Análisis Jupiter Hell, rol por turnos, roguelike y un homenaje a Doom (PC)
El verano siempre suele ser un momento ideal en el que videojuegos de corte independiente pueden salir a la luz ya que cuentan con un espacio en el que no hay tantos grandes lanzamientos de títulos AAA que puedan eclipsarles, encontrándonos en cada periodo estival con distintas joyitas que, en otro momento, quizás pasarían desapercibidas.
Este verano una de estas pequeñas joyas ha sido Jupiter Hell, un título que se lanzó hace dos años en acceso anticipado de Steam (aprovechando también el verano) y que ha ido creciendo y ganándose adeptos hasta su lanzamiento final, trayéndonos una obra muy especial que rinde tributo a clásicos como Doom (con guiños también a otros títulos como Resident Evil o Half-Life) pero aportando algo muy especial, convirtiendo un shooter en un notable juego de rol por turnos con tintes de roguelike que nos engancha desde la primera partida.
Un marine enfrentándose a fuerzas demoniacas
A nivel narrativo Jupiter Hell nos recuerda mucho a Doom ya que estamos ante un juego basado en un universo de ciencia ficción típico de los 90, con un marine estrellando su nave contra una estación espacial cercana a las lunas de Júpiter encontrándose con unas instalaciones abandonadas llenas hasta la bandera de zombis, demonios, robots y otros monstruos y seres que deberemos de destrozar gracias a un completo arsenal de armas acompañado de una estética retro y de música heavy metal para hacer que nos sintamos en la época clásica de los shooters… sin estar ante un juego de disparos como tal.
Un juego de rol y roguelike por turnos muy interesante que se disfruta más con mando
En las pocas líneas que llevamos de este texto ya nos habéis leído mencionar en un par de ocasiones que Jupiter Hell rinde tributo a varios clásicos de los videojuegos y, sobre todo, a la saga Doom de id Software (particularmente a Doom 3 por su tono más oscuro) así que puede que lo primero que se os venga a la cabeza es que estamos ante un shooter con vista isométrica que va a ser desafiante, frenético y muy pero que muy divertido.
Sin embargo, la realidad está bastante lejos de lo que esperáis del juego a nivel de género (frenético y divertido es un rato), ya que es un RPG por turnos que brilla mucho y que se controla de maravilla con mando. De hecho, si decidimos jugarlo con los controles habituales de PC ni siquiera utilizaremos el ratón ya que todo lo haremos con el teclado (de ahí que la accesibilidad del mando en este caso concreto nos parezca más acertada).
Si hablamos de los turnos, en Jupiter Hell no hay iniciativas ni un orden de acción predefinido, sino que todos los "protagonistas" que vemos en pantalla actúan al mismo tiempo, de una forma similar a la que ocurría en un juego lanzado en 2016 llamado Superhot que, a nivel personal, me encantó cuando lo probé en su momento. Para explicarlo bien, nos iremos moviendo por las diferentes casillas y cada acción, al mismo tiempo, se verá replicada por la de un enemigo a la par que la nuestra, es decir que nuestro protagonista y cualquier rival se mueve a la vez que nosotros, dispara a la vez que nosotros y, en definitiva, actúa al mismo tiempo que nosotros, siendo las únicas diferencias en las acciones la cadencia de disparo de las armas cuando estamos en combate o lo que tardemos en encontrar una posición segura.
Subida de nivel, muerte permanente y una nueva aventura en cada partida
También encontramos otras mecánicas típicas de los juegos de rol y los roguelike que diferencian este tributo a Doom de los shooter corrientes y molientes. Nuestro protagonista, a medida que reventamos a tiros a los enemigos, va ganando experiencia y subiendo de nivel, pudiendo seleccionar diferentes clases y subclases que nos otorgaran distintos beneficios y cualidades para enfrentarnos al mal durante el resto de la partida.
Otro elemento clave es la muerte permanente de nuestro protagonista que, en cuanto se quede a 0 puntos de vida fallecerá obligándonos a empezar de nuevo la partida… encontrándonos una aventura totalmente distinta ya que los mapas se generan de forma aleatoria para que cada nueva intentona sea todo un desafío para el jugador.
Tal y como el propio título nos recuerda habitualmente, hay que tener en cuenta que estamos en un juego por turnos así que no hay ninguna prisa y pese a que en nuestras primeras partidas el cuerpo nos pedía movernos como si estuviéramos ante un juego de acción desenfrenado, poco a poco (a base de muertes y de morder el polvo) fuimos aprendiendo a tomarnos las cosas con más calma, disfrutando de lo que nos propone Jupiter Hell y atrapados en un infierno muy interesante a nivel jugable que es muy fácil de consumir aunque tiene más profundidad en sus mecánicas de lo que parece en un primer momento.
Una interfaz un tanto confusa y un buen rendimiento en PC
Pasando al aspecto técnico, evidentemente no estamos ante una obra maestra del videojuego a nivel gráfico y tampoco lo necesita ya que apuesta por brillar en su jugabilidad y en ofrecernos un buen apartado artístico acompañado de una estética retro que encaja bastante bien con lo que el juego quiere ofrecernos tanto a nivel visual como sonoro. De hecho, en este sentido lo único que creemos es que el juego cojea algo en su interfaz que podría ser algo más clara para el jugador.
En cuanto al rendimiento como tal y como era de esperar en un juego de este estilo, en nuestro ordenador con una gráfica NVIDIA GeForce RTX 3080, procesador Ryzen 5900X, 32 GB de RAM, almacenamiento SSD NVme y Windows 10 a 1440p y opciones gráficas al máximo hemos superado sin problemas los 144 fps que necesitamos para disfrutar de la tasa de refresco de nuestro monitor (de hecho pudimos superar los 400 fps si desactivamos la sincronización vertical) sin encontrarnos ni un solo bug, caída de frames o error de gravedad durante nuestras horas de juego.
Conclusiones
Jupiter Hell es un homenaje a Doom y otras grandes sagas de videojuegos de los 90 que brilla con luz propia gracias a unas mecánicas de rol por turnos muy bien planteadas, toques de roguelike que lo convierten en un desafío y un gran carisma en su propuesta jugable que hace que sea una de las pequeñas joyas independientes que nos deja el verano y un ejemplo de que títulos en acceso anticipado pueden llegar a convertirse en juegos notables si se les dedica el mimo y tiempo suficiente.
Hemos realizado este análisis gracias a un código para PC proporcionado por Evolve PR.