Análisis Lamentum, terror pixelado con sabor clásico (PC, Switch, Xbox One, PS4)
Los juegos de miedo, muy posiblemente, llegaron a un público mayor con la llegada de los 32 y los 64 bits, gracias a las sagas de Capcom y Konami conocidas por todos. Eso no quiere decir que no hubiese otros exponentes del género en generaciones anteriores, como Sweet Home o Clock Tower. Ahora, el estudio español Obscure Tales nos ofrece una experiencia que combina ambos.
Un viaje al pasado
Lamentum es un survival horror que quiere recuperar el diseño de los clásicos, inspirándose, obviamente, en los grandes exponentes del género como Resident Evil y Silent Hill. Todo ello, eso sí, desde una perspectiva cenital y estética pixel art que nos recuerdan inevitablemente a los precursores del terror que vimos en consolas de 16 e incluso 8 bits. En cierto modo, para los veteranos del género es como volver a casa.
El survival horror siempre puede apostar más por el combate o por la exploración –o, por supuesto, buscar un equilibrio–, y en este caso la segunda es la prioridad.
Esto quiere decir que vamos a recorrer una mansión buscando objetos, interactuando, resolviendo puzles, accediendo a nuevas áreas y desbloqueando puertas hasta que nos la conozcamos como la palma de nuestra mano, y aunque los enemigos no escasean, los momentos en los que tendremos que luchar son muy limitados.
Es un acercamiento que no nos parece mal en absoluto. El combate, ya sea cuerpo a cuerpo o con armas, es un tanto limitado –propio de un survival horror–, así que no nos parece un problema demasiado grave. Habría estado bien tener más momentos al estilo «pasillo de Resident Evil», de estos en los que sabes que puedes correr pero casi que es mejor luchar porque sabes que si no te van a coger, pero combinando la carrera y el esquive es fácil evitar a la mayoría de enemigos.
Como buen survival horror clásico, también tenemos gestión de inventario. Es bastante limitado, y aunque hay lugares para almacenar los objetos, es bastante fácil quedarte sin espacio para objetos importantes. Esto, unido a que no podemos soltar objetos, nos va a obligar a darnos muchos paseos innecesarios que podrían haber servido para agilizar un poco la experiencia. También queremos destacar que contamos con un modo «clásico» de guardar la partida en el que sólo podemos hacerlo si tenemos un bote de tinta, aunque es posible jugar con botes infinitos. Eso sí, sólo podemos guardar en las zonas designadas para ello.
Lo más importante de Lamentum es que es un juego muy ágil, que siempre te está dando las pistas necesarias, sin ser demasiado obvias, para progresar. Eso hace que sea difícil perderte, al menos en el sentido de no saber qué hacer. Es más fácil perderte por la mansión, pero eso es parte de la experiencia. Todo esto hace que las casi cinco horas que nos ha durado hayan sido muy entretenidas, y prácticamente sin tiempo para aburrirnos.
El miedo en los píxeles
En lo audiovisual, Lamentum se queda un poco corto. Y no necesariamente por su estilo artístico, sino por el conjunto. El terror, generalmente, son múltiples elementos trabajando juntos, y aquí no terminan de conseguirlo. El sonido está muy, muy descuidado, con música ambiental que no termina de cumplir su cometido y juega un papel anecdótico. De igual modo, los efectos de sonido se quedan un paso por debajo de lo esperado. Incluso con estética pixel art, se pude conseguir ese miedo a lo desconocido, a lo que aguarda tras cada esquina, y Lamentum rara vez lo consigue.
Aun así, Lamentum cumple su cometido como survival horror sin problemas, consiguiendo darnos incluso algún sustillo. Para ello, también se apoya en la historia, que sin ser revolucionaria consigue mantenernos interesados y animarnos a seguir jugando. Aquí nos vamos hasta Nueva Inglaterra, a mediados del siglo XIX, y acompañamos a Victor, un aristócrata que viaja a la mansión Grau Hill con la esperanza de encontrar una cura para su mujer, enferma y aparentemente sin remedio. Sobra decir que las cosas se pondrán feas. Además, podemos tomar diferentes decisiones a lo largo de la aventura que darán lugar a diferentes finales. Por supuesto, como juego español, nos llega con textos en castellano.
Un terror familiar
Quienes disfruten con los survival horror clásicos tienen que, al menos, echarle un ojo a Lamentum. Incluso con sus limitaciones, es capaz de ofrecer una aventura muy entretenida, que está constantemente animándonos a avanzar y que sabe ofrecer esa sensación de progresión no sólo en lo jugable, sino también en lo narrativo y lo visual. Un consejo, eso sí, es que si os interesa evitéis buscar mucha información. Para nosotros, jugándolo a ciegas, ha sido importante ver esa evolución y cómo todo se vuelve más loco, y muchas de esas sorpresas están en internet... incluso en la propia página oficial del juego. Si echáis de menos este tipo de aventuras que recuperan el miedo de la vieja escuela, Lamentum es una buena opción.
Hemos realizado este análisis en su versión de PC con un código proporcionado por Neon Doctrine.