Análisis de Nine Sols: La belleza de Hollow Knight y los parrys de Sekiro en un metroidvania que no puedes perderte (PC)
En un mercado donde la originalidad es difícil de encontrar, Nine Sols de Red Candle Games, conocidos por su anterior trabajo en Devotion, ofrece una experiencia que, aunque no completamente novedosa, se distingue por su enfoque en temas filosóficos y su cuidada presentación visual. Lanzado el 28 de mayo, este título combina elementos de acción, aventura y reflexión en un universo que mezcla lo cibernético con lo espiritual, proporcionando una experiencia que, si bien no es perfecta, logra de alguna manera destacar por su ejecución y los riesgos que toma en su diseño y narrativa.
Un precioso pero intrincado viaje espiritual
El mundo de Nine Sols es un ejemplo claro de la visión creativa que Red Candle Games ha traído a la mesa. Ambientado en un universo Taopunk, el juego mezcla la tecnología futurista con elementos del taoísmo, creando un entorno que es tanto familiar como exótico. Los paisajes, cuidadosamente dibujados a mano, no solo son visualmente atractivos, sino que también juegan un papel crucial en la creación de una atmósfera que invita a la introspección.
En este sentido, la dirección artística de Nine Sols presume de un enfoque detallado y atmosférico que recuerda indudablemente a Hollow Knight. Al igual que en ese título, cada rincón de Nine Sols está impregnado de detalles que evocan una mitología rica y compleja. Ambos juegos logran conjurar mundos que son a la vez melancólicos y llenos de vida, donde la estética no solo embellece la experiencia, sino que la define.
Sin embargo, esta dedicación al detalle también puede ser un arma de doble filo. La vastedad y complejidad del mundo de Nine Sols pueden resultar abrumadoras para algunas personas. La falta de señales claras para guiar la exploración puede llevar a momentos de frustración, donde la belleza del entorno se ve empañada por la sensación de estar perdido o desorientado. Aunque la estética es un punto fuerte del juego, su implementación podría haber beneficiado de un enfoque más accesible sin sacrificar la inmersión. Eso sí, los amantes de los más puros metroidvania pueden ver esto como un punto a favor; al fin y al cabo, es casi lo que se busca en este género.
Un ballet de precisión estilo Sekiro
El corazón de Nine Sols reside en su sistema de combate, que toma prestado de títulos como Sekiro: Shadows Die Twice pero lo adapta a su propio universo. La mecánica de parrys, que requiere reflejos precisos para desviar ataques y abrir oportunidades para contraatacar, es tanto desafiante como gratificante. Este enfoque convierte cada encuentro en una prueba de habilidad, donde la paciencia y la táctica acaban siendo lo más importante; cogerle el ritmo al parry es vital para el juego, ya que no sólo se basa en pulsar el botón en el momento justo sino que añade una capa extra que convierte a esta mecánica prácticamente en su mecánica principal.
A los mandos, el juego resulta sumamente gratificante, con un sistema de combate que responde con precisión y se siente robusto. Cada enemigo está diseñado para sacar lo mejor de estas mecánicas, obligando al jugador a pensar y reaccionar en tiempo real, convirtiendo cada batalla en una experiencia casi única. Los jefes, en particular, están concebidos con un claro entendimiento de estas dinámicas; cada uno presenta desafíos específicos que explotan las posibilidades del combate.
Misterio, redención y espiritualidad
La narrativa de Nine Sols es otro de sus pilares fundamentales, y en ella se exploran temas de redención, descubrimiento y la lucha interna del protagonista contra sus propios demonios. La historia se desarrolla en torno a la misión de desentrañar los secretos de una antigua raza alienígena, un viaje que está lleno de giros más o menos inesperado. Eso sí, aunque envolvente, la estructura de la narrativa a veces puede sentirse demasiado fragmentada e inconexa, precisamente por la propia dificultad de exploración que ofrece su mundo.
De alguna manera, y esto es una de sus grandes virtudes, Nine Sols logra equilibrar su tono reflexivo con secuencias de acción intensas. No siempre se da de manera fluida, eso sí: hay momentos de la historia donde la progresión puede sentirse estancada, y la falta de claridad en algunos objetivos puede desviar la atención de la trama principal. A pesar de esto, la narrativa es lo suficientemente intrigante como para mantener el interés del jugador, especialmente aquellos que disfrutan de historias con un trasfondo filosófico y moral que van pueden ir descubriendo por sí mismos a través del puro juego.
Conclusiones
Nine Sols es una obra que, no exenta de fallos, merece ser reconocida por su audacia y originalidad a la hora de plantear un metroidvania tan concreto, ingenioso y gratificante a los mandos. Con el parry como mecánica principal, Red Candle Games ha creado un mundo que es tanto hermoso como desafiante, donde cada combate y cada descubrimiento contribuyen a una experiencia que es tanto un reto como una reflexión. Puede que tenga ciertos problemas de claridad o que en ciertos momentos haya cierta fragmentación en el ritmo narrativo, pero está claro que aquí hay un metroidvania profundo que va a encantar a los amantes del género.