Análisis MindsEye, lo nuevo de uno de los creadores de GTA es una prometedora idea atrapada en un juego sin terminar (PC, PS5, Xbox Series X)

MindsEye es el primer gran proyecto de Build a Rocket Boy, un nuevo estudio liderado por Leslie Benzies, expresidente de Rockstar North y uno de los principales responsables de la saga Grand Theft Auto desde la tercera entrega hasta Grand Theft Auto Online. Anunciado originalmente como parte del ambicioso metaverso Everywhere, el juego ha terminado llegando como una experiencia independiente, una campaña lineal dentro de un entorno de mundo abierto que, sobre el papel, suena prometedora.
La idea era clara: ofrecer una historia cinemática de acción en tercera persona con el ADN de los grandes éxitos de Rockstar, pero usando Build.MindsEye, una plataforma que promete ser para los juegos lo que Unreal Engine es para los desarrolladores o Dreams fue para los creativos de consola. Con semejante currículum y semejante propuesta, era fácil tener las expectativas altas. Sin embargo, la ejecución se queda bastante lejos.
La idea era clara: ofrecer una historia cinemática de acción en tercera persona con el ADN de los grandes éxitos de Rockstar, pero usando Build.MindsEye (el nuevo nombre de Everywhere), una plataforma que promete ser para los juegos lo que Unreal Engine es para los desarrolladores o Dreams fue para los creativos de consola.
Con semejante currículum y semejante propuesta, era fácil tener las expectativas altas. Sin embargo, la ejecución se queda bastante lejos.
Un juego dentro del juego
MindsEye se presenta como un juego de acción narrativo en tercera persona, linear dentro de un mundo abierto, y ambientado en un futuro distópico en el que las megacorporaciones controlan los recuerdos, la información… y a las personas. Pero más allá de su historia (que luego comentaremos), el proyecto llama la atención por ser «la cara visible» de Build.MindsEye, un creador de niveles que incluye el juego y que los jugadores pueden usar para crear sus propias experiencias.
El problema es que ahora mismo, incluso semanas después del lanzamiento, hay más potencial que contenido. Apenas hay tutoriales, la interfaz es poco intuitiva, y aunque se intuye una idea brillante detrás del sistema, su curva de aprendizaje y la falta de guía limitan mucho sus posibilidades para el jugador medio. Por si esto fuera poco, sólo se puede crear en PC, aunque los jugadores de consola pueden acceder a las creaciones independientemente de dónde fueron creadas. El estudio tampoco hace nada por promocionar las creaciones, por ayudarte a encontrar nuevas, por organizarla... Queremos equivocarnos, pero parece que se ha lanzado para dejarlo morir.
Un buen arranque que se desvanece rápido
Los primeros compases de la campaña principal sorprenden. El ritmo es ágil, se ve bastante bien, la dirección de las secuencias de vídeo está cuidada, y hay momentos que parecen sacados de una superproducción. Una propuesta interesante, secuencias de acción bien medidas, y un mundo con el suficiente misterio como para querer seguir avanzando. Nos ha sorprendido por dónde tira la historia, incluso si los temas principales son la inteligencia artificial, la corrupción gubernamental, el daño a la sociedad, etcétera. La historia tiene sus giros, está bien narrada (aunque los diálogos son bastante irregulares), y consigue mantener cierto interés hasta el final.
Pero en lo jugable, pasadas las primeras misiones, todo se torna repetitivo. La estructura de las misiones empieza a evidenciar su falta de ideas: objetivos clónicos, escenarios vacíos, tiroteos sin tensión. Parece un juego de hace una década, con decisiones de diseño propias de otra época. La cantidad de persecuciones y tiroteos en los que no pasa absolutamente nada, fases de controlar a drones cada dos por tres... Es todo tan genérico y poco inspirado que te llevas todo el juego esperando a que arranque. Y sí, hay alguna mejor que otra, pero son las excepciones en una historia que nos ha durado algo más de diez horas. No nos parece mal la duración en absoluto, pero un juego de este estilo debería ser capaz de dejarnos sin respiración en diez horas, no resoplando.
A esto hay que añadirle que el combate es uno de los puntos más flojos. El arsenal es muy limitado, con apenas unas pocas armas que apenas se diferencian entre sí, y el dron que desbloqueamos para ayudarnos en los enfrentamientos es completamente prescindible la mayoría del tiempo. No hay combate cuerpo a cuerpo, ni coberturas dinámicas, ni variedad táctica. Las peleas se resuelven apuntando a la cabeza y disparando, sin más, y si bien es cierto que es una fórmula que entretiene, no es suficiente.
Por si esto fuera poco, la IA enemiga es prácticamente inexistente. Los rivales repiten patrones absurdos, se quedan atascados en esquinas, o directamente se olvidan de que estás ahí. Los errores, en realidad, son de todo tipo: desde coches que rebotan sin sentido a llamadas constantes para meternos prisa, pasando personajes que, al girar una esquina, aparecen en pose T esperando a cargar. Para que os hagáis una idea, en varias misiones, hemos fallado por «abandonar la misión» mientras seguíamos la línea guía del mapa.
Un rendimiento que arruina la experiencia
Donde MindsEye más sufre es en lo técnico. No entendemos que pueda estar verificado en la Steam Deck; aunque funcione, la calidad de imagen es pésima, y los tirones son constantes. Cada cambio de cámara implica ver cómo todo carga durante segundos, con texturas que aparecen tarde y efectos que se activan a destiempo, y los efectos del FSR intentando intentando recomponer la imagen, unido a la tendencia del Unreal Engine a no ofrecer una imagen particularmente limpia, ofrecen un resultado que no podemos recomendarle a nadie.
En un PC de gama media, como el que usamos para este análisis (cuyas especificaciones están tras el texto), mantener 30 imágenes por segundo estables ha sido una odisea. A 1440p, con todo en normal y DLSS activado, conseguimos jugar medianamente bien, pero siempre con la sensación de estar a punto de que todo se rompa. Y sabemos que no es un PC extremadamente potente, pero os aseguramos que este juego no está bien optimizado en absoluto.
Es una pena que estos problemas emborronen el trabajo visual, porque en lo meramente gráfico no está nada mal. Personajes y escenarios detallados, una ciudad (La Vega, os dejamos adivinar en qué ciudad norteamericana se han inspirado) bien recreada y, sobre todo, unos personajes muy bien modelados y animados que brillan sobre todo en las secuencias de vídeo, que son, seguramente, lo más pulido de MindsEye. Además, tiene muchos detalles que se nota el esfuerzo que hay detrás del juego. Por ejemplo, hay tormentas de arena que lanzan los objetos del escenario por los aires con físicas muy trabajadas, o los detalles cuando vemos las piezas de los robots desmontarse con nuestros disparos.
El apartado sonoro cumple, sin más. El doblaje original es muy bueno, con voces bien elegidas y actuaciones convincentes, pero los efectos de sonido y la música son anecdóticos y ni siquiera hay radio en el coche o elementos que le den más vida al mundo. La traducción al español está bien en términos generales, pero claramente se ha hecho a ciegas. Hay frases mal interpretadas, términos que no encajan con la situación en pantalla, y errores que indican que los traductores no pudieron ver el juego mientras trabajaban.
Conclusión: una idea brillante, mal ejecutada
MindsEye parte de una base interesantísima. Una historia original, un creador potente, y un enfoque diferente dentro del mundo de los juegos narrativos en mundo abierto, pero tropieza por las prisas, por la falta de pulido y por decisiones de diseño anticuadas. Honestamente, es difícil recomendarlo en su estado actual. Hemos disfrutado el modo historia incluso con sus problemas, pero creemos que no justifica el precio de entrada. El rendimiento, simplemente, inaceptable. Si el creador hubiese recibido más cariño creemos que podría haber futuro, pero estas primeras semanas apuntan a todo lo contrario, y parece que ni el propio estudio tiene interés en él.
Nos da pena, porque hay talento detrás. Se nota que parte del equipo tenía una visión clara, ambiciosa, y llena de buenas ideas, pero el conjunto no está a la altura. Ojalá este sea uno de esos casos en los que el estudio consigue darle la vuelta a la situación y acabar cumpliendo su promesa, porque el juego y el concepto que MindsEye quiere ser nos parece interesante, pero lo que hoy tenemos disponible es poco más que un prototipo sin terminar.
Hemos realizado este análisis en PC PC (Ryzen 7 3700X, GeForce RTX 2070 Super, 32 GB RAM) y Steam Deck gracias a un código de descarga proporcionado por Best Vision PR.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
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