Análisis de LawBreakers (PC, PS4)

Los hero shooters, es decir, los juegos de acción en primera persona centrados en el multijugador competitivo donde tenemos que escoger entre una variedad de héroes con sus propias armas, habilidades y características únicas, están indudablemente de moda y cada vez son más estudios los que se atreven a intentar seguir la estela marcada por Blizzard con Overwatch.

Ahora le toca el turno a LawBreakers, lo nuevo de Cliff Bleszinski, el padre de Gears of War, un juego con el que se ha querido combinar la acción frenética y visceral de los clásicos del género como Quake III Arena con la inclusión de personajes totalmente únicos y bien diferenciados que potencien distintos estilos de combate y nos permitan cumplir un rol determinado dentro del equipo.

El resultado tenemos que admitir que ha sido bastante satisfactorio y, aunque no se libra de ciertos inconvenientes que iremos detallando, lo cierto es que nos lo ha hecho pasar genial en las partidas que hemos podido disputar hasta el momento, ofreciendo un entorno competitivo sorprendentemente justo y equilibrado donde lo que prima por encima de todo es la habilidad del jugador y el juego en equipo.

Rompiendo las leyes de la gravedad

Como acabamos de comentar, LawBreakers es un juego completamente centrado en el multijugador competitivo por equipos, por lo que si buscáis algún tipo de campaña o modo para un jugador lo mejor será que miréis para otro lado, ya que aquí no vais a encontrar nada de esto.

Lo primero que destaca del título son sus nueve clases distintas de personajes, todas ellas perfectamente diferenciadas para ofrecer estilos de juego muy distintos, ya que tanto el tipo de armas que usan como sus habilidades son completamente únicas.

Tan pronto estaremos controlando a un gran soldado fuertemente armado con un lanzacohetes capaz de lanzar rayos con sus manos que a una ágil asesina capaz de moverse a toda velocidad por el escenario mientras despedaza enemigos a corta distancia con sus letales dagas.

Al final, raro será que no encontremos un personaje que no se adapte a nuestras preferencias, ya que todos ellos son divertidos de jugar y sorprendentemente competitivos. Esto se debe a que se ha realizado un genial trabajo a la hora de equilibrar a todas las clases, por lo que no hay ninguna que llegue a destacar por encima de las demás o que se quede por detrás. Si sabemos jugar y somos lo suficientemente habilidosos, podremos convertirnos en los reyes de la partida sea con un héroe u otro, algo imprescindible para un título tan competitivo como este.

Otro detalle que nos ha gustado muchísimo y que le da su propia personalidad al título radica en la gran velocidad a la que sucede todo. El ritmo de las partidas llega a ser hasta vertiginoso y quedarnos quietos es lo peor que podremos hacer en ellas, por lo que no pararemos de ver a gente deslizándose por el suelo, corriendo por las paredes, realizando combos de habilidades y pegando grandes saltos sin parar mientras no despegan el dedo del gatillo ni un solo segundo.

Esto se potencia todavía más en las zonas antigravitatorias de cada mapa, en las cuales podremos dar saltos gigantescos y flotar en el aire, lo que da pie a unos tiroteos muy únicos y particulares que nos harán cambiar el chip para adaptarnos a ellos y sobrevivir en estos entornos, ya que nuestra movilidad cambia por completo.

Probablemente estos sean nuestros momentos favoritos de cada partida y donde radique el principal factor diferenciador del juego respecto al resto de sus competidores, por lo que su inclusión se siente como todo un acierto.

En lo que respecta a sus contenidos, el título nos llega con cinco modos y ocho mapas. Destacar que todas las modalidades son por equipos de cinco jugadores y que se basan en la consecución de objetivos, por lo que no hay nada parecido a un Duelo a Muerte por Equipos donde gana el que más bajas consigue. En cambio, aquí tendremos que conquistar bases, defender zonas y capturar objetos para llevarlos a sitios concretos del escenario con pequeñas variantes que le dan algo de variedad (como tener que llevar una pelota a la base enemiga antes de que nos explote en las manos), aunque no hubiese estado de más algo más de diversidad y originalidad en los objetivos de cada modo.

Por su parte, los mapas nos han parecido un tanto irregulares en su diseño, con algunos perfectamente estudiados y repletos de zonas interesantísimas y llenas de posibilidades para dar rienda suelta a unos tiroteos bastante buenos, con otros un poco más genéricos e incapaces de ofrecer grandes duelos entre jugadores.

Quizá por esto último se eche de menos algo más de control a la hora de buscar partida, ya que el modo y el mapa en el que jugaremos siempre se escoge de forma aleatoria, por lo que no habría estado de más incluir una opción para filtrar modalidades y escenarios en el buscador de partidas con el fin de evitarnos jugar en los contenidos que nos parezcan más aburridos y menos inspirados.

En general, se trata de un juego divertido, frenético y tenso en el que vamos notando cómo vamos mejorando a medida que jugamos sin necesidad de que un sistema de progresión nos ayude con mejores armas y equipamiento, lo que consigue que se sienta siempre como un título justo y donde impera la ley del mejor.

Hablando progresión, en Boss Key Productions han apostado por un sistema prácticamente calcado al visto en Overwatch, donde podremos conseguir, subiendo de nivel, unas cajas con botines aleatorios que nos permitirán modificar diferentes aspectos estéticos de nuestras armas y personajes, por lo que nunca afectarán a nuestro rendimiento en el combate.

Lo que no entendemos es la inexplicable decisión de eliminar el tutorial de la versión de PlayStation 4, el cual sí que está presente en PC, obligando a los jugadores a tener que lanzarse directamente a la arena de combate e ir probando cosas sobre la marcha contra otros usuarios que ya están habituado a los controles y a las habilidades de sus personajes, aunque dado el enfoque tan directo que tiene el título, tampoco deberíamos tardar demasiado en comenzar a defendernos y a realizar nuestras primeras bajas.

Gráficamente estamos ante un título bastante competente, con un buen modelado de personajes, multitud de efectos de calidad y escenarios bien detallados, aunque se nota que la prioridad ha sido asegurar un buen rendimiento, algo que en la versión normal de PS4 no se ha conseguido del todo, a diferencia de PS4 Pro y PC, donde el título funciona como la seda. Probablemente nuestra mayor pega aquí la tengamos en su apartado artístico, completamente genérico y sin personalidad alguna, con un diseño de héroes que no dice nada y que podría haber dado mucho más de sí.

En lo que respecta al sonido, tenemos una banda sonora bastante buena de corte industrial en la que han participado grandes artistas como Mick Gordon, Jason Graves o Jack Wall, por mencionar algunos ejemplos, por lo que os podéis hacer una buena idea de su calidad y de lo bien que encaja con la temática del título. La mala noticia es que esta queda relegada principalmente a los menús, por lo que durante los combates serán los efectos los grandes protagonistas de la función, bastante variados y buenos.

Conclusiones

LawBreakers es un juego que sabe cómo subirnos la adrenalina al máximo gracias a su vertiginosa forma de entender la acción, devolviéndonos a una época en la que los shooters competitivos se caracterizaban por su rapidez e inmediatez, y donde la habilidad del jugador lo era todo, aunque también se ha aprovechado la ocasión para introducir un buen número de detalles modernos para adaptarse a los tiempos actuales.

Si bien es cierto que no se libra de algunos problemas, como su limitado sistema de búsqueda de partidas, el irregular diseño de sus mapas o su genérico apartado artístico, al final acaba compensándolo con lo más importante de todo: su jugabilidad. Si todo lo que aquí habéis leído os llama la atención, no dudéis en darle una oportunidad, ya que probablemente os llevéis una grata sorpresa.

Hemos realizado este análisis con un código de descarga para PS4 que nos ha facilitado Boss Key Productions.