Análisis de Freak Wars (Torrente Online 2) (PC)

Cuando en 1998 el popular Santiago Segura estrenó en los cines de toda España "Torrente, el brazo tonto de la ley", nadie podía imaginar el éxito que traería consigo este casposo personaje. A pesar de representar todos los valores contrarios a lo que debe ser un héroe, se consiguió ganar el cariño de gran parte del público ante su peculiar forma de hablar, las situaciones surrealistas en las que se metía y sus míticas frases. Como era de esperar, no tardaron en aparecer varias adaptaciones al mundo de los videojuegos, aunque con una calidad más que cuestionable.

Entre estos juegos, todos ellos desarrollados por los madrileños de Virtual Toys, el discreto Torrente Online consiguió hacerse con un hueco en el mercado y llegar a los 2,5 millones de descargas en todo el mundo. Esto ha llevado al estudio a crear una segunda parte mucho más ambiciosa y que apuesta fuertemente por el modelo de juego gratuito que tan de moda está últimamente. El resultado es un título de acción divertido y entretenido, que a pesar de no poderse comparar con las vacas sagradas del género, supone una alternativa gratuita para pasar el rato con los amigos.

Algo que hay que dejar claro es que quien venga buscando un juego de Torrente se va a sentir bastante decepcionado. Las referencias a las películas son prácticamente testimoniales, más allá del nombre, de la posibilidad de jugar con el personaje creado por Santiago Segura y de sus frases habituales. Aclarado este punto, pasamos a contaros lo que este título tiene que ofrecer.

"¿Te gustan las pistolitas? ¡Pues te compras una!"

Torrente Online: Freak Wars apuesta por la acción directa y sin rodeos, por lo que cuando entremos en una partida apenas pasarán unos segundos antes de vernos inmersos en todo tipo de tiroteos, algo que hace que el ritmo de juego sea muy frenético y que nos evita tener que dar varias vueltas hasta que encontremos a alguien con quien darnos de tortas.

En cuanto a su jugabilidad, nos encontramos bastante limitados a la hora de movernos, ya que solo podremos desplazarnos, apuntar, recargar, agacharnos y aguantar la respiración para mejorar nuestra precisión con los francotiradores. Esta simpleza en los controles hace que echemos muchísimo de menos acciones como saltar o esprintar, especialmente considerando el frenetismo que inunda todas las partidas. Encontrarnos con una valla que apenas nos llega a la cintura y no poderla saltar, con el consecuente rodeo que nos obliga a dar para pasar al otro lado, es uno de los muchos ejemplos que nos encontraremos y que nos harán añorar este tipo de movimientos. Esto es algo que resulta bastante molesto en según qué mapa y modo de juego, dejando una sensación de limitación que a más de uno le recordará a títulos del siglo pasado y que rompen con esa fluidez que se intenta buscar.

En cuanto a las armas, podremos llevar cuatro encima: una cuerpo a cuerpo, una pistola, un fusil y una pesada. Cada una de ellas tendrá diversas estadísticas, como precisión o potencia. Esto también supone que no tenemos un ataque cuerpo a cuerpo propiamente dicho, por lo que si queremos utilizar un cuchillo, tendremos que cambiar primero de arma, una decisión que no será del gusto de todos, ya que el tiempo que perdemos en cambiar de una a otra si nos encontramos a alguien de frente puede ser fatal, limitando de esta forma nuestra capacidad de reacción ante imprevistos.

Uno de los elementos característicos de Freak Wars y que nos ha gustado bastante, es la posibilidad de alternar entre una vista entre primera y tercera persona. Ambas funcionan perfectamente, por lo que cada usuario podrá escoger la que prefiera y con la que más cómodo se sienta, todo un acierto.

Otra de las características a destacar del título y que lo desligan de la tónica habitual que se sigue hoy en día, es que en esta ocasión se prescinde de la regeneración automática de vida. En cambio, tendremos una barra de salud que irá bajando conforme recibamos daño. Para recuperar los puntos de vida que perdamos tendremos que encontrar diversos botiquines que hay repartidos por el escenario, que dependiendo de su tamaño nos curarán más o menos. Un detalle muy retro que funciona bastante bien y que nos obligará a cambiar ligeramente el chip.

Considerando que los jugadores de mayor nivel pueden acceder a armas mucho más poderosas y precisas que les dan ventajas frente a los más novatos, en una de las últimas actualizaciones se ha implementado un sistema mediante el cual los nuevos jugadores tendrán una cantidad base de vida mucho mayor que la del resto, por lo que aguantarán muchos más disparos. La idea no nos parece mala, aunque creemos que esta bonificación es demasiado alta y se debe ajustar todavía.

Respecto a los modos de juego que tenemos disponibles, nos encontramos con cinco variantes distintas. Por un lado tendremos los clásicos Duelo a Muerte, tanto individual como por equipos, en el que lo único que importa es freír a balazos al contrario cuantas más veces mejor. En Dominación lo que contará es hacernos con el control de las distintas bases que hay repartidas por el mapa para ir acumulando puntos. Por otra parte, en Destruir Objetivo uno de los equipos será el atacante y el otro el defensor. Aquellos que ataquen tendrán que encontrar una bomba, llevarla hasta el sitio señalado y defenderla hasta que detone, mientras que el equipo defensor debe evitarlo a toda costa. Dependiendo del mapa en el que nos encontremos, este modo irá por etapas con varios objetivos a destruir o no. Por último tenemos Capturar la Bandera, donde tendremos que coger la bandera del equipo rival y llevarla hasta nuestra base mientras evitamos que nos quiten la nuestra.

Como se puede comprobar, no son demasiados y no suponen nada nuevo a lo visto hasta el momento, limitándose a ofrecer simplemente los modos que se presuponen obligados hoy en día para un juego de este tipo. Cambiando de tercio, en lo que respecta a los mapas disponibles nos encontramos con seis de ellos, aunque ninguno es lo que se dice especialmente amplio.

Moonlight se ambienta de noche en un centro comercial y en las calles de sus alrededores. Su tamaño es mediano y la disposición de sus pisos y pasillos lo convierten en una buena opción tanto para enfrentamientos a larga como a corta distancia. Parking se sitúa en un aparcamiento público, tal y como su propio nombre indica. Aquí lo que priman son las distancias cortas, ya que nos moveremos constantemente por diversos pasillos. Vértigo es todo lo contrario: un escenario abierto con unos rascacielos que serán el paraíso de los que gusten de usar armas francotirador.

Zombietown está ambientado en un cementerio, con varias tumbas vacías. Se trata de un mapa bastante pequeño y donde los enfrentamientos son constantes. Debido a lo oscuro que es, se presta especialmente a realizar ataques sorpresas desde las sombras. Matadero Springs es el mapa más pequeño de todos. Se ambienta en un pueblo del salvaje Oeste y no pasaremos un solo segundo sin disparar. Conseguir buenas posiciones en los tejados y en los balcones será vital para tener controlada la situación. Finalmente está Plaza, uno de nuestros favoritos y el mapa más grande del título. Se sitúa en los patios de una catedral y está lleno de zonas al aire libre y en pasillos interiores.

También hemos podido probar un mapa ambientado en un puerto pirata, con un tamaño medio que lo hace ideal para duelos a media distancia. Considerando que no son demasiado grandes ninguno de ellos y que su número no es especialmente elevado, no tardaremos más de dos o tres partidas en memorizarlos al dedillo. Actualmente se antojan algo escasos, ya que a pesar de que son variados, consiguen cansar rápidamente. Los puntos de reaparición en algunos de ellos tampoco están del todo bien calibrados y no será demasiado difícil campear estas zonas y obtener un gran número de muertes al ritmo que reaparecen nuestros enemigos, o al revés, lo que puede hacer que ciertas partidas sean muy frustrantes en determinados momentos.

En cuanto nuestra progresión como jugadores, jugando partidas iremos ganando puntos de experiencia para subir de nivel y Bonus Points (estos últimos no los recibiremos en partidas personalizadas). Los BPs los podremos canjear en la tienda por armas, accesorios, ropas y personajes, siempre que tengamos el nivel de experiencia requerido para comprarlos. Otro método con el que podremos comprar objetos, será comprando VT Coins con dinero real, mediante diversos micropagos. En caso de que no queramos comprar VT Coins, nos llevará una ingente cantidad de horas acumular los BPs necesarios para hacernos con todo lo que queramos, por lo que todo dependerá del tiempo que queramos invertir y del dinero que queramos gastar.

A pesar de esto, los jugadores ya están inventando métodos mediante los cuales se ponen de acuerdo para farmear BPs rápidamente. Por ejemplo, en las partidas de Dominio, cuando conquistamos una base recibimos una buena cantidad de BPs, por lo que ambos equipos quedan en una de las bases sin atacarse y se van turnando su conquista, por lo que al final de la partida acaban recibiendo ambos bandos una gran cantidad de estos puntos. Esto es algo que le quita gran parte de la gracia al título, por lo que no estaría mal que los chicos de Virtual Toys buscaran una forma de animar a los jugadores a que se enfrenten entre ellos en futuras actualizaciones.

Lo que sí que no podremos comprar con BPs serán los poderíos, diversas habilidades que nos darán mejoras como mayor precisión, más resistencia a los daños o más potencia de ataque, entre otros. Estos nos costarán una determinada cantidad de VT Coins y solo duran un día. Como es de esperar, esto da cierta ventaja en partida a los jugadores de pago frente a los gratuitos.

También se ha añadido un sistema de clanes bastante completo y sencillo de usar, aunque para tener uno habrá que pagar una cuota mensual de mantenimiento que varía en función del número de miembros. Estar en un clan nos dará ciertas ventajas especiales, como la posibilidad de participar en torneos y acceder a servidores dedicados propios en un futuro.

Por otra parte, el editor incluido para personalizar a nuestro personaje no está del todo mal, aunque de momento hay pocas opciones y complementos entre los que escoger, pero es de esperar que se vayan incluyendo más en un futuro. De todas formas, a pesar de lo limitado que está, ya se pueden crear auténticos esperpentos.

En cuanto al sistema de emparejamientos, no lo hemos podido probar como nos gustaría, ya que el número de jugadores actualmente es realmente escaso y encontrar una partida medianamente llena es toda una odisea. Tendremos la opción de que nos busque una partida automáticamente con gente de nuestro nivel en un mapa y modo aleatorio, hacer nosotros una búsqueda más selectiva o crear una personalizada en la que podremos modificar una gran cantidad de parámetros, como activar o no el fuego amigo, poner modo cabezones o seleccionar el número máximo y mínimo de jugadores.

"A ver, ¡ponte de rodillas! Di... ¡Di que el Fary es Dios!"

Freak Wars no es ningún prodigio gráfico, aunque hay que decir que se deja ver y resulta agradable a la vista. El título es muy colorido y busca en todo momento una estética cartoon, algo que se nota especialmente en el diseño de los personajes. Estos últimos podrían estar bastante mejor modelados, pero cumplen su función y son fácilmente reconocibles. Por otra parte, los mapas lucen bastante mejor, con un tratamiento bastante decente de la iluminación, algo que notaremos especialmente en nuestras armas.

En cuanto a las animaciones, estas resultan bastante acartonadas y ortopédicas. Respecto a los efectos gráficos apenas hay nada que reseñar más allá de algún que otro objeto destruible, como los cristales de una parada de autobús o una máquina expendedora de bebidas, pero no esperéis un motor de físicas que os permita destruir paredes o similares. Gracias a esto el título funciona en casi cualquier PC, ya que no exige demasiado y además cuenta con la ventaja de tener un buen número de opciones de configuración gráfica.

El apartado sonoro del título tampoco es que esté muy allá. Apenas tiene un par de temas musicales poco inspirados y que se repiten incesantemente, los efectos de sonido no son especialmente variados ni tienen demasiada calidad, y el doblaje resulta gracioso al principio (en español y con voces como la de Santiago Segura), pero no tarda en cansar, ya que solo hay unas pocas frases por personaje. Una pena, ya que dada la temática se le podría haber sacado mucho más provecho a este apartado, ¿os imagináis la estampa que sería luchar con Torrente en las calles de Madrid mientras suena alguna canción del Fary?

Conclusiones

En resumidas cuentas, Torrente Online: Freak Wars es un juego de acción gratis, divertido y entretenido, ideal para matar horas muertas cuando no sabemos qué hacer y para echarnos unas risas con los amigos. Eso sí, puede llegar a cansar rápidamente, su jugabilidad es demasiado simple y limitada, hay mapas que necesitan ajustes urgentemente (como el citado problema de los puntos de reaparición) y el equilibrio entre jugadores no está del todo bien definido. Con todo, es una opción muy válida dentro del amplio catálogo de juegos online gratuitos, especialmente si consigue juntar una buena comunidad de jugadores y Virtual Toys cumple su promesa de seguir dándole el apoyo que necesita introduciendo y puliendo contenidos.