Análisis Magic: The Gathering Arena, el rey de las cartas arrolla y tiene prisa (PC, Android, iPhone)
Magic The Gathering: Arena lleva varios meses con nosotros en su concepción final. El videojuego, del que os ofrecimos unas completas impresiones en Vandal, ha ido evolucionando de forma paulatina junto al propio juego de cartas coleccionables nacido de la mente del profesor de matemáticas Richard Garfield y Wizards of the Coast en 1993. Ha llovido mucho desde entonces, y aunque la empresa ha intentado salir adelante con múltiples ports, versiones y lanzamientos como Duels of the Planeswalker en iOS y Android, Magic no ha tenido del todo suerte en su traslación al mundo virtual. Era una lástima, pues aunque las cartas y las colecciones se llevaban todo el mérito y el éxito en formato físico, la empresa no terminaba de dar con la tecla en los videojuegos. Hasta que llegó Magic The Gathering: Arena, una ambiciosa propuesta que ha sabido con inusitada inteligencia, buen hacer y cuidado de cara a la comunidad, aunar cartones virtuales y físicos en una propuesta divertida y accesible tanto para los más expertos como para los novatos en el formato.
Un juego de cartas para dominarlos a todos
Cuando Wizards of the Coast concibió Magic en 1993 no esperaba que tuviese tanto éxito. Hablamos de un videojuego que acumula más de 35 millones de jugadores en su formato físico y digital a día de hoy, y que parece seguir aumentando su público desde la irrupción de Arena. El mundo mágico en el que dos caminantes de planos combaten el uno contra el otro invocando criaturas, monstruos y otros hechizos ha ido evolucionando, cambiando y ampliándose con el paso del tiempo, dando como resultado un juego vivo, que va transformándose al ritmo de distintas ampliaciones, expansiones, cambios de ciclo y revisiones.
Con el auge de otros juegos similares, Hasbro y Wizards Digital Games Studio se encontraron en una disyuntiva. ¿Cómo llevar el juego a un nuevo público y adaptarlo a la cada vez más importante presencia de los eSports y su peso en la generación que ha crecido junto a otros referentes en el mundo de las cartas coleccionables?
En este ámbito, Heroes of Warcraft: Hearthstone de Blizzard es el principal referente, y no solo en el género, también es uno de los videojuegos más famosos a nivel competitivo y uno de los títulos con mayor facturación año tras año. Únicamente tenéis que pasearos por Twitch y comprobar hasta qué punto arrastra audiencias. Pero, como todo en esta vida, no puedes ser el rey por siempre jamás -y que se lo digan a PUBG, Fortnite y Apex Legends-. Desde hace unos meses, concretamente desde que llegó Arena a nuestras vidas en formato beta, las cartas mágicas de Wizards están más presentes que nunca en redes sociales, portales de streaming y foros de internet. No obstante, hablamos de un proyecto que arrancó hace cierto tiempo con un único objetivo: aunar lo físico y lo digital ofreciendo una experiencia idéntica en ambos formatos. Y creednos, lo han conseguido.
En Magic The Gathering: Arena, un título free to play, los jugadores pueden acceder a todas y cada una de las colecciones lanzadas desde noviembre de 2017. Conforme las cartas van aumentando y engrosando la lista de estándar, el videojuego las vaya añadiendo, permitiéndonos jugar con aquellos sobres y mazos que vamos disfrutando en la vida real. Esto, según destacan sus propios creadores, permite que todos los jugadores de Magic puedan tener una gran paridad en sus partidas dentro y fuera del videojuego, ofreciéndoles la oportunidad de jugar a sus cartas en un entorno virtual, algo que ha acabado por llevar a usuarios de todo el mundo a entablar más de 1000 millones de partidas desde el lanzamiento del título en formato beta. Casi nada. Por eso, tras su lanzamiento oficial el pasado septiembre -coincidiendo con la llegada de la expansión El trono de Eldraine-, hemos decidido pasar unos meses jugando y empapándonos de sus novedades.
La mejor experiencia digital de Magic jamás creada
Uno de los aspectos más criticados de Magic es la imposibilidad, quizás artificial, de ponerse al día se si abandona el juego en algún momento o estamos empezando en él. Es un juego de mesa fácil de jugar, todo el mundo puede aprender sus reglas rápidamente, pero ya está. Wizards of the Coast siempre ha querido eliminar el coste de entrada a su joya más preciada, ya fuese lanzando packs de inicio sencillos, kits de construcción de mazo asequibles o colecciones anuales básicas. Aún así, y con esfuerzos notorios, la inversión económica, la necesidad de encontrar a alguien con el que jugar o incluso la falta de soporte en algunas tiendas de cómics para aprender reglas y similares, disuadían a esos jugadores que tenían ciertas ganas de coger sus cartas y echarse una partida. Magic The Gathering: Arena cambia por completo esta dinámica y mecánica, y no os exageremos si os decimos que desde ahora el juego no será el mismo, pues el videojuego sirve como tutorial, como elemento de entrada y como complemento al juego de naipes en formato físico. Es una experiencia 360º que engloba al experto y al novato, tratándolos por igual y ofreciéndoles, al mismo tiempo, propuestas y ofertas personalizadas.
El título está pensando para tanto el veterano y experimentado jugador, como para el más inexperto invocador. Las reglas son las mismas para ambos, que pueden involucrarse en la experiencia de Magic, probando sus cartas, mazos, tácticas y estrategias por primera vez, así como experimentar y ajustar sus cartones con el metajuego de un formato que cambiando y mutando casi semana tras semana en formatos como estándar. Se acabó eso de ir a la tienda para comprobar si nuestro mazo monocolor o de control funcionan. Como os recalcábamos en nuestras impresiones del pasado enero, hablamos de un videojuego ideal para que asimilemos esos cambios que ocultan las nuevas expansiones que llegan al juego o para ofrecernos una visión global de las cartas y los mazos que más se juegan. ¿Qué cómo se juega? Es sencillo.
En Magic tomaremos el rol de una serie de seres denominados planeswalker o caminantes de planos, personalidades que gozan de un poder inmenso y que son capaces de pasar o saltar de una dimensión a otra, fusionando realidades, transformándolas a sus designios y extrayendo el poder mágico que residen en ellas con un único chasquido de sus dedos. Extrayendo la energía de estos mundos, conocida como maná, deberemos invocar criaturas, hechizos y artefactos milenarios, lanzando conjuros y otros elementos instantáneos para derrotar a nuestro rival. La regla que lo rige todo es muy simple, debemos arrebatarle las veinte vidas al oponente -e impedir que nos las quite a nosotros-, todo ello poniendo un ojo a las tierras que controlamos, naipes que nos proporcionarán la citada energía necesaria para invocar y lanzar cartas al campo de batalla. Todas las cartas tienen, por norma general un valor de invocación o coste en maná, y en ciertos casos, también una naturaleza elemental, que va desde el blanco al negro, pasando por el rojo, el verde y el azul, cada una con su propio papel en el videojuego y su identidad, un aspecto que muchos otros títulos han intentado copiar o adaptar pero que supone un rasgo inherente a Magic y que lo hace un videojuego único.
No os preocupéis si os suena un poco complejo o extraño. Arena hace gala de un tutorial muy completo, que nos ofrece el conocimiento necesario para comprender cómo funciona el título y lanzarnos a competir contra los adversarios que pueblan el juego. De hecho, Hasbro y Wizards Digital Games Studio han confeccionado su propuesta como una experiencia bastante amable en términos de recompensas y progresión con las maestrías, pues aunque hablamos de un videojuego free to play que basa gran parte de su negocio en compras elementos con dinero real, los jugadores pueden montar sus barajas desbloqueando contenido en el título, así como obteniendo de dos a tres sobres cada día si afrontamos los objetivos y desafíos diarios que nos proponen. Con cada apertura, obtenemos nuevas cartas, desde comunes a infrecuentes, pasando por las deseadas cartas míticas y raras, muchas de las cuales son la llave necesaria para construir un mazo competitivo con el que sobreponernos a nuestros rivales y lanzarnos en nuestro camino a la victoria. Aquí cabe destacar la presencia de los comodines, que se generan de forma automática cada seis aperturas de sobres y que generan cartas especiales. A las treinta, por ejemplo, obtendremos una mítica.
Una biblioteca de cartas que crece con el juego físico
Wizards Digital Games Studio no quiere que nadie se quede atrás. Por eso, el juego incluye un sistema de colección similar al del juego de Blizzard, en el que podemos comprar con la moneda del juego una serie de sobres de las diferentes expansiones disponibles, o incluso, si así lo queremos, desbloquear con las compras de cartas físicas sus homólogas en el mundo virtual. Es decir, si vamos a una tienda, y compramos cualquier mazo o pack de colección, encontraremos un código en su interior que nos llevará a desbloquear en el videojuego su versión digital, un aspecto que nos encanta y que nos demuestra que, verdaderamente, el título quiere que coleccionemos poco a poco y que la librería virtual vaya ampliándose en relación a nuestra colección de cartas en la vida real. De hecho, actualmente, Magic: The Gathering Arena sigue el ritmo de las expansiones publicadas. Es decir, va al compás de lo que realiza Wizards en el juego de mesa, permitiéndonos jugar con colecciones que van desde Ixalan, Rivales de Ixalan, Dominaria, Gremios de Rávnica, La lealtad de Rávnica, La Guerra de la Chispa, y las colecciones básicas de 2019 y 2020, a la reciente El trono de Eldraine. En enero, se añadirá una nueva expansión que promete, como siempre, ponerlo todo patas arriba en competitivo.
Magic: The Gathering Arena, como videojuego free to play, incluye un sistema de compras in-game muy simple, con dos elementos monetarios a destacar como lo son las gemas y el oro. El oro se consigue jugando y ganando recompensas a través de los desafíos, las partidas o las misiones que nos vaya ofreciendo el videojuego y se puede usar tanto para comprar sobres o competir en formatos de juego como sellado. Por su parte, las gemas, consideradas el formato premium del título, también puede usarse para adquirir sobres y entrar en torneos competitivos, y se consideran el recurso más valioso en estos términos. No os engañaremos, no es un juego barato si queréis ser competitivo, y hay que destacar que la economía de pago existe en Magic justo como en el formato físico, y por lo tanto podemos comprar gemas con dinero real, con precios que van desde los 4,99 euros por 750 gemas a las 20.000 gemas por 99,99 euros. Una cuenta fácil: si disponemos de unas 600 gemas podemos comprar 3 sobres, si tenemos unas 1200 gemas podremos adquirir unos 6 sobres y con aproximadamente 3000 gemas tenemos la opción de llevarnos unos 15 sobres. Como también ocurre en los naipes de cartón, cada sobre en Arena contiene 15 cartas, con comunes, infrecuentes, raras o míticas. Hace unos meses, Wizards añadió a este sistema un celebrado elemento que evita los duplicados en cartas en nuestra colección, pues si tenemos 4 cartas iguales raras o míticas, transformará automáticamente esa carta en concreto en oro y gemas para el videojuego o en una carta de igual valor que no tengamos en nuestra colección.
Para el análisis se nos han suministrado varios mazos prefabricados y cartas especiales que hemos podido canjear en el juego, haciéndonos más fácil la transición y demostrándonos hasta qué punto se engarzan ambas propuestas. Desgraciadamente, en este aspecto aún queda mucho por hacer, ya que no estaría de más que todas las colecciones del juego de mesa estuviesen presentes, y no las lanzadas desde 2017, aunque comprendemos que se trata de un desafío titánico y muy complejo, y que también va en relación a las cartas disponibles en estándar y el mismo panorama competitivo del videojuego. Sin ir más lejos, y siguiendo la estructura del juego de cartas coleccionables en formato físico, además de las partidas por internet contra usuarios de nuestro nivel, el videojuego oferta multitud de eventos similares a los que se realizan en las tiendas y los torneos oficiales, como el modo Limitado con los Draft de sobres o Sellado -en los que montamos una baraja con las cartas que nos salen en el sobre- o rondas constantes de partidas en las que tendremos que conseguir un número de victorias determinadas y no perder ninguna. Actualmente tenemos formatos como Estándar, Mazo Cerrado y Booster Draft, y de vez en cuando, ofrece eventos limitados, estacionales y variados muy específicos. Además, desde hace unas semanas, podemos jugar una especie de modo histórico, en el que se irán sumando aquellas colecciones que abandonen estándar y en el que se recibirán versiones especiales de cartas históricas.
Cartas, que dicho sea de paso, lucen como nunca. Las ilustraciones, un elemento que siempre ha atraído a los jugadores al juego de mesa, cobran vida y ganan con su paso a lo virtual, contando con elementos tridimensionales, efectos especiales y mucho más. Los combates ganan peso con estos efectos, dejando atrás lo básico de otros juegos como Magic Online y dando un paso más a los mostrado y logrado en Duels of the Planeswalker. Como os explicábamos hace unos meses, esta acertadísima dirección artística nos permite disfrutar de criaturas que saltan del marco de su carta y atacan al rival, insuflando vida a los encuentros, y ofreciéndonos una nueva posibilidad de visualizar un combate de Magic. La interfaz nos sigue pareciendo espectacular, muy cuidada, presentándonos varios detalles que creemos que favorecen, y mucho, la comprensión del videojuego, y que demuestran el interés de sus desarrolladores en hacernos entender las mecánicas de Magic.
Competiciones y eSports: un nuevo cambio de paradigma
Es el otro pilar fundamental de Wizards y su estrategia con Magic The Gathering: Arena. El título incluye un sistema de ránkings similar al de algunos MOBA, con una serie de ligas o divisiones que arrancan en la categoría de bronce y termina en mítico, y que buscan que los jugadores compitan entre ellos para lograr ser el mejor jugador de Magic del mundo. Este aspecto, que puede parecer baladí para los jugadores más tradicionales, es uno de los elementos más importantes del videojuego, pues Blizzard demostró con su citado Heathstone, que los juegos de cartas coleccionables deben tener una estructura online que los alimente y de soporte. Los responsables de World of Warcraft decidieron en su día desembolsar una gran cantidad de dinero en invitar a streamers y programar eventos de presentación, llevando a su juego a las principales ferias y torneos. Poco a poco, se consiguió el efecto deseado: que todo el mundo hablase del juego de cartas de Warcraft.
Con Magic The Gathering: Arena se ha llevado una planificación igual, realizando constantes retransmisiones, organizando eventos en torneos del juego de mesa tradicional que le da nombre y formato y presentando las novedades en algunas de las competiciones de eSports más laureadas del panorama internacional. Ha dado sus frutos. Desde 2018, el videojuego ha doblado la audiencia y los espectadores en Twitch, y se ha convertido en la forma más accesible de entrar al universo de Magic. Y 2020, según han desvelado sus responsables, promete ofrecer incluso más a este tipo de público. "Los pasados 25 años de Magic en su formato más competitivo nos ha llevado a diseñar un programa de eSports que sea más comprensible y que busque respaldar a Magic: The Gathering Arena, así como se respalda e incrementa nuestra inversión en el Magic físico", explicaba hace unos meses Elaine Chase, vicepresidenta de eSports en Wizards of the Coast.
Para empezar, y aunque el juego está únicamente disponible en PC, pronto dará el salto a Epic Games Store y macOS, buscando hacer lo propio también en un futuro en dispositivos con iOS y Android. Con formatos híbridos basados en el juego físico, y con iniciativas como Magic Pro League y Mythic Championships, Wizards of the Coast quiere aunar ambos mundos en una única comunidad, buscando convertirse también en los reyes de los eSports.
Conclusiones finales
Magic The Gathering: Arena es el videojuego definitivo de Magic, aquel que necesitaba un juego en constante expansión y con tanto lore y metajuego detrás de sus sistemas. Apostando por lo gratuito, y con una interesante combinación de lo físico y lo digital, Arena ha dado con la clave. Se trata de un free to play casi perfecto, que nos ofrece la posibilidad de comprender las reglas, traspasar nuestras colecciones físicas de estándar a lo digital -con limitaciones- y que, a través de una interfaz clara y comprensible, permite que nuestras cartas cobren vida en vibrantes combates virtuales. Aunque echamos de menos modalidades ajenas a estándar, como Modern, Pauper o Commander, este titán ha comenzado a conquistar a los jugadores aficionados a los videojuegos competitivos y es el punto de partida ideal para todo aquel que quiera empezar a jugar al título de cartas coleccionables más importante del mundo.
Hemos analizado Magic The Gathering: Arena para PC descargándolo de forma gratuita y complementando nuestra experiencia gracias a un kit de prensa facilitado por ICO Partners.