Análisis de Memento Mori 2 (PC)

A pesar de que estuvieron muy de capa caída durante unos años y que a día de hoy no cuentan con la relevancia ni con la importancia que tuvieron hace un par de décadas, las aventuras gráficas siguen ofreciéndonos todavía muy buenos momentos frente a nuestros monitores. Si bien es cierto que han bajado mucho su dificultad y que cada vez son menos complejas, eso no quita que en los últimos años hayamos podido disfrutar de títulos muy interesantes con los que darle algo de uso a nuestras neuronas.

Ahora nos llega Memento Mori 2, la secuela de una aventura que no terminó de entusiasmar demasiado por culpa de una serie de errores que si bien no lo convertían en un mal juego, tampoco le dejaban brillar demasiado. Por suerte, esta segunda parte consigue solucionar algunos de los problemas del original, pero sigue quedándose muy lejos de los grandes del género. ¿Los motivos? No tenéis más que seguir leyendo para descubrirlos.

Una intrigante conspiración

El argumento suele ser una de las cosas más importantes de este tipo de juegos y en este caso se trata de uno de sus puntos más fuertes. Todo comienza con el robo de unos artículos concretos de una galería de arte, algo que como no podía ser de otra forma nos tocará investigar, lo que nos meterá de lleno en medio de una retorcida conspiración mucho más peligrosa de lo que podría aparentar. La trama tiene un comienzo terriblemente lento y le cuesta mucho arrancar, por lo que ya os avisamos que las primeras horas se os harán muy cuesta arriba, aunque luego mejora y va ganando en interés.

Los personajes no están mal, resultan creíbles y tienen sus personalidades bien definidas, aunque no llegan a entusiasmar y no terminaremos de conectar totalmente con ellos, algo que además nos dificultan los constantes cambios de personajes que sufriremos a medida que se desarrolle la historia, ya que hay tres protagonistas jugables diferentes.

Entrando ya en lo que es su jugabilidad, nos encontramos con una aventura de point-and-click de corte clásico, por lo que ya os podréis hacer una idea de cómo funciona. Cursor en mano, tendremos que investigar hasta el último palmo de los escenarios buscando objetos que añadir a nuestro inventario, para combinarlos entre ellos o con ciertos elementos interactivos del escenario, lo que nos permitirá resolver puzles y avanzar en la trama.

En cuanto a los puzles en sí, estos están bien pensados y suelen tener una lógica más o menos clara, aunque por lo general resultan muy fáciles (especialmente si ya se tiene algo de experiencia en el género), por lo que dudamos que os quedéis atascados con cierta frecuencia. Por lo general, la mayoría de ellos los resolveremos combinando objetos, aunque también hay ciertos momentos a modo de minijuegos que deberían de ayudar a darle algo de variedad, aunque lo único que suelen conseguir es cansarnos y aburrirnos, ya que se hacen demasiado largos y pesados (que no difíciles), como uno en el que tenemos que comprobar varias huellas dactilares que nos hará desear la existencia de un botón que nos permitiera saltárnoslo.

Los controles por su parte nos han gustado mucho, ya que son muy cómodos e intuitivos. Cuando pasemos el cursor por encima de algún objeto con el que podamos interactuar, este se dividirá en dos mostrando dos posibles acciones, permitiéndonos hacer con cada click del ratón la acción correspondiente. Además con la rueda podemos pasar de un objeto a otro sin necesidad de irnos a la parte superior de la pantalla para tener que abrir el inventario, lo que nos permitirá probar distintos objetos de forma más rápida cuando no lo tengamos muy claro.

Un detalle que nos ha resultado muy interesante, es la importancia que le da el juego al examen de los objetos, por lo que estaréis comprobando constantemente todo lo que recojáis mientras les dais vueltas para buscar posibles pistas, lo que de una forma u otra consigue ayudarnos a creernos todos unos detectives en mitad de una importante investigación.

Completar la aventura no debería llevarnos mucho más de 12 o 15 horas, aunque tal y como hemos dicho, esta cifra puede incrementarse sensiblemente por culpa de los minijuegos, los cuales se sienten como una forma muy forzada de aumentar la duración del juego. Además, el desarrollo de la historia es muy irregular, con constantes caídas de ritmo y puzles metidos con calzador que sobran y entorpecen la fluidez general de la narrativa, por lo que estas 15 horas no resultan todo lo entretenidas que deberían ser.

A nivel gráfico tampoco es que sea un título para tirar cohetes. Los escenarios están bien recreados y cuentan con muchos detalles que los hacen agradables a la vista, aunque el modelado de los personajes deja mucho que desear, especialmente en lo que se refiere a las caras, las cuales son totalmente inexpresivas. Esto es algo que resulta especialmente sangrante en los vídeos y conversaciones, ya que da igual lo tristes, enfadados o contentos que estén, que siempre tendrán esa mirada vacía que nos obligará a imaginarnos el estado de ánimo en el que se encuentran. El resto de animaciones también son bastante pobres y resultan demasiado rígidas y robóticas, por lo que no esperéis un juego que explote toda la potencia de vuestros equipos.

El apartado sonoro tampoco mejora demasiado el resto de apartados del título. Es más, es probablemente lo peor de todo. Para empezar, tenemos una banda sonora muy discreta que no se adapta nada bien a lo que ocurre en pantalla y que está fatal utilizada, la cual consigue quitarle peso, importancia y hasta credibilidad a ciertas escenas.

Pero lo peor sin duda es su doblaje inglés, con voces muy mal escogidas y unas interpretaciones dignas de las obras de teatro de los colegios de primaria, lo que termina de matar las escenas de vídeo y gran parte del atractivo del juego, ya que nos creeríamos mucho más a los personajes si en vez de escucharles hablar solo leyéramos. Por cierto, el juego no está traducido al español, por lo que si tenéis problemas con el idioma quizás lo paséis un poco mal para enteraros de todo lo que se dice, algo que os puede dificultar la resolución de varios puzles.

Conclusiones

Memento Mori 2 es una aventura correcta, con un guion interesante y con ciertos puzles muy bien planteados, pero que adolece de unas caídas de ritmo importantes, multitud de momentos de relleno, personajes mejorables y de minijuegos muy mal ejecutados. Y todo esto sin contar su terrible apartado sonoro. A pesar de todo ello, consigue entretener, despertar nuestro interés de vez en cuando y hacernos usar nuestra materia gris, por lo que si sois muy fans del género y lleváis un tiempo buscando una aventura a la cual hincarle el diente, quizás os merezca la pena echarle un vistazo.