Análisis Post Trauma: un ‘survival horror’ que captura la esencia de los clásicos de PS2 (PC, Xbox Series X, PS5)

Los fans del terror no podemos quejarnos. Llevamos una racha increíble, tanto de proyectos independientes como de grandes producciones, y tenemos prácticamente todas las variantes del género a nuestra disposición: primera persona, tercera persona, nuevos juegos, remasterizaciones, remakes... hasta nuevos «clásicos» de la época de los 128 bits. Concretamente, esto último es lo que vamos a analizar hoy.
Terror familiar
Post Trauma es un juego de terror en tercera persona con cámaras semifijas (así como secuencias en primera), que bebe muchísimo de Silent Hill, y sobre todo, de su cuarta entrega. Si habéis jugado a la saga de Konami, o incluso a los Resident Evil clásicos, sabéis perfectamente qué esperar: sobrevivir a enemigos, explorar, resolver puzles, contar balas... La fórmula se mantiene tal y cómo la recordábamos.

En este título controlamos, principalmente, a Roman, un conductor de trenes que se ve atrapado en la «Penumbra», una extraña dimensión que, si bien es similar a la realidad que conocemos, está plagada por un extraño tejido que envuelve todo y unas no menos extrañas criaturas.
La historia es bastante críptica, y tendremos que ir desvelándola poco a poco a través de contadas interacciones con otros personajes y unas cintas que encontraremos repartidas por el escenario. A nosotros nos ha parecido interesante, pero no nos ha entusiasmado. Eso sí, cumple su cometido perfectamente.
A nivel jugable, como decimos, es clasiquísimo. Nos veremos atrapados en diferentes escenarios (estación de trenes, hospital, colegio...) y tendremos que resolver una serie de puzles que, a su vez, nos darán acceso a nuevas zonas u objetos necesarios para avanzar. Quizás, lo que más nos ha gustado es su enfoque en los puzles. Hay combate, tanto cuerpo a cuerpo como con armas de fuego, pero hay muchos más puzles. Además, nos parecen muy inteligentes. No son particularmente difíciles, pero sí que requieren prestar atención, coger papel y lápiz, y tomar notas. En una época en la que los puzles se limitan muchas veces a buscar objetos, que los desarrolladores te traten con respeto y te hagan pensar es algo que hemos agradecido mucho.

Obviamente, esto supone muchos paseos y muchas vueltas por el escenario, algo que se ve acentuado por la «falta» de mapa (hay siempre uno en alguna zona del nivel, pero no podemos llevarlo encima), y más posibles paseos si añadimos la gestión de inventario, aunque por suerte los objetos claves tienen su sección aparte y podemos llevarlos todos encima.
Por último, queremos hablar del combate. Ya explicamos que no es excesivo, pero sí que tiene presencia. Es muy parecido a los de los Silent Hill originales, con una mayor enfoque en la sincronización de nuestros movimientos para esquivar los de los enemigos. Básicamente tenemos que saber cuándo golpear y cuando esquivar, manteniendo siempre un ojo en nuestra barra de resistencia. Por supuesto, tenemos las armas de fuego que nos permiten atacar a distancia, y nuestra mayor preocupación con ellas será tener suficiente munición.

Ambientación con luces y sombras
Post Trauma es un juego que se ve muy bien, y más teniendo en cuenta que está hecho por un pequeño estudio independiente. Vamos a encontrar escenarios repletos de detalle, que se benefician enormemente de la iluminación en tiempo real y el contraste entre luces y sombras. Además, dentro de lo típico de los escenarios, vemos cierta variedad, sobre todo en las partes menos «terrenales». De igual modo, nos ha gustado mucho el diseño de las criaturas; algunas más grotescas, otras más «trauma de haber ido a un colegio de monjas», pero bastante interesantes todas.

Lo que sí que tenemos que criticar es el rendimiento. En el ordenador que podéis ver en más abajo, nos ha resultado prácticamente imposible jugar a 30 imágenes por segundo de manera estable a 1440p sin bajar la resolución interna, incluso jugando con todo al mínimo. Esto se soluciona utilizando las opciones de reconstrucción de imagen (que, creemos, es la del Unreal Engine 5 por defecto, no DLSS), y que añade bastante ruido a la imagen. En el ordenador, todavía, es aceptable, pero en la Steam Deck puede emborronarse demasiado. Si a esto le añadimos los problemas clásicos del Unreal Engine con la carga de texturas, nos queda un conjunto con una base muy sólida afeada por problemas que, aun siendo comprensibles, tienen margen de mejora. Es una pequeña nota negativa en un apartado muy trabajado, tanto desde el apartado artístico como desde el técnico, pero que no estropea el conjunto.

En lo sonoro tenemos un muy buen trabajo, tanto en los efectos como en la banda sonora. El sabor a Silent Hill también se mantiene aquí, y si bien las melodías recuerdan a las composiciones de Yamaoka, tienen su personalidad propia. Hay efectos de sonido que son casi calcados, pero en general nunca te da la sensación de ser una copia, sino de una obra original que no quiere esconder sus referencias. En cualquier caso, el resultado es muy efectivo, y sabe generar tensión siempre que es necesario a lo largo de las algo más siete horas que nos ha durado.
Si echas de menos el terror de los 128 bits, este es tu juego
Post Trauma nos ha gustado mucho. Es un título que tiene carencias propias de las limitaciones de un pequeño estudio independiente, así como de una época específica del género en el que se basa. Es como si de pronto se descubriese un survival horror de PlayStation 2 olvidado y se actualiza con gráficos modernos. Si os llama la idea de un nuevo juego de terror como los de antes, incluyendo sus limitaciones, creemos que Post Trauma se merece una oportunidad.
Hemos realizado este análisis en Steam Deck y PC (Ryzen 7 3700X, GeForce RTX 2070 Super, 32 GB RAM) gracias a un código de descarga proporcionado por Raw Fury.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
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