Análisis Pipistrello and the Cursed Yoyo, una fantástica aventura como las de GBA (PC, Switch, PS5, PS4, Xbox Series X)

Aunque ya hemos visto de todo en el mundo de los juegos de aventuras en 2D, de vez en cuando aparece una propuesta que, sin reinventar el género, logra destacar gracias a una mezcla de estilo propio, mecánicas bien pensadas y una dirección artística que entra por los ojos. Pipistrello and the Cursed Yoyo no es un título revolucionario, pero sí uno que sabe divertir y con personalidad suficiente para quedarse en nuestro recuerdo. Os contamos por qué.
Un yoyó para gobernarlos a todos
Pipistrello and the Cursed Yoyo es un juego de aventuras en 2D con vista cenital en el que los jugadores asumen el papel de Pippit, un joven aspirante a maestro del yoyó que se ve envuelto en una complicada trama familiar.
Tras un ataque en la mansión su tía, Madame Pipistrello, su alma queda atrapada en el yoyó de Pippit, lo que desencadena una aventura para restaurarla y enfrentarse a cuatro jefes criminales que amenazan la ciudad. La narrativa, aunque muy cómica en casi todo momento, aborda temas como el poder corporativo y la desigualdad social, ofreciendo una crítica no demasiado sutil al capitalismo moderno.
Lo que primero llama la atención de Pipistrello and the Cursed Yoyo es, evidentemente, su arma protagonista. El yoyó maldito que da nombre al juego no es sólo algo anecdótico, sino que es la mecánica central de toda la experiencia. Desde atacar enemigos hasta resolver acertijos y movernos por el los escenarios, el yoyó se convierte en una herramienta fundamental. A medida que se avanza en el juego, se desbloquean nuevas habilidades inspiradas en trucos reales de yoyó que amplían las posibilidades de exploración y combate.
Aventura clásica con mecánicas memorables
Detrás de esta sencillez nos encontramos con un sistema de control muy interesante, algo impreciso al principio, pero tremendamente satisfactorio una vez que se domina. Ya sea para el combate o la resolución de puzles, tendremos que aprender a usar las múltiples técnicas con cabeza, aprender a leer el escenario y hacia dónde podemos lanzar el yoyó para que rebote... Cuanto más avanzábamos, más nos sorprendía la profundidad de su sistema de control y el diseño de niveles.
El juego presenta cuatro distritos urbanos interconectados, cada uno con su propio estilo visual y desafíos únicos, así como zonas subterráneas o aéreas interconectadas. La exploración es clave, y muchos secretos y mejoras están ocultos en áreas que requieren el uso creativo del yoyó para acceder. El diseño de niveles recuerda a clásicos como The Legend of Zelda: Link's Awakening, pero con un enfoque más centrado en el plataformeo y el uso del yoyó para superar obstáculos.
Además de las habilidades del yoyó, podemos desbloquear más de 40 insignias que modifican y mejoran las capacidades de Pippit, permitiendo una personalización del estilo de juego. También hay más de 20 mejoras pasivas disponibles a través de un «préstamos» que nos obliga a sacrificar algo (salud, fuerza...) hasta que paguemos nuestra deuda, lo que añade una capa estratégica a la progresión del personaje, que nos ha parecido muy curioso y acertado. Todo esto, unido a una dificultad muy bien ajustada, tanto en el combate como en la exploración, hace que el juego sea divertido de principio a fin, a lo largo de las 12 horas que nos ha durado; una duración más que aceptable y más si haberlo conseguido todo.
Un mundo bonito y carismático
Visualmente, Pipistrello and the Cursed Yoyo adopta un estilo pixel art colorido y expresivo que recuerda inevitablemente a juegos de Game Boy Advance; de hecho, incluso nos permite jugar con filtros y marcos que simulan una portátil clásica. Todo lo que os digamos de los gráficos nos va a parecer poco. Creemos que es un juego que sabe mantener esa esencia clásica con muchísimo acierto, modernizándola lo justo sin perder autenticidad.
La música, compuesta por Leonardo Lima, complementa perfectamente la atmósfera del juego, y es una banda sonora variada que enriquece la experiencia. Además, tenemos la siempre agradecida traducción a nuestro idioma, muy buena, y que nos ayuda a seguir la aventura sin perdernos su sentido del humor.
Una sorpresa muy recomendable
En resumen, Pipistrello and the Cursed Yoyo es una de esas pequeñas sorpresas que llegan sin hacer mucho ruido, pero que se quedan contigo gracias a una jugabilidad muy pulida, un diseño inteligente y un fantástico estilo visual. Tiene algunos momentos de frustración —principalmente mientras nos hacemos a los controles, y cuando no está muy claro cuál es el siguiente objetivo— y hay un par de niveles algo menos inspirados que el resto, pero son pegas menores frente a todo lo que ofrece.
Si os gustan los juegos de aventura clásicos con un toque moderno, si disfrutáis explorando, combatiendo y resolviendo puzles, o simplemente queréis algo diferente con alma, Pipistrello and the Cursed Yoyo merece un hueco en vuestra biblioteca. Además, tiene demo, así que si no estáis seguros del todo siempre podéis probarlo antes de comprarlo.
Hemos realizado este análisis en Steam Deck con un código de descarga proporcionado por Press Engine.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
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