Análisis de Moon Hunters (PC, PS4, Switch, Xbox One)

La primera vez que supimos de este interesante juego fue a través de su campaña de Kickstarter, la cual fue un pequeño éxito, consiguiendo más del triple de la cantidad demandada. Poco a poco fuimos sabiendo más de él, pudiendo probarlo o verlo en diferentes eventos independientes, como el Busan Indie Connect. Y lo cierto es que siempre pensábamos "este juego hay que probarlo en casa, con calma".

Creado por los canadienses Kitfox Games, autores de otro juego con el que comparte cierto ADN como es Shattered Planet, Moon Hunters es una especie de "roguelite místico". Como sabréis, el subgénero roguelite se emplea para definir esos juegos que no llegan a la complejidad de un roguelike, pero con los que sí comparten ciertos elementos, como la generación de escenarios aleatorios o el empleo de personajes que evolucionan de una u otra manera.

En Moon Hunters elegimos ser uno de los cuatro (más tarde seis) héroes que, de paso por las tierras de Issaria para el festival de la Luna, se enfrentan a una amenaza insospechada: la Luna ha desaparecido, y tenemos tres días para encontrarla antes que el Sol acabe con el mundo conocido. Si tenemos que describir a un juego en base a las acciones que realizamos, en Moon Hunters hacemos básicamente tres tipos de acciones: interaccionamos con nuestro entorno, luchamos y nos movemos por el mapa del juego.

La interacción con nuestro entorno se ve de dos maneras diferentes. Principalmente, cuando veamos algún elemento interactivo, como el mercader que aparece en muchos espacios del mapa, el oasis que nos recarga el agua o la fuente que nos recupera la vida, lo único que tenemos que hacer es ponernos delante y apretar el botón apropiado. En ocasiones esto lleva a un diálogo u otras opciones, y en otras ocasiones esto desencadena una serie de acontecimientos posteriores.

Resulta tal vez más refrescante, y se echan de menos que no hayan más, las interacciones con individuos o entidades no tan relevantes como los citados anteriormente, sino el poder entender mejor el entorno a base de conversar con aldeanos, pero sin duda alguna se agradece el encontrar elementos interactivos en espacios especialmente diseñados para combatir. Las conversaciones en general están bien escritas, y mezcladas con el resto de elementos del juego nos acaban llevando a un mundo mágico muy interesante, gracias en parte a los diseños y las vestimentas de los personajes que aparecen en los diálogos, que mezclados con la música y el tono general del juego queda realmente místico y mágico.

Pero además, con nuestras diferentes habilidades de combate también podemos interactuar con el escenario, principalmente golpeando diferentes objetos en pantalla con nuestros ataques. Gracias a ésto podemos encontrar comida, dinero o vida, lo que nos puede venir muy bien para la partida.

Y es que el combate es el segundo gran apartado de este juego. Todo depende, originalmente, del personaje que elijamos. Tenemos de origen la posibilidad de elegir entre cuatro héroes bien distintos (hojahechizo, ritualista, druida y bruja), los cuales tienen tres movimientos básicos que posteriormente pueden mejorar de diferentes maneras, y a los que se pueden añadir después dos personajes más que desbloquearemos jugando. Hojahechizo es un guerrero clásico, con el que podemos hacer un ataque cercano y uno lejano, además de un movimiento de desplazamiento rápido.

Ritualista es una maga oscura, capaz de lanzar ataques a distancia a gran velocidad, generar una especie de vórtice de energía oscura que retiene a los enemigos, y que se puede teletransportar en distancias cortas. El druida es capaz de lanzar hojas a distancia, puede atrapar a los enemigos en una maraña de plantas, y se convierte en lobo, siendo mucho más rápido en esa forma. Finalmente la bruja es una experta en el combate, siendo capaz de atacar de cerca con su movimiento de ataque flojo, lanzando un rayo a distancia en su ataque fuerte, e incluso haciendo una carga en su desplazamiento.

El combate en sí es muy parecido a un juego de acción de doble stick, como Geometry Wars o Nuclear Throne, moviéndonos con un stick y apuntando con el otro (o teclado y ratón si preferimos este sistema), y lo cierto es que funciona bastante bien, aunque las sensaciones son distintas si tenemos que jugar sólo (en cuyo caso tenemos que andar con cierto cuidado con cómo nos vienen los enemigos) o en grupo, ya que de esta manera los enemigos se reparten y cada personaje puede combinar mejor sus habilidades. El modo online está aún en beta, y nosotros lo hemos intentado usar sin demasiado éxito, pero en cooperativo en un mismo ordenador lo cierto es que todo funciona muy bien.

Finalmente, tenemos el mapa. Tras dos fases de introducción se nos desvela el hecho que da pie a los sucesos del juego, momento en el que tenemos tres días para prepararnos para lo peor. Podemos elegir hacia dónde acudir en un mapa, el cual se va actualizando conforme haya más espacios abiertos o éstos cambien, y además se nos dan pistas sobre lo que nos podemos encontrar, como enemigos, tesoros u otras entidades con las que interactuar. Cada vez que juguemos estos mapas cambian, así que la partida nunca es la misma. Además, al finalizar cada jornada, se nos da la oportunidad de descansar, cocinar, cazar, mirar las estrellas o montar guardia, y cada una de estas acciones nos permite mejorar en determinadas características, las cuales, combinadas con las de origen de cada clase, dan como resultado el personaje final.

Como extra comentar que Moon Hunters es un juego sobre las decisiones también, de manera que nuestro personaje ganará reputación como "paciente", "sabio", "orgulloso" y otros apelativos, los cuales le permiten más posibilidades de interacción en base a las decisiones que hayamos tomado.

A nivel visual Moon Hunters atrae, pero luego no se queda tan bien como lo esperado. De inicio es muy bonito, con unos personajes principales muy bien animados y diseñados, y unos escenarios mágicos, combinados con unos buenos retratos para los personajes. Por desgracia, cuando nos damos cuenta que cada nivel tiene tres tipos de enemigos, que la cantidad de escenarios es limitada, y que hay muchos trucos para reducir el trabajo gráfico (suponemos por temas de presupuesto), nos parece que es un apartado gráfico interesante, pero mejorable.

En cambio, a nivel sonoro es una maravilla. Unas creaciones de Ryan Roth y Halina Heron que le sientan de maravilla, y no nos extrañan lo más mínimo porque son los músicos de juegos tan conocidos como The Beginner's Guide o The Yawth. El resto de sonidos funcionan fantásticamente, y los textos están traducidos también al español, pero lo de la música en sí destaca mucho.

Conclusiones

Es una pena que Moon Hunters tenga sus fallos a nivel de programación (no se puede cambiar de sistema de control una vez iniciada una partida, hay muchos fallos de colisiones, y otros errores que no son tan fáciles de apreciar), que el online esté aún en beta, y sobre todo, que no esté atrayendo la atención de la prensa tanto como si lo está haciendo con el público, porque es un juego realmente interesante. Uno de esos títulos que te deja tanto disfrutar de él una hora, y quedarte satisfecho, como diez y poder descubrir todos los secretos que Kitfox Games han querido ocultar dentro. Un muy buen juego que, lejos de ser perfecto, tiene mucha alma y posibilidades.

El juego se ha podido analizar gracias a un código enviado por Kitfox Games.