Análisis de Half-Life 2 Episode Two (PC)

Dicen que lo bueno se hace esperar. Y desde luego en Valve Software se toman esta frase hecha al pie de la letra si tenemos en cuenta el casi año y medio transcurrido entre el Episode One, anterior expansión de la saga y esta nueva que nos ocupa. Pero con Valve pasa lo mismo que con compañías como Blizzard… que se le perdona todo. Y es que hablar de Half-Life es hablar de uno de los mejores videojuegos de la historia (para muchos el mejor). Una fascinante odisea de ciencia-ficción mezcla de aventura/exploración y acción aderezada con pequeños puzzles, todo ello en primera persona. El primer Half-Life aparecido en 1998, transcurría en un gran complejo de investigación secreto del gobierno llamado Black Mesa. Nuestro protagonista, Gordon Freeman, es un doctor en física teórica que trabaja allí y que se verá envuelto en un experimento fallido con el catastrófico resultado de la apertura de un portal dimensional que transporta a la Tierra horribles seres alienígenas. Nuestro héroe debía escapar del complejo enfrentándose a las extrañas criaturas venidas del portal así como a las propias fuerzas militares de nuestro gobierno, las HECU (Hazardous Environment Combat Unit) enviadas para aniquilar todo ser viviente que quedara en el centro, fueran testigos humanos o seres extraterrestres. Half-Life 2 transcurría diez años después del incidente Black Mesa y las cosas habían cambiado bastante… para mal. Ahora la acción se traslada a la opresiva y fascistoide Ciudad 17. No es plan de desvelar aquí todos lo ocurrido en esta segunda parte (algunos lectores pueden jugar por primera vez HL2 y las posteriores expansiones que nos ocupan con el Orange Box) salvo que nuestro físico teórico favorito esta vez será pieza clave en la rebelión de unos pocos humanos contra los alienígenas Combine -llamados la Alianza-, que tienen el control sobre una devastada y deteriorada Tierra. El Episodio Uno continuaba la historia inmediatamente después del fin de HL2. Nuestro objetivo principal era volver a Ciudad 17 para estabilizar el reactor o núcleo principal de la ciudadela y así ganar un tiempo precioso que nos permitiese alejarnos lo suficiente de ésta antes de su inevitable explosión –hechos que se nos resumirán brevemente al comienzo de esta nueva expasión mediante un video-. Ahora en el Episodio Dos deberemos llegar a una base de la resistencia llamada White Forest atravesando un extensísimo bosque, previa visita "guiada" a una colmena de hormigas león. En esta trepidante aventura estaremos de nuevo acompañado gran parte del tiempo por nuestra inseparable compañera Alyx Vance, siendo esta vez clave en el devenir de la historia (con la inevitable aparición de G-man incluida). La idea de desarrollar tres expansiones (llamadas obviamente Episode One, Two y Three) que complementaran a Half-Life 2 tenían un doble objetivo: por un lado, desarrollar aún más toda la historia tras lo sucedido en HL2 y de paso, enriquecer todo lo que rodea a este gran universo de ciencia-ficción que es Half-Life; y por otro lado, hacer más corta la espera para la siguiente entrega, Half-Life 3. A la vista de los largos, casi eternos, desarrollos de la compañía americana, nos parece sin duda una idea excelente. Pese a que ya tenemos en ciernes nuevos motores gráficos realmente brutos como el Unreal Engine 3 (Bioshock, Gears of War, Unreal, Tournament III…) y sobre todo, el Crytek Engine 2 desarrollado para el todopoderoso Crysis que sale el mes que viene; el que desarrolló Valve para Half-Life 2, llamado Source sigue manteniendo el tipo más que decentemente tres años después de su salida. Ello es posible gracias a que es bastante escalable y paulatinamente se le han ido añadiendo efectos tales como HDR (alto rango dinámico) y ya en este Ep2, mejores efectos de luces, partículas y texturas, sombreado dinámico y Phong Shading (una variante del Vertex Shading con resultados increíbles en el suavizado de texturas como podremos apreciar en el Vortigaunt que nos ayuda). También se ha mejorado sustancialmente la física del juego (veremos algún derrumbe espectacular) y las expresiones faciales de los personajes, mostrando en conjunto un apartado gráfico poco sorprendente a estas alturas pero si muy bueno.

Ahora bien, quizás lo más impresionante del motor Source sea su tremenda optimización, algo por desgracia, bastante escaso en el mundillo PC en los tiempos que corren. Baste decir que en un equipo con Atlon 64 3500+, Radeon x800XL y 1 GB de RAM –es decir, un ordenador con dos años y medio de vida- a 720p con prácticamente todos los detalles a tope, la tasa de imágenes se mantenía perfectamente a 35-40 en exteriores (a veces incluso 45 sin problemas), llegando a rozar los 55-60 en algunos interiores. Chapeau. La saga de Valve siempre mantuvo en todas sus entregas un doblaje al castellano notable. Pero parece ser que esta vez (al menos de momento) nos quedaremos sin ello. Bueno, nosotros y los italianos, pues el juego viene con voces en inglés, alemán, francés y ruso. Hay rumores que afirman que la versión para tiendas físicas que sale el día 18 sí incluirá el doblaje y para las versiones Steam habrá una actualización o parche, pero el caso es que a día de hoy no hay absolutamente nada confirmado. Personalmente opino que no supone una traba demasiado grande el jugar con las voces originales y subtítulos en castellano, pero es lógico que haya personas que estén bastante molestas. Y más cuando Valve siempre ha cuidado muchísimo este aspecto (hasta Lost Coast venía doblado). Suponemos que EA, que distribuye físicamente podría hacer algo al respecto. En fin, incomprensible esta decisión y un auténtico lunar en el juego si finalmente no hubiera doblaje alguno. Half-Life nunca ha destacado por su música. Valve siempre prefirió el predominio de los sonidos ambientales del propio juego, con la inclusión de pequeños fragmentos musicales en determinados momentos clave que acompañan perfectamente como escenas de gran tensión. En esta ocasión se sigue exactamente la misma pauta. Los efectos sonoros siguen siendo perfectos: el arma gravitatoria, explosiones, disparos, el aleteo de las hormigas león o los propios raptores.

Pese a que gráficamente luce a un gran nivel, el auténtico punto fuerte de la saga siempre radicó en su exquisita jugabilidad. Una combinación magistral de aventura en forma de exploración e ingeniosos puzzles unidos a brillantes momentos de acción. La perfecta curva de dificultad y el gran diseño de niveles hacen el resto. Una verdadera maravilla de los videojuegos. Episodio 2 no iba a ser menos y además no da un sólo momento de respiro. Tan pronto estamos dentro de oscuros e intrincados túneles iluminados sólo por larvas de hormigas león para poco después enfrentarnos a tres raptores (una de las novedades de esta entrega en forma de "hermanos pequeños" de los zancudos) en mitad de un bosque o recorremos largos trayectos rurales en un destartalado vehículo. El motor Havok de físicas también ayuda bastante proporcionándonos algunos rompecabezas realmente buenos con mención especial para el del puente semi-derruido. Tampoco podían faltar pequeñas partes de plataformeo, algún que otro susto con los zombies y una interacción con los personajes no jugables sensacional. Las partes de acción siguen siendo muy espectaculares e irán "in crescendo" hasta la antológica batalla final en White Forest donde se alcanza una emoción y dinamismo pocas veces vista en un videojuego (en serio, merece la pena disfrutar esa parte porque es increíble). Tampoco se queda atrás la impactante escena final justo después de la batalla y los hechos que ocurren, preludio claro del próximo episodio.

Al igual que ocurría con el anterior episodio, es inevitable plantearse si merece la pena adquirir esta expansión por sí sola -el pack Orange Box es un verdadero regalo por Steam, teniendo en cuenta todo lo que trae por 40-41 euros-. Centrándonos en el juego que nos ocupa, Half-Life: Episode Two da para seis, siete horas como mucho si se hace pausadamente y explorando todo en modo de dificultad Normal. Eso si, son seis horas verdaderamente absorbentes con momentos realmente tremendos que pocos videojuegos del género llega a alcanzar. Personalmente opino que este episodio supera con creces al anterior. Además, esta vez han tenido la ingeniosa idea de incluir una serie de logros –como matar un raptor con sus propios proyectiles o encontrar todas las balizas del camino- al más puro estilo de los juegos de Xbox360 que constituye un extra rejugable verdaderamente interesante y alargan algo más la vida de esta expansión haciendo que merezca más la pena adquirirla. Seguro que el "humilde" Dr. Magnusson diría: "Debería darme las gracias por comprarlo y jugarlo".

Jose Miguel Rubio

Valve toma la batuta y sabe perfectamente cómo dirigir con maestría su mejor composición. En éste segundo movimiento predomina el ritmo ‘allegro’ combinado con algunos momentos inolvidables que logran emocionarnos. La intensidad, tanto de la historia como de los combates, consigue hacernos vibrar y nos transmite la sensación de estar ante una obra maestra del entretenimiento lúdico. Ahora toca la parte más difícil: esperar con resignación el siguiente movimiento de la ópera prima de estos genios.

Luis Mederos

Cuando ya parecía que Valve no podía superarse a sí misma vuelve a sorprendernos con este apasionante episodio que de principio a fin nos permitirá vivir una de las aventuras más intensas y fascinantes de los últimos años. Y si bien es cierto que no ofrece ninguna novedad destacable, el conjunto vuelve a resultar soberbio, no solo por mantener un acabado técnico sobresaliente, con unos entornos inmensos plagados de detalles y un acompañamiento sonoro de otro nivel, sino también por todas esas situaciones que tendremos que superar y que sin duda quedarán grabadas en nuestras retinas durante mucho tiempo.

Mención especial al tramo final de este episodio que, fuera de toda la intensidad de la que hace gala, resulta ser un final digno de una superproducción cinematográfica, aunque tiene como principal inconveniente el dejarnos completamente desesperados por recibir el tercer y último episodio que pondrá fin a este fantástico periplo de Gordon Freeman.

Alberto Pastor