Análisis de Shelter 2 (PC)
A finales de 2012, el estudio Might & Magic lanzaba un juego de puzles y plataformas llamado Pid, el cual, a pesar de pasar muy desapercibido, ofrecía una aventura de lo más interesante. El estudio ganó mayor popularidad a finales de 2013, cuando lanzó Shelter, un título que, cuando menos, podemos calificar de original. Este juego era una especie de viaje de supervivencia en el que controlábamos a una madre tejón que debía cuidar de sus crías y protegerlas hasta el final de la aventura.
Ahora, los suecos nos ofrecen Shelter 2, una especie de secuela espiritual y directa a la vez, que nos propone continuar la lucha por la supervivencia de nuestras crías, pero esta vez con una familia de linces, en un mundo abierto, y con muchas más posibilidades. Eso sí, la esencia permanece intacta.
Buscando cobijo
Shelter 2 comienza con una madre lince embarazada, la cual huye de una manada de lobos hambrientos que la persiguen. Con algo de intervención divina, nuestra lince consigue encontrar cobijo, y posteriormente dar a luz a cuatro crías que podemos bautizar a nuestro gusto.
Así, comienza esta aventura de supervivencia en mundo abierto, donde tendremos que cazar, buscar refugio y proteger a nuestros cachorros durante el ciclo vital de esta familia.
El primer objetivo es conseguir que nuestros cachorros crezcan lo suficiente para que puedan salir del refugio y unirse a nosotros en la exploración, asegurarnos de que no pasan hambre ni sed y, sobre todo, que están seguros. Nosotros también tendremos que beber y comer, pero como buena madre, la prioridad será mantener a nuestros cachorros con vida. Sobra decir que, con cuatro cachorros bajo nuestra responsabilidad, no será tarea fácil.
Sobreviviendo: qué sigue igual y qué ha cambiado
Con Shelter 2 queda atrás la aventura lineal original, donde había que llegar del punto A al punto B evitando los múltiples peligros que nos acechaban. Ahora se trata de un juego de mundo abierto, dividido en diferentes zonas separadas, eso sí, por tiempos de carga, donde la progresión es libre, y nosotros decidimos hacia dónde damos el siguiente paso. En todo momento tendremos que estar pendientes de conseguir comida y encontrar agua, ya que nuestros cachorros necesitan energía para seguirnos y crecer fuertes.
La madre lince es la principal cazadora, y cuenta con un sexto sentido que destaca las presas en pantalla, así como las principales zonas de la aventura, que nos sirven de guía para la exploración. La nueva protagonista es, naturalmente, mucho más ágil y capaz que la tejón, y sus nuevas habilidades se miden en una barra de resistencia. Correr y saltar será clave para la caza, ya que los animales son generalmente más rápidos que nosotros. Las ranas, por ejemplo, son fáciles de atrapar, mientras que los conejos corren bastante, y los ciervos necesitan que los ataquemos con un salto para tumbarlos. Éstos son algunos de los ejemplos que encontramos, y os aseguramos que cazar no será tarea fácil.
Una vez que los linces han crecido lo suficiente para seguir a su madre, llega el siguiente desafío: que no se pierdan y que no sufran daños. Éstos nos seguirán por defecto, aunque la lince puede también llamar a sus crías, y cogerlas con la boca y transportarlas. Os adelantamos ya que es bastante probable que alguna cría desfallezca, y tendremos que elegir qué hacer con ella. Podemos abandonarla y centrarnos en las otras, intentar conseguir comida para recuperarla, llevarla con nosotros y exponerla al peligro, intentar dejarla en algún lugar seguro...
Si hay algo que no ha cambiado en Shelter 2 es esa empatía, esa preocupación constante por saber dónde están tus crías que nos tiene girando la cámara constantemente para ver si nos siguen. Para nosotros al menos, dejar a uno de nuestros linces atrás nunca es la primera opción, y hemos tenido momentos de "agobio" recorriendo largas distancias y cazando a contrarreloj para rescatar a alguno de ellos.
El sistema de progresión es algo diferente, y no sólo porque el mapa sea ahora abierto, sino porque tendremos que tener en cuenta las estaciones para llegar a nuevas zonas. Un año en Shelter 2 es una hora de juego real, y en ese tiempo vemos cómo las zonas cambian, no sólo pasando de las hojas otoñales a las flores primaverales, del frío y la nieve al sol y el calor, sino también modificando elementos claves del escenario. Por ejemplo, ciertas zonas serán inaccesibles nadando, pero el frío congelará el agua, creando un "puente" para que crucemos. Claro que, con el agua congelada, será más difícil encontrar sitios para beber, y nuestras potenciales presas estarán mucho más resguardadas.
Un juego más completo, también en su duración
El Shelter original era bastante breve, y se ve que Might & Delight han querido solucionar este aspecto. Shelter 2 no es que sea particularmente largo, y su duración depende en gran parte de cómo lo juguemos, ya que como título de mundo abierto cada uno puede ir a su ritmo. Además, se han introducido diferentes coleccionables que nos animan a explorar, y que seguro que agradecen los que disfrutan exprimiendo un juego.
La característica más interesante es probablemente la posibilidad de seguir jugando con nuestros cachorros, ya crecidos, una vez completamos la historia. Así, tenemos una especie de "Nueva partida +" con cada lince, los cuales mantendrán un pelaje único que transmitirán a su descendencia, creando tantas historias como cachorros consigamos rescatar, con árbol genealógico incluido. Es una manera un tanto artificial de aumentar la duración, pero al menos nos da una razón para volver a jugar.
Su apariencia, parte de la experiencia
Si la apuesta gráfica de Shelter ya sorprendió, la de Shelter 2 la perfecciona, jugando con más libertad con la paleta de colores, y haciéndolo mucho más variado. A nosotros, además, nos parece que los linces tienen mucho más carisma que los tejones, y los detalles del pelaje, por ejemplo, se agradecen mucho. Vemos también animaciones que, al igual que la estética, no buscan ser realistas, pero intentan encontrar ese equilibrio creíble que le sienta genial.
Eso sí, hemos visto algunos problemillas, generalmente relacionados con la detección de escenarios. Esto normalmente no se traduce en nada grave que afecte a la jugabilidad, salvo en casos puntuales en los que los cachorros se nos pueden quedar bajo el agua, y aunque no se mueren (siempre que se vayan por error), puede que nos cueste conseguir sacarlo, porque nosotros perecemos en cuanto nos sumergimos. También vemos algo de popping por la generación de escenarios y unas texturas mejorables a veces, que nos gustaría haber visto más pulidas.
En lo musical, volvemos a escuchar un gran trabajo de Retro Family, a los cuales conocemos ya desde Pid, y que nos ofrecen melodías ideales para crear ambiente, acompañándonos a través de las estaciones con mucho acierto.
De nuevo, una experiencia única
Shelter 2, al igual que su predecesor, es algo único, si bien ya no consigue sorprender de la misma manera. Es un juego difícil de recomendar por lo particular de su propuestas; a unos, las sensaciones que transmite cuidar de tus crías les puede parecer algo digno de jugar, mientras que a otros tener que cazar y evitar que se pierdan los linces les puede parecer el tedio virtual supremo. Si os gustó el primer Shelter y queréis algo más abierto y completo, y con un toque más de acción, Shelter 2 no os decepcionará.