Ciencia ficción moderna
El cine ruso ha despertado de su letargo soviético, y junto a las películas más intelectuales nos ha dado sus primeros film dedicados sólo al entretenimiento. Entre ellos, la franquicia más destacada con diferencia es Night Watch, que resulta la primera adaptación de la trilogía de ciencia ficción del escritor ruso Sergey Lukyanenko. Estos tres libros recogen el enfrentamiento entre la luz y las tinieblas en el moderno Moscú, representando a la primera los Night Watch y a la segunda los Day Watch. Todos ellos son los "Otros", gentes conectadas a una dimensión paralela de la que reciben sus poderes, aunque los usen de muy distinto modo.
No obstante, esta vez el juego te ubica en una historia diferente en el mismo contexto. Esto es, seguimos al francotirador Stas en una misión en la que aparece uno de los "Otros", el cual le reprenderá por su acción y le pondrá en fuga ante la persecución de la mafia rusa. Este es el poco convencional comienzo de un juego de género diverso, en el sentido que mezcla el rol por turnos con la estrategia. Recuerda, entonces, a clásicos como Syndicate, pero sobre todo a Silent Storm, el cual fue desarrollado por la misma compañía de Night Watch (Nival Interactive) y tuvo un éxito moderado en el este de Europa.
Esto trae dos consecuencias: El toque estratégico de todo el juego y el uso del motor gráfico de Silent Storm. A la larga, estos dos factores van a condicionar el desarrollo para bien y para mal, limitando el juego en algunos casos y en otros aportando un mayor desarrollo.
Historia y combate
Este desarrollo tiene como elementos secciones en las que se desarrolla la historia, y, posteriormente, combates en un estilo que recuerda mucho a títulos antiguos de PC o Consola. Así, éstos están divididos en turnos determinados para el atacante y los enemigos. Su desarrollo se da en las secciones del mundo en las que te mueves, sin haber una pantalla específica o hexágonos como en los juegos de rol estratégicos japoneses. Si bien al principio este combate se hace complicado, posteriormente sabrás subir el nivel y usar todos los poderes de los Night Watch frente a sus odiados enemigos. La mayoría de estos son fauna clásica de la noche, existiendo hombres-lobos, vampiros y mafiosos de alto rango.
Este contexto de lucha entre facciones tiene su equivalencia en el juego, ya que en un principio el protagonista no sabrá cual escoger al descubrirse como uno de los "Otros". Las grandes líneas principales del argumento se irán desvelando poco a poco en el juego por personajes secundarios, curiosamente de manera mucho más precisa que en la película y – desde luego – más fiel al libro. Como es habitual, no estarás sólo y muy pronto se unirán otros personajes en tu ayuda. Estos reclutamientos podrán darse o no, en otro aspecto que recuerda a los RPG japoneses. Más le vale al jugador conseguir muchos, ya que las batallas no serán fáciles avanzado el juego.
Personalización escasa y desarrollo tedioso
Puesto que las batallas están integradas en la historia, no se puede decir que la personalización esté al nivel de juegos como Oblivion. Esto es, nos encontraremos con un personaje predefinido y claramente sujeto a unas estadísticas y aspectos. Para variarlo, nos encontraremos con tres clases: una de combate directo y dos mágicas. Deberemos combinar a los miembros de nuestro grupo con estas tres clases, que resultan claramente limitadas al lado de las posibilidades actuales.
Esto da a las batallas un toque táctico, resuelto en puntos de acción que deberemos usar para vencer en éstas. Lo interesante, es que el jugador no llega a estar especialmente informado sobre cuantos puntos de acción tiene porque en estas batallas el movimiento resulta libre. Esto hace que quizá se pase al moverse, y descubra que al intentar atacar ya no le queden puntos de acción. Otra limitación por la adaptación defectuosa del original Silent Storm. Como resultado, los magos están bastante sobrevalorados y sus hechizos no son sólo superiores, siendo también decisivos en el resultado del combate.
Mundos paralelos
El aspecto más innovador - y que bebe tanto de Zelda como del propio libro original – es el concepto de mundos paralelos. Como hemos dicho, los "Otros" provienen de otra dimensión, y a ésta podremos acceder para agilizar el combate y obtener nuevas habilidades. Esto trae, otra vez, los puntos de acción, los cuales serán necesarios para activar el acceso a esta dimensión paralela. Aunque es interesante el concepto, no resulta espectacular en vivo, y no da pie (como lo hacía en Zelda) a puzzles intrincados entre las dos dimensiones. Son sólo más poderes y una mayor facilidad de juego.
Linealidad excesiva
Los combates son casi iguales entre sí tanto por los entornos, como por el tipo de misiones (a pesar de algunas con objetivos especiales). Pero lo que hace pesado al juego no es la repetición, sino la escasa posibilidad de seguir otros caminos que no sean prefijados por el juego. Esto es, efectivamente, lo que le hace muy inferior a Silent Storm, Syndicate o los juegos japoneses como Final Fantasy Tactics o Vandal Hearts. El jugador está atado por la historia de manera excesiva, y el desarrollo sufre por esto ya que este género sin libertad de acción es eminentemente pesado.
Apartado audiovisual
Night Watch no es la última tecnología visual, aunque hace buen uso de las últimas técnicas de sombreado en los escenarios. Estos son de tamaño mediano y muestran lugares escasamente diversos, pero bien realizados y que resultan una buena representación de los escenarios del libro. Lo que sí resulta inferior son los personajes, muy mal animados y con escasa personalidad. Todo ello es consecuencia sobre todo de un diseño de producción muy poco trabajado, que da al juego la sensación de escaso presupuesto y tira para atrás a aquellos jugadores que busquen un mundo convincente.
Contrarresta este aspecto aburrido de los personajes unas voces en inglés notables, aunque no especialmente vivas. Todas ellas subtituladas al castellano de manera competente, para que el jugador se vaya enterado de la complicada historia de los "Otros". Curiosamente, un juego de tono tan sombrío está acompañado de una banda sonora muy movida, con melodías de Rock bastante contagiosas aunque un poco repetitivas.
Conclusión
Pesado es el adjetivo que define el desarrollo en este juego. Esto es lo que hace que sea complicado interesarse en él, a pesar de su competente historia y buenos diálogos. El error no es tanto la escasa personalización o el débil diseño de producción, sino más bien la escasa libertad de juego, con un desarrollo atado a la historia principal como un guante. Esto convierte al juego en mediocre, aunque resultará interesante a todos aquellos aficionados a la novela original o que quieran reproducir en su PC las emociones de la película. Esperemos que las próximas adaptaciones de Nival Interactive ofrezcan más posibilidades de juego, puesto que hay algunas buenas ideas en el desarrollo que quedan deslucidas por el conjunto.