Análisis de Lost Planet: Extreme Condition (PC)
Tras su exitoso paso por Xbox 360, el juego de acción Lost Planet llega a PC de la mano de la propia Capcom que en esta ocasión no ha querido ceder el testigo a una desarrolladora externa para ofrecer un producto de mayor calidad en comparación con el nefasto historial de conversiones a compatibles ya visto hasta la fecha. Sin embargo, todo usuario que decida darle una oportunidad a este título de acción lo debe hacer sabiendo que se encontrará ante un juego muy del estilo japonés, es decir, que la inteligencia artificial de los rivales estará lejos de sorprender a los aficionados por sus reacciones realistas, ni el desarrollo de la acción será similar a lo visto en algunos de los referentes del género.
En primer lugar, nuestro principal enemigo en el juego serán los casi 100 grados bajo cero con los que nos encontraremos en la superficie planetaria, lo que nos obligará a movernos con rapidez para evitar morir congelados antes de culminar nuestra venganza. Para ello contaremos con la ayuda de un traje de supervivencia que requerirá de energía térmica para mantenernos a salvo de las intempestivas temperaturas; energía que obtendremos tras matar a los terribles Akrid. Y ésta no se trata de una advertencia baladí ya que la energía térmica lo será todo en Lost Planet. Con ella nuestro personaje se mantendrá a salvo del frío y por tanto podrá recuperar su salud lentamente tras cada enfrentamiento. También la energía nos permitirá usar determinadas armas, como las pistolas de energía, o a los grandes robots de batalla que controlaremos en determinados puntos de la aventura. Además, si nos quedamos sin este preciado recurso nuestra salud comenzará a disminuir lenta pero imparablemente hasta que no aguantemos más y muramos helados. Por lo tanto, resultará vital que recojamos el mayor número de estas esferas de energía para poder completar con éxito nuestra misión.
Otro aspecto interesante en Lost Planet lo encontramos en su propio desarrollo de la acción. Con una gran variedad de armas de fuego, en nuestra aventura solamente podremos llevar equipadas dos de estas futuristas armas, lo que nos obligará a ir cambiando constantemente de equipamiento para adaptarnos a las distintas situaciones en las que nos veamos envueltos. De este modo, por ejemplo, cada vez que nos internemos en alguno de los entornos cerrados la escopeta nos será de más ayuda que un rifle de precisión, mientras que éste funcionará mucho mejor en los tramos en los que tengamos que abatir a los rivales desde la distancia. Además, tampoco podemos olvidar las grandas, que en esta creación de Capcom cobran un gran protagonismo dado su enorme potencial a la hora de limpiar entornos plagados de enemigos. Sin embargo, como comentábamos con anterioridad, la inteligencia artificial de los rivales no será nada destacable, lo que a la larga hará que los combates sean de todo menos retos para los más avezados en el género.
Como en otros tantos juegos de acción, y en especial los procedentes de Japón, en Lost Planet nos encontraremos con unos enemigos que no reaccionarán a nuestros actos, sino que se comportarán en base a unas rutinas ya preestablecidas lo que hará que seamos nosotros los que nos tengamos que adaptar a los enemigos, y no ellos a nuestro estilo de juego. Por lo tanto, este puede ser uno de los puntos más críticos por parte de los aficionados al género en el mundo del PC, ya que a todos los enemigos los venceremos con facilidad si conocemos sus rutinas de ataque y sus puntos débiles. Y no está mal, pero sí resulta más extraño encontrarse con unos enemigos humanos que se comportan de forma prácticamente igual a la de los Akrid, lo que no tiene ningún sentido. Y es que no será raro encontrarse con enemigos apostados en una serie de posiciones defensivas, como las clásicas torretas, y ver como ni siquiera se bajarán de las mismas aunque vean que les estamos flanqueando. Se quedarán ahí quietos esperando a que les matemos. Por lo tanto, en este aspecto el juego decepcionará a más de uno, lo que unido a la no excesiva dificultad con la que nos encontraremos, salvo en algunos de los jefes finales, hará que el juego tenga un nivel de rejugabilidad algo bajo. Todo esto pese a tener una gran variedad de situaciones y entornos.
Y es que aunque nos encontremos ante un paisaje completamente helado, en Lost Planet recorreremos una gran variedad de zonas que irán desde las madrigueras de los Akrid a ciudades derruidas pasando por páramos totalmente cubiertos por la nieve. También la variedad de armas nos permitirá realizar todo tipo de maniobras siempre dependiendo de nuestras decisiones, aunque lógicamente siempre habrá estrategias que funcionarán mejor que otras. Sin embargo, los dos elementos que más influyen a la hora de dotar al juego de un buen nivel de variedad son los enormes robots de batalla que podremos controlar en determinados puntos de la partida, y las fases de plataformas que encontraremos a lo largo de la aventura. En el primer de los casos, en esta creación de Capcom podremos estar a los mandos de una serie de robots que irán desde los equipados con una simple ametralladora, hasta otros más grandes con un armamento mas destructivo llegando al punto de poder tener equipada una sierra con la que asestar golpes mortales a los enemigos en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Además, si vemos que el estado de estas terribles máquinas de guerra se encuentra bajo mínimos, podremos bajar de las mismas y coger sus armas para atacar a pié con una mayor contundencia, aunque lógicamente nuestra maniobrabilidad se verá seriamente mermada.
Con estas armas y robots podremos destrozar gran parte de los entornos, usando esta estrategia como alternativa para terminar con grandes grupos de enemigos sin excesivos problemas. Sin embargo, los rivales también pueden cargarse nuestra cobertura por lo que tendremos que tener en cuenta este hecho para evitar quedarnos al descubierto ante una gran oleada de enemigos. Y es que como vemos, la acción frenética no nos dejará prácticamente ni un segundo de respiro, aunque como explicábamos con anterioridad sí habrá momentos para la exploración. En estos casos, nuestro personaje podrá saltar y usar un garfio con el que agarrarse a determinadas estructuras para alcanzar zonas que de otro modo serían inaccesibles, e incluso para localizar zonas ocultas que solamente encontraremos si exploramos concienzudamente los entornos. Por desgracia, en este caso tampoco podemos hablar de unos niveles que permitan el libre albedrío del usuario, ya que por norma serán bastante lineales.
Así pues, en todo momento tendremos que ir de un punto del mapa a otro abatiendo a los enemigos sin tregua, lo que de nuevo viene a resaltar esa falta de profundidad en lo que al sistema de juego se refiere. Sí, estamos ante un título de acción muy frenético y variado en cuanto a las situaciones en las que nos veremos envueltos; pero las rutinas de ataque de los enemigos, y el diseño lineal de los escenarios hacen que la experiencia jugable en Lost Planet se resienta en exceso. También el juego resulta demasiado corto, ya que no tardaremos más de 10 horas en completar el modo historia.
Con la lacra de la escasa duración, la falta de dificultad, y un nivel de rejugabilidad no demasiado alto, esta creación de Capcom también ofrece un divertido apartado multijugador que nos presentará cuatro modalidades de juego distintas. Por un lado nos encontraremos con las clásicas opciones de deathmatch y deathmach por equipos, pero también nos encontraremos con dos modalidades restantes algo distintas que darán algo más de vida a este producto de Capcom. Uno de ellos hará que tengamos que huir del resto de jugadores que querrán eliminarnos a toda costa o viceversa, ser nosotros uno de los cazadores que irán en busca de la solitaria víctima. La restante nos enfrentará en batallas por equipos con el único fin de hacernos con el control de una serie de "puntos de control" repartidos por los escenarios.
También los escenarios en Lost Planet serán de grandes dimensiones, destacando como decíamos su variedad pese a ambientarse en un gélido planeta. En este caso, no podemos sino resaltar los efectos atmosféricos, que sin duda destacarán por su realismo. Lo mismo ocurrirá con el modelado de los personajes y enemigos, que resulta también muy notable, sobre todo en lo referente a los gigantescos jefes finales contra los que llegaremos a combatir, y que contarán con un diseño realmente bueno. Por otro lado, la historia se nos narrará mediante una serie de secuencias cinemáticas que se intercalarán con la acción. En estos casos, disfrutaremos de unos vídeos con una notable factura técnica, aunque la historia que se nos narrará no destacará precisamente por ser la mejor en este tipo de juegos.
En cuanto al sonido, en esta creación de Capcom nos encontraremos con unas buenas melodías que nos acompañarán a lo largo de la acción variando según la situación en la que nos veamos envueltos. Los efectos sonoros también resultarán bastante acertados, sobre todo por su contundencia. Sin embargo, en este apartado en concreto se echa en falta un doblaje, pese a que los textos han sido traducidos a nuestro idioma. Por otro lado, también podemos destacar el trabajo llevado a cabo por la compañía japonesa a la hora de facilitar a los jugadores diversos modos de control, ya que pueden optar por el mando de Xbox 360 compatible con PC, o con otras tantas configuraciones destinadas a facilitar el empleo del teclado y ratón en un juego con una clara jugabilidad de consolas.