Análisis de Medal of Honor: Pacific Assault (PC)
Ya estamos en plena campaña navideña y los usuarios de PC estamos sufriendo un constante bombardeo de títulos de acción en primera persona con ambientación bélica. Hemos continuado batallando en tres frentes distintos en la Segunda Guerra Mundial con la expansión de Call of Duty. También nos hemos internando en la selva vietnamita para combatir al vietcong en Men of Valor y como no, la guerra más actual la hemos vivido de la mano de Joint Operations.
Pero EA no se ha quedado de brazos cruzados y aquí nos trae un nuevo título de su exitosa serie Medal of Honor. Esta vez, abandonamos las ya muy vistas batallas en Europa para trasladarnos a un frente muy poco tratado en los videojuegos.
Hablamos, claro esta, del frente Pacífico. Lugar donde se vivieron algunas de las batallas más sangrientas que se recuerdan como es el caso de Midway, Pearl Harbor o Tarawa.
Pues bien, EA nos presenta un título en el que nuestros aliados se convertirán en un aspecto fundamental para conseguir salir con vida de las batallas. En primer lugar, deberemos dar sencillas órdenes para que nuestros compañeros combatan de una manera más efectiva. Pero tampoco podemos olvidarnos de la figura del médico; auténtico protagonista en el desarrollo de la aventura. Y es que él será el encargado de sanar nuestras heridas ya que en Pacific Assault, los botiquines son un bien demasiado escaso.
Por eso, ya en el entrenamiento en el típico campamento militar con el típico sargento, nos enseñan a controlar a la perfección las funciones de nuestro equipo. Básicamente, lo que hacemos es recorrer una pista de obstáculos mientras el sargento nos grita, insulta y nos "piropea". No vamos a ponernos a analizar los controles básicos porque, más o menos, son los mismo de siempre pero sí que nos detendremos a narrar las dos novedades comentadas más arriba: las órdenes y el médico.
Para empezar, el sargento nos comenta que podremos dar cuatro órdenes sencillas a los soldados que nos acompañen. Estas órdenes son: avanzad, retirada, reagrupaos y fuego de cobertura. No las podremos dar siempre que queramos, es decir; cuando estemos en medio de una misión aparecerá un cuadro con las órdenes que podemos dar en ese preciso momento y nosotros, deberemos seleccionar cual es la más adecuada para afrontar decentemente la refriega. Pero pensad que vosotros también deberéis obedecer órdenes y en cualquier momento, el jefe del escuadrón puede pedir que os reagrupéis o que os retiréis.
Tras dominar estos sencillos comandos de órdenes, nos metemos de lleno con la función del médico; que como hemos dicho, se convierte en el protagonista de la acción. Pacific Assault apuesta por el "realismo" en el sentido de que no encontraremos botiquines a cada paso que demos. Puede que encontremos uno en un puesto de evacuación aliado o junto a un pequeño hospital de campaña japonés. Pero nunca encontraremos botiquines entre los cadáveres de los enemigos.
Por eso decimos que el médico será fundamental, porque nosotros tendremos un número limitado de curaciones. Así pues, cuando veamos que nuestro nivel de vida está bajo mínimos, deberemos pulsar la tecla que tengamos configurada para llamar al médico. Él nos buscará y cuando esté junto a nosotros, comenzará a aplicarnos las curas pertinentes. Pero aún hay más. Si por desgracia hemos caído en combate habrá dos posibilidades: que el enemigo llegue y nos remate o bien, que el médico atienda a nuestros llamamientos y consiga reanimarnos.
Este efecto está muy conseguido ya que cuando caemos, toda la pantalla se pone borrosa y en tonos grisáceos. Las voces se escuchan distantes y poco a poco la luz se va apagando. Pero como decimos, puede que el médico consiga llegar hasta nosotros y entonces nos preguntará si le escuchamos o si nos encontramos bien. Tras esto, comenzará a curar nuestras heridas y nuevamente, volveremos a repartir plomo en la batalla.
Pero aquí cabría resaltar el mismo "defecto" que existe en Men of Valor y en menor medida en Call of Duty. Nuestros compañeros no morirán. Más o menos la cosa funciona de esta manera: nuestros aliados, si reciben los suficientes disparos, caen al suelo y sobre sus cabezas aparece un símbolo de exclamación. Esto quiere decir que requieren de cuidados médicos para volver al combate. Por eso, en el título de EA la colaboración es esencial. Nuestros compañeros no pueden sobrevivir sin nuestra ayuda pero es que nosotros tampoco podemos sobrevivir sin su ayuda. Mientras jugábamos, en medio de una misión los japoneses nos atacaron por sorpresa. Todos nuestros compañeros, incluyendo al médico, cayeron en la emboscada pero nosotros, habíamos subido a una torre de vigilancia y desde allí, comenzamos a matar a todos los enemigos. Cuando ya nadie había de por medio, nuestro médico pudo levantarse y comenzar a curar a los aliados.
Lo mismo ocurre si somos nosotros los que caemos. Si nos encontramos cerca de nuestro batallón, los soldados podrán defender nuestro cuerpo de las acometidas japonesas pero si por el contrario, nos habíamos querido hacer los héroes y nos habíamos alejado demasiado de nuestros hermanos… bueno, lo más normal es que nos claven la bayoneta.
Con todo esto, ya os podéis ir haciendo una idea de cómo funcionará todo en este nuevo Medal of Honor. Nuestra misión comienza con el ataque en Pearl Harbor y allí ya podremos comprobar como se siguen las líneas generales ya vistas en Allied Assault. Se trata de un juego muy lineal donde las secuencias de guión son las que marcan el camino: podemos ver como cae un avión junto a nosotros y entonces, podremos continuar el camino gracias a la brecha que ha abierto en el muro. Como también podemos estar ante un incendio y nos tocará escapar como locos de las llamas.
Sin duda, y aunque también pueden ser los elementos más criticados por algunos jugadores, estas son las mejores partes del juego. A nosotros nos encanta seguir la acción como si estuviéramos viviendo una película: misiones como la del barco en Pearl Harbor o el asalto a Tarawa son las que hacen que nos emocionemos con lo que hacemos. Y sin duda, el que busque este tipo de misiones se sentirá satisfecho con el trabajo realizado por EA ya que nos encontraremos con montones de misiones espectaculares donde, entre otras cosas, el jugador se convierte en uno más dentro de la increíble "película" que se nos va presentando.
El inconveniente lo encontramos en la irregularidad en el diseño de las misiones. Como hemos dicho, Pacific Assault comienza de una manera impresionante con el ataque sorpresa a Pearl Harbor pero después, y ya centrados en la segunda misión del juego –ahora hablaremos de esto-, vemos como la acción decae y se convierte en una sucesión de enfrentamientos de lo más repetitivos. Por tanto, nos encontramos con misiones de lo más espectaculares que se entremezclan con otras de lo más reiterativas.
Sin duda, si el juego hubiera mantenido un nivel como el vivido en Pearl Harbor o Tarawa, ahora mismo estaríamos hablando de uno de los mejores juegos en su género pero es que sinceramente, hay muchos niveles que se notan que están de relleno. Éstos, serán los que vivamos en las misiones que se desarrollan sobre todo en la selva. Y antes de continuar, debemos decir que para mantener esa sensación de estar dentro de una película, EA ha creado unas grandes misiones divididas en submisiones que irán apareciendo según se desarrolle la acción. Podemos estar viviendo un asedio impresionante en Guadalcanal para después sufrir una misión de reconocimiento que nos llevará, nuevamente, a otra gran batalla.
Esto no quiere decir que las misiones selváticas sean malas porque hay algunas que están muy conseguidas –los ataques de los francotiradores son terroríficos- pero en líneas generales, nos quedamos con las misiones que se viven en Tarawa o en el aeropuerto Henderson en Guadalcanal, que suelen ser más espectaculares y mucho más divertidas.
Y para los más veteranos decir que habrá una gran variedad en las misiones, aunque nuevamente, debemos decir que se trata de un elemento de lo más irregular; por ejemplo: en Guadalcanal, y para dejar de lado el nivel de Pearl Harbor, podemos estar combatiendo contra decenas y decenas de japoneses cuando de repente, alguien nos pide que rescatemos a un soldado que ha quedado entre el fuego cruzado. Nosotros debemos bajar corriendo y cargar a hombros al pobre soldado. Pero también podemos estar combatiendo y deberemos rápidamente montarnos a un antiaéreo para frenar las acometidas de los Zeros.
En cambio, si nos situamos en las misiones selváticas, veremos como la gran mayoría de veces deberemos ir avanzando por un camino recto hasta encontrarnos con enemigos, abatirlos, y continuar la marcha. Eso sí, el caminar por todas estas selvas es todo un placer para la vista. Y es que se nota que EA ha trabajado duro para recrear de la manera más fiel los enfrentamientos vividos en el Pacífico. Como hemos dicho, las selvas poseen un nivel de detalles increíbles, pudiendo ver como se mecen las plantas con la brisa del viento o incluso, como se agitan al caer una bomba o una granada cerca. Pero también podemos ir avanzando tranquilamente y ver como se filtran los rayos de luz del sol y la luna entre las ramas de los árboles, creando un efecto de lo más apaciguador –aunque sepamos que los enemigos se encuentran cerca-.
Pero estos puede que sean los momentos más pacíficos de todo el juego. En el lado opuesto nos encontramos con las grandes batallas campales que viviremos. Antes hemos mencionado los enfrentamientos en Guadalcanal pero es que tenéis que verlo para saber a que nos referimos: los aviones japoneses realizan pasadas letales con sus ametralladoras. Los bombarderos desde lo más alto del cielo lanzan sus bombas que van destrozando poco a poco nuestras edificaciones. Los soldados corren de un lado a otro, algunos mueren por las explosiones saltando por los aires de una manera realista –motor de físicas Havok-, otros caen en seco al recibir balazos en la cabeza.
Y aún hay más. El modelado y las animaciones de los soldados son impresionantes pero lo son mucho más las animaciones faciales. Ya desde un principio se nos habló del cambio de apariencia en nuestro protagonista y así es: comienza siendo un "pimpollo" en el campamento militar, para luego terminar con una cara de desesperación, con su barba de pocos días y una gran cicatriz como seña de identidad. Pero todo esto debía tener una parte mala y esa parte la encontramos en los elevados requerimientos que harán falta para moverlo con fluidez y con un nivel de detalles aceptables.
Sin duda, es todo un espectáculo. Y claro, si a un potente motor gráfico le unes una excepcional ambientación se obtiene una experiencia bélica sin igual. Pero a este efecto también ayuda el excelente apartado sonoro, que como viene siendo habitual en este tipo de juegos, es magnífico. Desde la reproducción del sonido de las armas a la impresionante banda sonora, pasando por las voces de los soldados. EA ha dedicado muchos esfuerzos en crear una atmósfera convincente y desde aquí podemos afirmar que lo han conseguido. Y como os podéis imaginar, cualquiera que disponga de un buen equipo de sonido disfrutará al máximo del juego.
Para ir concluyendo con el apartado técnico debemos hablar de la inteligencia artificial, pieza fundamental en los juegos de acción en primera persona. Y como viene siendo habitual en el género, debemos hablar de momentos brillantes con otros no tan buenos; por ejemplo: los enemigos suelen cubrirse muy bien, atacando desde diversos frentes para hacer el mayor daño posible. También nos podemos encontrar con enemigos de "suicidio fácil" que nada más vernos se lanzarán con las bayonetas en alto para abatirnos. Esta claro que en caminos tan estrechos resultan letales y por tanto, tampoco se podría tomar como un fallo.
Pero la cosa cambia cuando hablamos de nuestros compañeros. Que aunque suelen ser bastante fiables, hay veces que tienen algún que otro desliz y se olvidan de cual es su función en la guerra. Esto quiere decir que a veces, no sabemos muy bien por qué, en vez de dedicarse a combatir con los japoneses, se entretienen quedándose quietos. Esto, en los momentos más desesperados, suele ser bastante molesto. Como también lo es la manía que tienen de cruzarse siempre por el medio, obstaculizándonos a la hora de disparar.
Finalmente, debemos hablar de la modalidad online de Pacific Assault, que prometía bastantes cosas y al final se ha quedado en una pequeña decepción. Y esto lo decimos por los constantes problemas de lag que sufrimos. Es cierto que han prometido solucionarlo pero de momento, el jugar al juego es todo un desafío y sin duda es una pena porque la implementación de clases en el modo online es de lo más interesante.
Con todo esto, Medal of Honor: Pacific Assault se convierte en una compra muy recomendable para todo aquel que disfrute con este tipo de juegos. La acción continúa siendo muy lineal, con bastantes sucesos prefijados que irán acompañándonos durante las más de 30 misiones. Es cierto que hace falta un PC bastante potente para moverlo con todo lujo de detalles pero aún así, con un equipo de gama media es posible jugarlo con un buen nivel de detalles. La nueva obra de EA se encuentra traducida al castellano, aunque las voces estarán tanto en japonés como en inglés.