Análisis de Sam & Max: The Devil's Playhouse - Episode 4: Beyond the Alley of the Dolls (PC)

Engancharse a una serie de televisión es lo más fácil del mundo. Basta con ver un par de capítulos desde el principio, que el argumento sea consistente y que los personajes sean lo suficientemente carismáticos como para mantenernos expectantes semana tras semana en frente del televisor. La industria de los videojuegos funciona de forma parecida, aunque por regla general, las secuelas suelen tardar varios años -o como mínimo, uno- en salir al mercado, lo que se traduce en un estado de necesidad para el jugador más adicto del mercado. Sin embargo, Telltale Games comenzó hace unos años a lanzar una serie de videojuegos en formato episódico que funcionó muy bien dentro del mundillo, proponiéndole al jugador una cita mensual para disfrutar de capítulos de una saga determinada.

Lo hizo con Sam & Max y lo ha hecho con la nueva serie de Guybrush Threepwood, Tales of Monkey Island, estrenando nuevo control en este último que adoptó el dúo animal para su última temporada de aventuras. Sin ir más lejos, hoy nos centraremos en el cuarto y penúltimo capítulo de la última serie de Sam & Max, cuyo desenlace está cada vez más cerca y con lo que promete ser un epílogo grande y directo, sin medias tintas, con muchos secretos que descubrir y detalles que nos sorprenderán. Poco o nada ha variado el concepto desde el primer capítulo de esta tercera temporada hasta el que hoy nos ocupa, de hecho, lo único que cambia completamente son algunos escenarios nuevos y la historia, que avanza esta vez a pasos agigantados ante un inminente final que tendrá lugar el mes que viene.

Previously on Sam & Max

Antes de comenzar a destripar el videojuego, debemos aclarar un par de conceptos para el lector, puesto que el formato episódico de Sam & Max no perdona a los jugadores que no hayan completado los capítulos anteriores. Es decir, no es necesario haber jugado a las anteriores temporadas, pero sí a los predecesores de este "Beyond the Alley of the Dolls", nombre que recibe el capítulo en cuestión. Es por eso que los usuarios que no hayan completado los anteriores capítulos deberían jugarlos antes de leer este análisis, puesto que puede contener algunos destripes o spoilers muy poco agradables para la experiencia de juego.

Dicho esto, la obra comienza justo donde terminó su predecesor. El capítulo donde el cerebro de Max fue robado y la vida de nuestro megalómano amigo estuvo en peligro acabó con una de cal y otra de arena. Recuperamos el preciado órgano del personaje, pero fuimos cómplices de un batallón completo al más puro estilo Las Guerras Clon con multitud de Sam rodeando la pantalla, con cara de muy malas pulgas, dejándonos en tensión hasta el día de hoy. Así pues, la obra comenzará a partir de ese momento, buscando la forma de sobrellevar todos y cada uno de los conflictos que nos presentará el estudio y que poco a poco van evolucionando paulatinamente, demostrando que la experiencia de la desarrolladora ha jugado un papel fundamental dentro de los puzles, cada vez más divertidos y rebuscados -que no complicados-.

Volveremos a visitar los mismos escenarios que llevamos recorriendo toda la aventura, con la inclusión de algunos por exigencias del guión que dotará a la obra de una mayor variedad y naturaleza. Con Max de vuelta en el equipo, volveremos a hacer uso de sus poderes mentales para avanzar poco a poco en la aventura y descifrar los enigmas y puzles que han preparado para la ocasión. Esta vez, los puzles no son demasiado difíciles, de hecho, son bastante más fáciles de lo habitual a excepción de un par que pueden tenernos dando tumbos por ahí un buen rato, pero nada que no pueda solucionar un adicto a las aventuras gráficas. Gracias a los poderes de Max nos olvidaremos de los típicos puzles de usar un objeto con otro y similares, sino que irán mucho más allá. Por ejemplo, podremos dar voz y voto a objetos inanimados, ideal para conseguir pistas, leer la mente, teletransportarnos, etcétera. La mezcla entre puzles y aventura es perfecta, sin saturar al jugador con demasiados puzles ni demasiados diálogos.

El control adopta la forma que estrenó Tales of Monkey Island hace unos meses. Nos olvidamos de una vez por todas del famoso point & click para dar paso a un híbrido entre teclado y ratón, siempre que jueguemos en ordenador. Es decir, controlaremos al personaje con el teclado mientras que con el ratón podremos ir barriendo la pantalla en busca de pistas, personajes y demás detalles que llamen nuestra atención. El cambio de control es perfecto para un videojuego de aventuras en tres dimensiones, y después de cuatro capítulos con este control no podemos más que aplaudir la decisión de Telltale Games por el arriesgado cambio, que sin duda descontentó al más clasicista de la industria.

En el plano técnico volvemos a encontrarnos con lo mismo de siempre. El motor gráfico empleado para la ocasión sigue sin parecernos demasiado detallado. No es que una aventura como esta requiera un salto cualitativo equivalente a lo que vemos en las videoconsolas de sobremesa de hoy en día, pero sí que es cierto que después de haber vivido tantas experiencias con el simpático dúo protagonista se nos hace un poco monótono y repetitivo ver siempre las mismas animaciones, los mismos escenarios una y otra vez con ligeros cambios, etcétera.. De hecho, y como ya hemos dicho en más de una ocasión, esperemos que después del último capítulo de Sam & Max comiencen a trabajar en un nuevo motor gráfico a la altura de lo esperado, o, como mínimo, optimizar y potenciar el actual engine para aprovechar la tecnología que el mundo pone a nuestra disposición.

La música, por otra parte, volverá a hacer las delicias de los más clasicistas. Las melodías corren a cargo del mismo autor de siempre, Jared Emerson-Johnson, quien nos deleitará una vez más con sus simpáticas piezas que dotarán a la obra de un carácter único y especial. El doblaje es uno de los elementos más característicos del videojuego, siendo las voces de Sam y Max un auténtico show si conocemos bien la lengua de Shakespeare. Como ya sucedió en capítulos anteriores, la obra está únicamente disponible en formato digital (ya sea para ordenador o videoconsola) y sin la posibilidad de poner subtítulos en castellano, algo que, en principio, debería aparecer una vez lancen la temporada completa en formato físico. Aquellos quienes no entiendan demasiado el inglés deberían esperar a que la compilación aparezca en el mercado, ya que son muchos los diálogos y los detalles que se nos pueden escapar... y precisamente la gracia del juego son los diálogos y la historia.

Uno más y se acabó

The Devil's Playhouse, nombre que recibe la tercera temporada, está a punto de terminar. Son muchas las aventuras que han vivido estos simpáticos y estrafalarios personajes, pero poco a poco su historia va llegando al fin. La obra no es demasiado larga, y sigue la misma estela que sus predecesores: entre tres y cinco horas nos llevará completar el capítulo en función de lo ingeniosos que seamos a la hora de resolver los puzles propuestos. Únicamente falta esperar un mes más para que Telltale Games nos deleite con el final de la mejor temporada de aventuras de Sam & Max. No os la podéis perder.