Análisis de Reigns (PC, Android, iPhone)
Si estuvieses sentado en el trono, ¿serías un rey magnánimo con tu pueblo, o estarías plegado a los poderes de la Iglesia y el ejército? ¿Serás un buen gestor de la economía o despilfarras tus ahorros en la construcción. Reigns es una suerte de novela visual y juego de cartas que nos propone exactamente eso, tomar decisiones morales con nuestro reino para su bienestar. O al menos esa es la intención, ya que realmente quien se juega la cabeza somos nosotros. Comete demasiados errores y serás asesinado, desterrado o quién sabe qué, poniendo fin al breve mandato.
Reigns está disponible para smartphone y PC. Su medio natural son los móviles, pues la interfaz está pensada para seleccionar las respuestas deslizando el dedo sobre la carta mostrada y gráficamente no da más de sí que lo que se ve en las imágenes, pero en cualquiera de las plataformas tenemos una aventura bastante entretenida. ¿Original? No demasiado, y carece de la carga emocional de Papers, Please. Sin embargo, la mecánica funciona y el tono humorístico le sienta bien –no es nada realista y abundan los momentos absurdos-, sin perder pinceladas de estrategia por equilibrar las fuerzas y necesidades de nuestros dominios.
La jugabilidad es muy sencilla: recibimos un mazo de cartas que desarrollan una historia. Constantemente somos bombardeados con problemas, dudas y decisiones típicas de un reino.
Cada caso tiene dos posibles respuestas antagónicas que nos obligan a tomar parte de una elección, a veces fácil y la mayoría de veces no tanto.
Existen múltiples ejemplos de estas preguntas: enviar al ejército a un conflicto, compartir una buena cosecha con el pueblo, pedir un préstamo, construir una iglesia, decidir a quién ajusticiar en una infidelidad, hacer caso a un hechicero o luchar contra algún tipo de peste. "Seré bueno con el pueblo", pensarás, pero no es tan sencillo. Dispones de cuatro indicadores en la parte superior, que indican la moral o estado de esos poderes capaces de echar por tierra tu reinado: la iglesia, ocupada en sus asuntos y recelosa de la brujería; la población, que espera gestos de compasión y rechaza subidas de impuestos; el ejército, que enviamos a defender territorios y a solventar problemas domésticos; y finalmente las arcas reales, que se gastan por cada construcción o actividad.
Las respuestas conllevan un efecto negativo o positivo en alguno de estos indicadores, y por lo habitual, afectan a dos, tres y hasta cuatro facciones. Aquí está la parte divertida: a veces conviene tomar una decisión que no nos gusta para evitar la bancarrota o una sublevación. ¿Construyes más iglesias? Eso va a contentar al Papa, pero no sale gratis. ¿Envías a tu ejército a luchar o a defender las murallas? Dependiendo de eso, tu prestigio se verá afectado.
Habitualmente sólo conoces los grupos que se verán afectados por la respuesta, lo que es de bastante ayuda porque puedes intuir cómo reaccionarán y valorar así si merece la pena sacrificar dinero por alabanzas del populacho o no. A veces aparece un tipo de eventos que afecta de alguna forma nuestro mandato, caso de una carta que nos permitía ver la cifra exacta que se sumaba y restaba con las decisiones. En otra ocasión, conseguíamos dinero y auxilio en caso de quiebra, o sufríamos algún tipo de alucinación que distorsionaba el sonido.
Como vemos, además de contar la vida en un castillo a base de bromas y aventuras, hay un mínimo de profundidad para sobrevivir el máximo de tiempo posible. ¡Ojo! No sólo mueres si una de las cuatro fuerzas queda debilitada, también se puede morir de "éxito": da mucho poder al pueblo, la Iglesia, el ejército y serás derrocado por la plebe, el Papa o las armas. Y con mucho dinero, mueres de un infarto.
Nos habría gustado más parte rolera o complejidad, pero es cierto que han buscado deliberadamente un sistema sencillo para jugar con un dedo –o con un click de ratón-. En cualquier caso el poder desgasta y tu rey acabará su reinado de una forma u otra, y será el momento de ceder el testigo a otro gobernante, al menos los siglos que dura la maldición del Diablo –quien nos visitará en varias ocasiones-.
¿Cuál es el incentivo por continuar el linaje? Siempre te puedes proponer superar la edad de tu mandato anterior, y hay disponible una serie de condiciones a superar: introducir a un nuevo y sospechoso personaje en tu reino, tener un hijo o mantenerse una cantidad de tiempo en el trono. Hacerlo añadirá más cartas al mazo –hay unas 700 diferentes-, con nuevas ramificaciones de la aventura. Durante un tiempo nos picará la curiosidad por ver todas las situaciones posibles, que son muchas, pero de vez en cuando saltará alguna que ya conocemos, como la escapada de una mazmorra, el duelo contra un soldado –mediante respuestas- o juegos de apuestas donde el capital está en riesgo.
Utiliza gráficos minimalistas que cumplen con su cometido –especialmente para la pantalla de un móvil-. A los pocos minutos dejaremos de fijarnos en estos retratos esquemáticos de curas, caballeros, animales y demás gente, lo cual es una oportunidad perdida para mostrar ilustraciones más llamativas. La música es buena y utiliza un murmullo e idioma inventado para los personajes, simulando su tono de voz. Está traducido a español, así que no hay excusa para disfrutarlo.
Conclusiones
Aunque habrá quien eche en falta más seriedad en Reigns, porque decisiones que en un contexto más duro causarían impacto –cerrar escuelas porque las arcas están tiritando-, al final tenemos un título bastante fresco y entretenido. No se trata simplemente de elegir una respuesta u otra, hay un objetivo general y algunas decisiones trascienden generaciones.
Si estás interesado en una especie de novela visual, tenemos que decir que Reigns nos ha gustado mucho más que otras de más renombre como Hatoful Boyfriend. Será por la sorpresa que ha supuesto, porque las decisiones muestran su efecto inmediato, o que su calidad es superior, la conclusión es que Reigns es un juego perfecto para partidas rápidas –especialmente en móvil-, con un precio más que asequible, 2,99 euros en Steam.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga de la versión PC que nos ha proporcionado Devolver Digital.