Análisis de Hard Reset: Redux (PC, Xbox One, PS4)

El estudio polaco Flying Wild Hog nos sorprendió hace ya unos años con Hard Reset, un llamativo y magníficamente ambientado shooter subjetivo que hizo las delicias de los usuarios de PC. De hecho, se convirtió en juego de culto para un grupo bastante amplio de jugadores de esta plataforma.

Bien, con más tiempo del deseado por algunos de nosotros este mismo estudio, en colaboración con Gambitious Digital, acaba de poner en liza una versión remasterizada de dicho título original para las Nuevas Consolas, si bien también va a aparecer en PC. El nombre de esta adaptación es Hard Reset: Redux, versión que trae consigo ciertas mejoras y modificaciones en relación a lo disfrutado en el título original.

Futuro cibernético

La trama que lleva consigo este shoot´em up subjetivo es exactamente la misma que ya vivimos años atrás. La aventura transcurre en un futuro distante, exactamente durante el año 2436, fecha en la que todo es muy diferente a lo que conocemos ahora mismo.

Siguiendo la pauta marcada por otras obras tanto cinematográficas como ligadas al mundo de los videojuegos como Blade Runner, Perfect Dark o Deus Ex, el título nos pone en una situación en la que el mundo ha sido tomado por la tecnología, las luces de neón, los coches y naves voladores y la publicidad "flasheante" indiscriminada.

Bezoar es la ciudad ficticia que acoge esta aventura, urbe que debemos tratar de mantener a salvo del asedio de las máquinas que tratan de asolarla. El papel que debemos asumir es el del Comandante Fletcher, un soldado mejorado que debe hacer uso de todos sus poderes y, sobre todo, avanzada tecnología armamentística y de equipo para aplacar las oleadas de robots que debe hacer frente para liberar la ciudad de dicho mal… ¿O no es así? ¿Qué se esconde detrás de todo?

La historia goza de mayor profundidad de lo que parece y, además, ésta va deshilvanándose a través de diversas escenas que vienen a ser cómics animados. El problema de todo esto es que dichas secuencias no son precisamente lo mejor que nos depara el título, siendo confusas y no especialmente bien interpretadas, lo cual supone un problema. Y a esto no ayuda el hecho de que todo el juego esté en inglés, textos y voces, aunque en este caso y teniendo en cuenta el estilo de juego que tenemos entre manos, en esta ocasión no nos parece un gran inconveniente.

A pesar de todo esto, por lo menos el título se las apaña para mantener algo de interés en lo que a su historia se refiere, si bien se trata de un elemento totalmente secundario. Lo principal de este título es, por un lado, su curioso desarrollo del que enseguida vamos a hablaros y, por otro, su implacable nivel de acción, siendo un continuo recital de disparos, explosiones y destrozos varios.

Armados y peligrosos

Uno de los elementos más llamativos y curiosos de todos los que presenta el título es su dualidad en lo que al arsenal se refiere. El protagonista puede empuñar dos clases o ramas diferentes de armas: las de fuego basadas en munición y las de energía.

Al comienzo solo es posible llevar un rifle convencional y otro de plasma, pero a medida que avanzamos y vamos recogiendo el dinero (NANO) suficiente, es posible ir desbloqueando nuevas armas que se engloban en una y otra categoría como escopetas, lanzagranadas, espadas láser y muchas otras más. Cada uno de estos tipos de arma consume un tipo de munición diferente (salvo la espada, claro), pudiendo pasar de unas a otras fácilmente mediante una rueda on screen.

Pero hay más. Dicho recurso también podemos invertirlo en ir mejorando aquellas armas que más nos interesen o, también, ampliando los gadgets que puede emplear el personaje principal. Mejoras de salud y regeneración, radares de varias clases distintas o una resistencia más elevada son algunas de ellas, las cuales se pueden plasmar mediante unas máquinas (que están repartidas por los decorados) que cuentan con varios núcleos de mejora principales. Un elemento de juego que sin duda nos ha parecido muy atractivo, lo que nos anima a explorar los fondos en busca de dicho recurso tan preciado.

Estos escenarios son bastante lineales y, de hecho, es necesario avanzar por aquellos lugares previamente prefijados. Se trata de un juego que ofrece un sistema de juego muy clásico, y recuerda a los shooters que disfrutábamos hace un par de décadas atrás, con todo lo bueno y lo malo que esto conlleva. La ya señalada linealidad de la acción se hace muy evidente en según qué fases, y es posible que aquellos usuarios acostumbrados a los juegos de acción actuales se sientan demasiado "oprimidos" en esta obra. Eso es incuestionable. Pero por fortuna el título nos proporciona otros ingredientes y alicientes que nos animan a avanzar.

Así de entrada, los abundantes tiroteos nos parecen muy emocionantes y frenéticos. Decenas de máquinas, robots de buen tamaño, mini naves y demás enemigos campan a sus anchas por los decorados. Y en cuanto nos divisan, salen a por nosotros como si su vida dependiera en ello. Pero lo mejor de todo es que tenemos varias formas de acabar con ellos. Al ya señalado más que amplio arsenal del que podemos echar mano, el título también nos anima a acabar con los rivales de maneras más creativas.

Los decorados están repletos de elementos con los que es posible interactuar tales como máquinas, bidones explosivos, baterías, coches y demás objetos que pueden ser detonados para que salten por los aires o emitan fuertes descargas eléctricas. Evidentemente nosotros también somos vulnerables a dichas explosiones y daños pero, si conseguimos colocarnos en posiciones ventajosas, resulta muy aconsejable y sugerente emplear a nuestro favor dichos objetos para liquidar de manera mucho más sencilla (y satisfactoria) a los rivales.

Eso por una parte. Como también os hemos comentado, es necesario explorar a fondo los recovecos de los escenarios para dar con algunos secretos, lo cual aporta algo de diversidad a las partidas. Y por último y aunque no es que sean ni muy llamativas ni tampoco numerosas, de vez en cuando también es necesario efectuar algún que otro salto para superar algunas mini secciones plataformeras, más ocasionales y esporádicas de lo que suele ser común últimamente en el género pero que, también, aportan algo de dinamismo a una mecánica de juego muy clásica.

Como veis se trata de una oferta de juego muy básica pero, si sois jugadores veteranos o echáis de menos los shooters de antaño, seguramente sepáis sacarla provecho. Nosotros mentiríamos si nos os dijéramos que lo hemos pasado realmente bien durante la media docena de horas aproximadamente que dura el título, al menos en su modo principal. Sí, porque al margen de esta opción el juego presenta otras modalidades complementarias más que es necesario desbloquear en su mayoría como EX Mode, Heroic Mode o Supervivencia, modalidades meramente complementarias y que tratan de prolongar algo más la vida útil del título.

¿Alguna de estas opciones de juego es multijugador? No. Se trata de un juego pensado para ser disfrutado en solitario, tened esto en cuenta, dado que muchos usuarios suelen decantarse por este tipo de juegos precisamente por su vertiente multijugador.

¿Y qué ofrece esta edición Redux como novedades en relación a lo disfrutado en el juego original? Pues son varias. De entrada y en lo referente a su vertiente jugable, esta edición consta de nuevas armas, enemigos y cierto "rebalanceo" de algunas secciones que resultaban demasiado complicadas (y de manera gratuita) en el título original. Pero más allá de eso, se trata del mismo juego, con los añadidos DLC agregados de serie basados en la expansión Exile.

Pero sin duda su mayor salto cualitativo queda enmarcado en su área técnica. El motor gráfico Roadhog ha sido readaptado para sacar cierto provecho de la capacidad técnica de las nuevas plataformas. Y decimos "cierto" porque a pesar de eso no penséis que estamos ante un título descomunal en este sentido, ya que queda patente en diversos apartados su veteranía, sobre todo si nos detenemos a apreciar el aspecto de la mayoría de las texturas que se dejan ver en los fondos, pixeladas en algunas ocasiones.

Pero donde sí que destaca esta readaptación es en todo lo relacionado con su ambientación. Cualquiera que haya disfrutado de obras cyberpunk como las que os hemos comentado antes se sentirá realmente maravillado al observar el cautivador aspecto que presenta la ciudad que alberga la aventura, con carteles luminosos por doquier que tratan de arrojar algo de luz a los oscuros y desangelados callejones.

El sonido tampoco desentona y aunque los diálogos suenan algo enlatados (a propósito, o eso queremos pensar), las melodías ambientales se adaptan bien a lo que sucede permanentemente en pantalla, siendo un título bastante cuidado en este aspecto.

Conclusiones

Se nota que este shooter subjetivo está orientado especialmente para todos aquellos que crecimos con los juegos clásicos de este género. Se trata de un título muy lineal en lo que a su desarrollo se refiere y que no ostenta una duración acorde con los tiempos que corren pero, si pasáis por alto ambos inconvenientes, descubriréis un título muy gratificante que os hará sumergiros en una atmósfera cyberpunk muy lograda y, para muchos, embriagadora.

Hemos realizado este análisis en su versión de Xbox One con un código de descarga que nos ha proporcionado Evolve PR.