Análisis de Frontlines: Fuel of War (PC, Xbox 360)
En un futuro no muy lejano el mundo se encuentra sumido en un terrible conflicto bélico entre dos grandes superpotencias, la Coalición del Oeste (Estados Unidos y Europa) y la Alianza de la Estrella Roja (Rusia y China), en el que a través de diversas zonas del planeta ambas facciones combaten sin tregua por hacerse con el control de los escasos recursos energéticos disponibles. Nosotros, como soldados de cualquiera de estas dos superpotencias, deberemos sobrevivir al terrible infierno bélico que se ha desatado haciendo uso de un importante arsenal de armas de fuego y, sobre todo, de la última tecnología militar, uno de los principales atractivos de este nuevo juego de acción multijugador diseñado por los creadores del popular mod de Battlefield 1942, Desert Combat.
En relación con el sistema de juego, como ya os hemos ido comentando a lo largo de estos últimos meses, estamos ante el clásico juego de acción cooperativa en el que dependiendo de la clase de combatiente seleccionada desempeñaremos un papel u otro en el campo de batalla. Por supuesto, tampoco podemos olvidar que seremos uno más en los enormes ejércitos que se podrán llegar a formar (partidas de 64 jugadores en el caso del PC, y 50 en Xbox 360), por lo que el juego en equipo se tornará en exigencia en los duelos multijugador, donde nuestros enemigos no se andarán con miramientos a la hora de atacar nuestro frente.
Como ya os comentamos, al dar el salto al juego en línea deberemos decidir qué tipo de soldado ser con seis alternativas posibles que irán desde el clásico francotirador o soldado raso, a los expertos en la lucha contra carros blindados o en operaciones especiales. Tras realizar esta difícil decisión, que como os podéis imaginar no solo modificará el equipamiento con el que saltaremos al campo de batalla, sino la propia forma de afrontar el conflicto, deberemos también seleccionar la función que desempeñaremos, lo que nos marcará las habilidades especiales con las que contaremos y que cualquiera de las seis clases de soldados podrán usar. De este modo, podemos controlar a un francotirador con la habilidad de pedir ataques aéreos sobre las posiciones enemigas, o especializado en el manejo de unidades robóticas con las que atacará a los enemigos sin ponerse al descubierto. Las opciones serán bastante amplias, aunque la lógica nos irá marcando qué tipo de función nos conviene escoger dependiendo del tipo de soldado seleccionado, y del campo de batalla en el que combatamos.
Dependiendo de nuestro buen hacer en la lucha contra el bando contrario adquiriremos nuevas habilidades que nos permitirán afrontar el conflicto de una forma más segura y espectacular: podemos pasar de ordenar, por ejemplo, ataques de precisión con la aviación a lanzar bombas de racimo. Por supuesto, también habrá tropas encargadas de distribuir munición entre sus aliados, o los encargados de reparar los espectaculares vehículos que podremos pilotar en determinados entornos de batalla, que sin duda serán los principales culpables de que algunas de las contiendas que disputemos se queden grabadas en nuestras retinas. Y esto es así en parte gracias al sistema de frentes creado para la ocasión, gracias al cual los jugadores se encontrarán ante un buen número de escenarios de batalla en los que habrá que luchar palmo a palmo por arrebatarle territorio al equipo contrario, algo que no será sencillo si tenemos en cuenta las enormes dimensiones de algunos de estos escenarios en los que por obligación los jugadores deberán repartirse en pequeñas escuadras destinadas a proteger los enclaves más importantes de su equipo. Este hecho garantiza que la contienda se comporte de forma realista, teniendo que avanzar y retroceder constantemente adaptándonos a las situaciones del combate.
También, como decimos, el empleo de vehículos como tanques, aviones o helicópteros confiere a estas batallas un elevado grado de espectacularidad, sobre todo en las partidas más numerosas en las cuales podemos llegar a desatar auténticos infiernos. En este sentido, el manejo de la mayoría de vehículos resulta bastante sencillo en ambas plataformas, siendo de lo más simple realizar pasadas con los cazas sobre las posiciones enemigas, o acribillar a bombazos a los rivales con los potentes carros blindados. Pero aparte de todos estos vehículos, y del armamento más sofisticado, también podremos hacer uso de una gran variedad de ingenios robóticos que nos van a permitir explorar el campo de batalla sin revelar nuestra posición, atacar a los enemigos desde puntos totalmente imprevisibles (por sus dimensiones y maniobrabilidad podemos ocultarlos en diversos lugares), o colaborar en ofensivas aliadas sin ponernos en riesgo.
El principal inconveniente de estos mecanismos es que su radio de acción está estrechamente ligado a nuestra posición, por lo que únicamente funcionarán si se encuentran dentro de nuestro círculo de influencia. Lógicamente, éste hecho nos va a obligar a estar siempre muy atentos a las circunstancias del campo de batalla, ya que al activar estos mecanismos, toda la acción pasará a mostrársenos desde su punto de vista, por lo que si no nos hemos protegido lo suficientemente bien los enemigos podrán darnos un susto letal. En este sentido, de una forma muy acertada y vistosa, nosotros controlaremos todos los movimientos y la posición de dichas máquinas mediante una pantalla que nuestro soldado sacará a relucir cada vez que decidamos utilizarlos. Por ello, si en un momento dado decidimos dejar a uno de estos robots de combate en una posición, y nosotros queremos movernos, podemos abandonar temporalmente el control remoto y volver a ver toda la acción desde el punto de vista de nuestro soldado.
Con todos estos elementos jugables, las partidas a través de Internet supondrán todo un desafío para nuestras habilidades, ya que el hecho de poder disputar combates contra tantos jugadores (en la mayoría de casos sin problemas de latencia en la conexión) nos obliga a estar sumamente atentos a todo el devenir de la contienda. En este sentido, si vemos que los rivales están usando en exceso la aviación para castigar a nuestras tropas, deberemos buscar también el apoyo aéreo o comenzar a usar las defensas antiaéreas, ya que de otro modo sus ofensivas serán prácticamente imparables. Igualmente, si los rivales nos atacan con vehículos blindados, y nosotros no contamos con el armamento necesario para hacerles frentes, deberemos avisar a nuestros compañeros de la posición del rival para que acudan en nuestra ayuda. Las opciones serán tan variadas que cada partida será todo un mundo.
Lo bueno de Frontlines: Fuel of War es que se ha incluido una vertiente de juego para un solo jugador que, a modo de extenso y entretenido tutorial, nos permitirá hacernos con el control de todos los vehículos, armas y unidades mecánicas del juego, algo que sin duda agradeceremos una vez demos el salto al juego en línea. Y es que esta campaña nos presenta un argumento lo suficientemente atractivo como para mantenernos pegados a esta modalidad hasta el final, aún a pesar de que las primeras misiones del mismo resultan algo sosas. Sin embargo, tras comenzar a sobrevivir a los asedios en entornos urbanos, o internarnos tras las posiciones enemigas con un rifle de precisión, comenzaremos a disfrutar de la acción sin paliativos que ofrece esta obra de Kaos Studios. Eso sí, en este sentido se echa en falta una mayor cantidad de localizaciones, que son muy variadas eso sí, ya que ocho se nos antojan pocas para el tipo de juego que es. También habría estado bien el poder controlar al ejército de la Estrella Roja para facilitarnos con sus vehículos, algo que tampoco resulta del todo preocupante ya que a grandes rasgos ambas facciones se comportan de la misma forma.
En cuanto al apartado técnico, el juego presenta unos entornos notablemente detallados que destacarán sobre todo por sus grandes dimensiones, aunque sí es cierto que algunos estarán mejor terminados que otros. En este sentido, se agradecen las variadas opciones de combate que se abren con el diseño de los diversos entornos de batalla, ya que no sólo el hecho de poder o no controlar vehículos modificará nuestras formas de afrontar el conflicto: habrá zonas en las que podremos parapetarnos mejor y, por tanto, defenderlas con mayor soltura frente al rival, y otras en las que los rivales podrán incluso atacarnos desde varios frentes a la vez. Eso sí, este apartado también presenta diversas deficiencias. En primer lugar, el juego de luces y sombras resulta poco real, ya que aunque la iluminación en los entornos resulta correcta, no lo serán tanto las sombras que proyectarán los elementos del entorno y los personajes –en muchos casos ni contarán con sombras-. También nos encontramos con alguna que otra caída en la tasa de fotogramas que puede perjudicar seriamente las partidas, así como diversos elementos que aparecerán de repente ante nuestros ojos a escasos metros, u otros que desaparecerán de forma poco creíble (tras destruir un blindado, por ejemplo, sus restos pueden desaparecer por arte de magia en segundos).
También determinados objetos o elementos sucumbirán al fuego de la artillería pesada, mientras que otros que en principio resultan más frágiles como vallas, árboles o farolas, resisten estoicamente todo el fuego posible. Lógicamente, ésta no es una opción frecuente en los títulos de este género, y por tanto tampoco resulta excesivamente criticable; pero no hay que olvidar que es una de las principales novedades con las que contará el nuevo capítulo de la serie Battlefield en el que Electronic Arts trabaja, lo que bien podría haber servido al equipo de desarrollo para implementarla y así dotar a los combates de un mayor grado de estrategia. En lo referente al apartado sonoro, el juego ha sido doblado a nuestro idioma de forma correcta, lo que es de agradecer dado el importante peso que se le ha dado al modo historia del juego. También el acompañamiento musical con el empleo de temas bélicos resulta más que acertado, a lo que debemos sumar unos efectos sonoros contundentes que nos sumergirán de lleno en el conflicto que se nos presenta.
En definitiva, Frontlines: Fuel of War se trata de un juego de acción multijugador poco original que pese a ello, sin duda gustará a los aficionados al género. El entorno de batalla que presenta, así como todo el equipamiento y los vehículos con los que contaremos, hacen del mismo un título de lo más interesante que nos puede mantener horas y horas pegados al PC o la consola mientras combatimos contra otros usuarios a través de Internet. Su principal problema, aparte de los errores gráficos ya comentados, es que al ser tan poco original, posiblemente no diga mucho para los más asiduos a este tipo de juegos. También se echa en falta un mayor número de entornos de batalla en los que combatir ya que actualmente resultan escasos, lo que puede hacer que los jugadores se cansen rápidamente de combatir siempre en los mismos entornos. Así pues, sin ser un mal juego, el mayor defecto de Frontlines: Fuel of War es el no desmarcarse del resto con alguna característica que lo haga único.