Análisis de Pac-Man Museum (PC)
¿Queda alguien que no haya jugado a Pac-Man? Por si la respuesta es afirmativa, Namco Bandai lanza en PC, PlayStation Network y Xbox Live un recopilatorio dedicado a la mascota de los videojuegos que más pastillas se ha tomado a lo largo de toda su carrera. Dos plataformas más estuvieron anunciadas inicialmente en ese pack, Wii U y Nintendo 3DS, pero fueron canceladas "como resultado de un desarrollo con retraso" que imposibilitaba su salida simultánea con el resto.
Diez son los juegos elegidos para Pac-Man Museum. Como suele decirse, no están todos los que son, pero sí lo son todos los que están, cubriendo títulos desde 1980 –el original- hasta Pac-Man Battle Royale de 2011, pasando por Super Pac-Man, Pac & Pal, Pac-Land, Pac-Mania, Pac-Attack, Pac-Man Arrangement y Pac-Man Championship Edition, a los que hay que sumar Ms.
Pac-Man en forma de descarga gratuita hasta el 31 de marzo –y lo recomendamos encarecidamente, es una genial revisión del primer Pac-Man-.
Por la selección de Namco Bandai podemos ver que la mayoría pertenecen al género por el que Pac-Man es conocido, con variantes en cuanto a modos o diseño del típico laberinto que debemos recorrer esquivando fantasmas mientras sumamos puntos para pasar a una siguiente pantalla. Cada jugador tendrá sus favoritos, ya sea por nostalgia o por tipo de reglas; a nosotros nos gustan aquellos más simples y próximos al primero, pero hay para todos los gustos, como el controvertido y para muchos jugadores innecesariamente complejo Super Pac-Man que nos hacía recoger unas llaves para entrar en recuadros con frutas o el poco conocido Pac & Pal, que tampoco nos ha robado el corazón.
También tenemos aquellos que buscaron una mayor espectacularidad, como Pac-Mania de 1987, que utilizó una tercera dimensión con la vista isométrica, haciendo el ritmo más lento de lo habitual, sin tanta parte estratégica –la visión no permite ver todo el escenario- y añadiendo la función de salto. Todo un logro técnico en su momento del que no podemos negar que aún tiene su gracia, pese a los cambios de jugabilidad que lo hacen diferente. En cambio Pac-Man Arrangement, de gráficos poligonales, es más respetuoso con Pac-Man y añade paneles de aceleración e incluso jefes. Engancha, aunque nos sobra un poco el mareante movimiento de las píldoras en el laberinto.
A modo de anécdota, y porque también forman parte del legado del comecocos, encontramos lanzamientos que cambiaron de género con mayor o menor fortuna. Está el muy olvidable juego de plataformas Pac-Land o el entretenido Pac-Attack, que en pleno furor de los puzles tipo Tetris, Columns y Dr. Mario creó piezas con fantasmas que Pac-Man devora al caer sobre ellas. Tenemos el más reciente de este recopilatorio, Pac-Man Battle Royale, que lleva la jugabilidad clásica con una estética similar a Pac-Man Championship Edition al modo multijugador. Precisamente los dos títulos más recientes –Battle Royale y CE- son de lo más sobresaliente del recopilatorio, gracias a que entienden qué es lo que funcionó en el fenómeno original y lo actualizan en gráficos; una lástima, aunque comprensible, que la versión elegida de Championship Edition sea la de 2007 y no la última, DX+.
No vamos a detenernos en analizar cada juego de la colección, pues muchos son archiconocidos y ya han sido tratados de manera independiente o en otras colecciones. Sí hablaremos un poco de Battle Royale por ser su primera aparición en sistemas domésticos –si exceptuamos iOS- tras su paso por los salones recreativos en 2011. Aunque a simple vista es lo de siempre –un laberinto con los fantasmas-, un rápido vistazo deja ver que hay partidas para cuatro pac-man, cada uno controlado por un jugador. El objetivo a lo largo de diferentes rondas no sólo es mantenerse vivo de los espectros, sino deshacerse del resto de compañeros obligándoles a cometer errores o directamente devorándolos. ¿Cómo? Con las píldoras de poder, que nos harán crecer en tamaño para engullir fantasmas y otros Pac-Man. En compañía es tan entretenido como suena, mientras que en solitario contra la inteligencia artificial la diversión dura poco, no hay sensación de recompensa por las victorias.
Para completar el recopilatorio se ha añadido una buena cantidad de coleccionables, tanto de objetos para decorar el hogar Pac-Man como con un sistema ampliado de trofeos/logros internos, con objetivos para cada título incluido que plantean retos extras, por ejemplo eliminar un número de fantasma determinado. Hay tablones de puntuación, una detallada estadística de nuestros resultados para comparar nuestra evolución y los tiempos de carga para la mayoría de juegos –los más antiguos- es inexistente.
Ahora bien, Pac-Man Museum descuida extras que son habituales en otras colecciones, véase en las de Capcom, y es que no ofrece ningún tipo de contexto, ficha histórica, galería de ilustraciones o curiosidad sobre los juegos escogidos. Qué menos que unos párrafos –nos valían extraídos de Wikipedia-, comentarios de sus creadores, influencia que tuvieron en la saga o su éxito comercial. Teniendo en cuenta que el juego nos llega traducido, muy de agradecer para las breves instrucciones de cada juego y en especial para aquellos que se alejan de la fórmula original, habría sido valioso para los coleccionistas de Pac-Man, que a fin de cuentas son quienes con mayor probabilidad van a adquirir este lanzamiento. No da la impresión de ser el recopilatorio definitivo.
Otro aspecto en el que cojea Pac-Man Museum está en la emulación de los juegos, sin ningún tipo de opción visual. Obviamente los más antiguos no van a mejorar mucho por más filtros que se añadan, y además no necesitan ninguno tipo "acuarela", sus gráficos pixelados tienen encanto. Pero sí nos habrían gustado los ajustes típicos de tramado para simular una pantalla CRT, ligera distorsión con curvatura estilo cabina arcade o un simple zoom a pantalla completa. Tal y como nos llega, gran parte de los juegos tienen un genérico fondo de color con una ilustración de Pac-Man alrededor del recuadro de juego, que en casos como Pac-Attack es minúsculo –lo notarán usuarios de televisiones pequeñas-. Detalles como estos son los que marcan la diferencia entre un recopilatorio bien realizado, con aspiraciones a museo virtual como se da a entender el propio título, o simplemente diez títulos unidos mediante un menú.
Conclusiones
Tras un repaso a todos los juegos vemos que, por las muchas similitudes entre la decena de Pac-Man, varios quedan solapados por los de más calidad. El jugador acabará descartando rápidamente los que considera más flojos. En nuestro caso las preferencias están claras: Pac-Man, Ms. Pac-Man, Pac-Man Arrangement y Pac-Man Championship Edition. En un segundo escalón, divertidos pero no tan brillantes, estarían Pac-Mania, Pac-Attack y Pac-Man Battle Royale, y ya como simples rarezas que no han envejecido bien, Super Pac-Man, Pac & Pal y Pac-Land. El legado de la mascota de Namco ha sido muy amplio y, para una mayor variedad, echamos en falta representante de las aventuras 3D –World- o de conducción -World Rally-.
Pac-Man Museum se lanza con un precio de 19.99 euros, un precio un poco elevado para este tipo de recopilaciones pero aceptable si careces de todos estos juegos en otros formatos. Por el contrario, para los poseedores de Championship Edition no sale rentable, y recomendaríamos la compra de Pac-Man Championship Edition DX+ -PC, PlayStation 3, Xbox 360-, disponible con un precio mucho menor.