Análisis ITTA, un desafiante 'bullet hell boss rush' (PC, Switch)

Los juegos de desarrollo independiente siguen dando de comer a muchos usuarios en los tiempos actuales, una época en la que apenas se dejan caer títulos del tipo o estilo que sea. Itta es una de las producciones más recientes en llegar, siendo PC y Switch (a través de sus respectivas tiendas digitales) los formatos en los que se ha dejado ver esta obra del estudio Glass Revolver, siendo la versión para la consola de Nintendo la que hemos podido probar. Un juego que llega sin armar demasiado alboroto y que, como sucede tantas veces en estos casos, se ha confirmado como una sorpresa bastante notable en líneas generales.

A pesar de que normalmente las narrativas que tienen que ver con títulos de esta idiosincrasia suelen carecer de demasiado trasfondo (ni interés, dicho sea de paso), en esta aventura sucede lo contrario. No es que estemos ante una obra sobresaliente en cuanto a su historia se refiere, tampoco es eso, pero lo que en un principio da la sensación de ser un guion más o menos simple, poco a poco se va convirtiendo en una trama bastante más atractiva de lo que parecía inicialmente. La protagonista es Itta, una joven que al comienzo del juego se despierta y… se ve rodeada de una tragedia: toda su familia ha muerto, menos su madre, la cual ha desaparecido.

¿Qué habrá sucedido? ¿Quién o qué es Itta en realidad? ¿Y qué pasa con el gato espectral que nos acompaña durante toda la aventura? Para dar respuesta a todo esto tenemos que ir explorando un mundo (o dos…) de fantasía que está habitado por seres enigmáticos con los que es posible dialogar (los textos están traducidos a nuestro idioma), unos seres de lo más extraño en muchos casos que en general se muestran bastante crípticos con sus mensajes. Y es que cada vez que contestan a una de nuestras dudas acerca de lo que sucede a nuestro alrededor, también nos plantean nuevas cuestiones que tendremos que ir resolviendo. Un viaje de lo más curioso y absorbente que nos traza numerosas preguntas constantemente sobre temas muy diversos.

Aniquilando jefes finales

Detrás de esta narrativa tan misteriosa se abre un título bastante apetecible, especialmente para los amantes de los retos exigentes. Eso es, porque más allá de la estética más o menos agradable que muestra el título en su conjunto y de lo sosegado que parece de inicio, pronto nos damos cuenta de lo que nos ofrece en realidad. Estamos ante una aventura en plan boss rush y jugabilidad 2D que combina diversos elementos de manera bastante acertada. De hecho es un título que nos ha recordado en diversos momentos y por circunstancias diferentes a juegos como Hyper Light Drifter (por su estética), Titan Souls (por parte de su desarrollo), Shadow of the Colossus (por su sistema de juego global), Monster Hunter (por su mapa y delimitación de zonas de juego) e incluso Zelda (por todo lo relacionado con la exploración y el empleo de bombas para dar con zonas secretas). Y a todo esto se añade el ingrediente fundamental, las batallas contra los jefes finales, las cuales vienen a ser una fiesta bullet hell que agradará mucho a los fans del género.

Pero vayamos poco a poco. La jugabilidad que plantea en términos generales esta producción es muy sencilla. Debemos explorar un mundo bastante particular (y de gran belleza) para dar caza a unos entes que vienen a ser final bosses, siendo necesario liquidar a 10 de estos tipos de inicio a los que más tarde se suman casi el doble. Una estructura de juego que recuerda bastante a lo vivido en títulos anteriormente mencionados como Titan Souls o, salvando las distancias lógicas, Shadow of the Colossus, si bien en este caso hay bastante más que hacer entre batalla y batalla que simplemente ir de un punto a otro de los escenarios en busca del nuevo gran rival al que tenemos que derrotar.

Dichos decorados están compuestos por pequeñas zonas que están conectadas entre sí al más puro estilo Monster Hunter pero en miniatura, pudiendo consultar unos sencillos pero útiles mapas (una vez que los vamos consiguiendo) bastante esquematizados que nos marcan nuestra posición, la de los rivales que debemos liquidar y la de ciertos personajes importantes. Efectivamente, no estamos solos en esta especie de mundo alternativo ya que en él habitan golems de piedra medio destruidos, un tipo muy curioso que nos repara las armas que nos vamos encontrando, estatuas misteriosas, arquitectos… Unos personajes con los que es posible dialogar perfectamente (textos en español) y que normalmente nos dan pistas sobre lo que debemos hacer a continuación o, también, sobre el entorno que nos rodea, dando forma a una historia que cada vez va ganando más interés como ya os comentamos anteriormente.

¿Y qué más podemos hacer mientras exploramos los escenarios? Pues abrir bien los ojos y tratar de mirar detrás de una bella catarata para descubrir un corazón adicional, hallar mapas, usar bombas a destajo para acceder a zonas secretas al más puro estilo Zelda, superar algún que otro sencillo puzle, buscar a personajes determinados… Pero quizá nuestro principal punto de interés es el de dar con nuevas armas que añadir a nuestro arsenal tales como recortadas, cañones o ametralladoras. Un arsenal que sin duda vamos a emplear a fondo cuando llega la hora de enfrentarnos a los jefes de turno que nos esperan tras unas puertas especiales y que, os lo garantizamos, van a poner a prueba vuestra habilidad.

Efectivamente, la parte más importante de esta obra son las batallas contra personajes de todo tipo que viene a ser un festín bullet hell realmente exigente. Puede que los primeros jefes no sean gran cosa y podamos despacharlos sin demasiadas complicaciones, pero os aseguramos que algunos de los que os aguardan más adelante os harán morder el polvo en más de una ocasión. El control es muy sencillo y es en plan twin stick shooter, pudiendo emplear también la clásica maniobra de esquive que nos concede inmunidad durante unas preciadas milésimas de segundo. Una acción fundamental para sortear los centenares de balas, kunais, bolas letales y demás proyectiles que nos lanzan sin piedad los distintos adversarios a los que tenemos que plantar cara. Unos rivales que muestran unos patrones de ataque claramente diferenciados y que, a medida que les dañamos, se van volviendo cada vez más rápidos y poderosos, cambiando incluso algunos de sus movimientos. Unas batallas muy exigentes que pueden llegar a desesperar a ciertos usuarios, si bien es posible ir rellenando un medidor que despierta una bestia que se encuentra en el interior de la protagonista y que la convierten en un ser invulnerable durante unos instantes, causando además más daño a los enemigos.

Unas batallas vibrantes en las que es necesario estar muy concentrados para no sucumbir ante su devastador poder. Por lo tanto estamos ante un título bastante particular y entretenido pero que, eso sí, se hace corto, dado que a pesar de su elevado nivel de dificultad no durará más de cuatro horas (o incluso algo menos a los jugadores más expertos). Una experiencia de juego intensa pero efímera que ha sido bien acompañada por una faceta gráfica que nos ha recordado bastante a la misma plasmada en Hyper Light Drifter, muy retro y de bonita estética, así como por melodías excelentemente interpretadas pero que se hacen un tanto repetitivas.

Una aventura absorbente y desafiante, pero corta

No son muchos los títulos independientes que han aparecido este año que hayan conseguido llamarnos tanto la atención como lo ha logrado Itta. Un título que evoca a producciones tan variopintas como Titan Souls, Shadow of the Colossus, Zelda o cualquier shooter de estilo bullet hell pero que se las ingenia para acaparar una personalidad propia… y tremendamente cautivadora. Una aventura cuyo principal inconveniente es su escasa duración, unas cuatro horas, pero que es capaz de proporcionar unos niveles de diversión, emotividad y excitación realmente estimables. Una obra que además posee una sensacional disposición estética y una banda sonora excelente aunque algo reiterativa.

Hemos realizado este análisis en su versión de Switch con código de descarga proporcionado por Game if You Are.