder tener pistas y vehículos totalmente personalizables, pudiéndose modificar los originales o crear otros totalmente nuevos. Este título cosechó un destacable éxito, y la comunidad respondió con grandes creaciones, a la vez que Nadeo seguía lanzando nuevas entregas.

Esta confianza total en la comunidad es la que vemos en ShootMania Storm, ya que el juego seguirá las mismas pautas a la hora de volcar toda la "responsabilidad" en su público. Es prácticamente personalizable por completo, y no sólo podremos crear nuevos escenarios con las herramientas que ofrece el editor, sino que además podemos importar nuestras propias texturas e incluso, si tenemos la habilidad para ello, nuestros propios objetos en tres dimensiones para integrarlos en el mapeado.

ShootMania Storm da libertad absoluta al jugador, e incluso puede crear sus propias normas de juego. Realmente, llevará paciencia conseguir resultados interesantes, ya que al principio nos podemos sentir algo abrumados por todas las posibilidades que nos brinda. Si quizá lo nuestro no es la creación, siempre podremos recurrir a las obras de otros jugadores, que potencialmente serán el punto fuerte de la obra de Nadeo y que la dotarán de esa duración casi ilimitada que todos esperamos.

Modos de juego

Tanta libertad y una jugabilidad tan sencilla no serviría de nada si no hubiese modos a lo que jugar. ShootMania Storm tiene varios modos, aunque sinceramente, algunos tienen bastante más tirón que otros. Por una parte está el modo Elite, en el que dos equipos de tres se enfrentan en batallas 3 contra 1. El equipo con los tres jugadores activos tendrá que defender su base, mientras que el atacante, con un sólo jugador que oscila entre los tres componentes. A pesar de lo que pueda parecer, está intencionadamente nivelado, ya que los defensores sólo pueden recibir un impacto, mientras que el atacante pueden recibir tres.

Otro modo muy adictivo es el conocido como Joust. En éste, jugadores se enfrentan uno contra uno en unas circunstancias muy particulares. Y es que comenzamos sin munición, y tendremos que correr como alma que lleva el diablo hasta uno de los puestos donde recargaremos nuestro arma. Como podéis imaginar, la tensión aumenta mucho cuando los disparos están contados, y la precisión se vuelve esencial para el combate.

Hay otros modos más clásicos como el típico todos contra todos, o el de capturar la bandera. También encontramos otros más innovadores, como uno en el que gana el jugador que sobreviva mientras una tormenta va estrechando el campo de acción. También podremos unirnos como espectador, entrar o salir en cualquier momento de una partida, participar en torneos, etcétera. Como veis, las posibilidades son tremendas, y una vez más, parece que el único límite lo pondrá la imaginación de la comunidad de ShootMania Storm. En general, todos los modos están bastante bien equilibrados, así como la propia jugabilidad, aunque a veces la formación de los equipos –que como decimos, se ve alterada por la entrada y salida de jugadores– puede jugar malas pasadas.

Aspectos audiovisuales

ShootMania Storm no pretende convertirse en ninguna experiencia inolvidable a nivel audiovisual. El juego cumple en el apartado gráfico, corriendo en un equipo actual sin muchos problemas, aun recurriendo a las opciones visuales más altas. Si habéis podido jugar a los últimos referentes gráficos, sobra decir que podréis disfrutar de ShootMania Storm a 60 imágenes por segundo fácilmente. Sin grandes alardes, los chicos de Nadeo ponen en pantalla escenarios amplios y muy sólidos, que gozan por defecto de relativa variedad, y ya en otro nivel, de lo que ofrezcan los usuarios.

Más allá de las texturas algo limitadas, los efectos de iluminación y los reflejos en tiempo real se llevan la mención de honor en este apartado, que como decimos se centra más en ofrecer una base sobre la que predominen la libertad y la creación. El menú, que puede resultar algo confuso en un primer momento, es luego realmente cómodo y accesible. Similar a las interfaces por "casillas" que vemos en los dispositivos móviles o el reciente Windows 8, podemos crear accesos directos a nuestras partidas favoritas, así como estar al tanto de todas las novedades relacionadas con el juego. Eso sí, con algunas secciones en una extraña mezcla de español y castellano.

El juego prescinde de indicaciones claras, por lo que si nos vemos algo perdidos en un primer momento sería conveniente acceder, por ejemplo, a los foros oficiales o a la web oficial, algo que nos guiará en nuestros primeros pasos. Son tantas las opciones y tanta su vocación por la diversión inmediata, que esto puede, en el primer momento, acabar siendo incompatible. Una vez nos adaptemos a este sistema de menús, todo resultará bastante más cómodo. Una pequeña nota para el sonido, que pasa totalmente desapercibido y que se limita a acompañar la acción sin muchas sorpresas.

Libertad y diversión unidas de la mano

ShootMania Storm es, paradójicamente, un salto evolutivo a los orígenes multijugador del género. Su principal objetivo es ofrecer un juego de disparos en primera persona en el que predomine la habilidad por encima de todas las mejoras que un jugador pueda disfrutar por haberle echado más horas que nadie a un título en concreto. Un sistema de juego muy sencillo con tan sólo dos botones, multitud de modos de juegos más o menos clásicos y más o menos innovadores, con un objetivo claro: la diversión directa.

Nadeo, siguiendo en la línea de su saga TrackMania, vuelve a ofrecer una libertad absoluta al jugador, tanto a la hora de crear escenarios, como a la de crear sus partidas, y en un futuro, incluso armas. La propuesta nos ha gustado mucho, pero su enfoque usuariocéntrico hace que su futuro dependa en gran parte de la comunidad, y en menor medida, de los ases que el estudio se guarde en la manga. Por el momento los jugadores están respondiendo, por lo que si queréis un shooter diferente, sencillo, adictivo y muy personalizable, éste es una cita ineludible.