Análisis Foreclosed, ciencia ficción al estilo cómic (PC, Xbox One, Xbox Series X/S, PS5, Switch, PS4)
El ciberpunk es una fuente de inspiración para numerosos juegos y aunque probablemente Cyberpunk 2077 o Deus Ex sean los primeros nombres en los que pensarán muchos jugadores tenemos una amplia variedad de estilos entre las producciones independientes que encajan en este tipo de ambientes, estéticas y crítica social. Foreclosed del equipo italiano Antab Studio es el último lanzamiento ciberpunk que hemos probado y tiene todos esos elementos que identificamos con este subgénero de la ciencia ficción: conspiraciones, aumentos experimentales, megacorporaciones y un mundo capaz de ofrecer su mejor cara –la de luces de neón y calles elegantes- con los barrios más peligrosos de la ciudad. ¿Suena bien? Sí, pero está lejos de ser la aventura sólida y divertida que podíamos imaginar.
Ciberpunk en cel-shading
Lo más destacado de Foreclosed son todas esas referencias a tópicos del ciberpunk y el peculiar apartado gráfico, del que os hablaremos más adelante, inspirado en el cómic europeo –incluso con viñetas que muestran diferentes planos de la escena, no sólo durante secuencias de historia sino también en la jugabilidad-.
Su argumento nos presentará a Evan Kapnos, aparentemente un ciudadano corriente que nada más comenzar se verá inmiscuido en una trama sobre identidad y tecnología en un futuro que podría ser cercano. De manera resumida, Evan descubrirá que sus implantes tienen una especie de firmware experimental que lo convierten en un objetivo, pero a la vez, ofrecen habilidades de las que no dispone el resto de la población.
El protagonista comprobará pronto que es perseguido por unos agentes pero cuenta con una aliada para resolver algunas de sus preguntas. Con su ayuda podrá descubrir secretos, sacar todo el potencial a los implantes y equiparse con un arma simbiótica que recibe modificaciones, así que si bien es una única pistola, las características son flexibles. La historia tiene sus tópicos aquí y allá, pero cumple con lo que podríamos esperar de un juego de acción.
Foreclosed es un shooter en tercera persona bastante tradicional aunque añade ciertas mecánicas de hackeo para, por ejemplo, atacar los implantes de los enemigos cercanos. Ligeramente este título oodría recordar a una versión simplificada al aspecto de la acción de Deus Ex, pero rebajando todo a un nivel bastantes peldaños por debajo. Y este es el principal punto débil de este juego: los aspectos jugables no dan la talla e incluso algunos de sus puntos fuertes quedan desdibujados en un título que se irremediablemente se convierte en un juego de disparos poco preciso y con sigilo anecdótico.
Hacer un buen juego de acción con disparos no es fácil: hay mucha competencia y la mayoría ha disfrutado de decenas de propuestas de todo tipo, mejores o peores, pero es un género muy rodado. Disparar en Foreclosed no es tan cómodo como nos gustaría, y pese a que dispone de opción para ajustar la velocidad del control, no transmite esa diversión de otros third person shooter. No es un juego de coberturas, o al menos no dispone de la animación para "pegarse" a parapetos y columnas, pero al final eso es lo que haremos de manera más torpe con la opción de agacharse.
El combate presenta otros inconvenientes, como la inteligencia de los enemigos: nula. Podemos repetir una sección, y advertimos que los puntos de continuación a veces están demasiado alejados, en infinidad de ocasiones para comprobar que los soldados actúan casi siempre de la misma manera: irán al punto designado y quedarán disparando quietos, incluso en lugares poco lógicos como el centro de una sala a pecho descubierto. Claro que los enemigos pueden permitírselos: son auténticas esponjas de balas –al menos la munición de nuestra arma es infinita- y salvo que aciertes en la cabeza, que entonces sí caen rápidamente, su cuerpo parece blindado. La dificultad está muy desequilibrada en su modo normal, así que exponerse unos segundos frente a tres o cuatro agentes nos dejarán la salud tiritando –la recuperación es automática por tiempo-. Que no se malinterprete: es frustrante, no es un problema de dificultad alta, porque la opción fácil nos facilitará la partida pero no la hace mejor.
Tampoco ayuda a que el sigilo sea muy pocas veces efectivo salvo para las secciones pensadas expresamente para ello; es decir, a diferencia de esos otros clásicos ciberpunk que dan alternativa para jugar con sigilo o acción, aquí los escenarios están pensados para jugarse de una única manera, que por lo habitual pasa por disparar a oleadas de enemigos. A medida que avanzamos aparecerán agentes con escudos y protecciones que requieren el aprendizaje de alguna habilidad concreta, pero Foreclosed es una versión muy simple de lo que hemos visto en los referentes del género y en infinidad de ocasiones.
Los aumentos o modificaciones, tanto del personaje como de su arma, ayudan a maquillar un poco la jugabilidad para que cada cierto tiempo dispongas de algún disparo especial, como balas curvadas, o habilidades de telequinesis –piensa en Control, pero más básico y restringido a los puntos donde hay alguna caja o extintor-; aunque diste mucho de ser entretenido, al menos ayuda a que no todo el combate se resuelva con balas. Para conseguir un punto de mejora se necesita ganar experiencia, obtenida con los disparos normales o por ejemplo localizando una serie de artefactos ocultos en el escenario –una señal de radar indicará la proximidad-. Es el único incentivo para explorar cada habitación, que tampoco son un alarde de diseño: olvídate de rutas alternativas para planear tu ruta, son arenas de combate con un número de cajas y columnas para protegerse.
Foreclosed tiene buenas intenciones y se inspira en clásicos, pero falla al poner en práctica. El minijuego de hackeo en paneles o torretas armadas consiste en pulsar una serie de direcciones en un tiempo bastante generoso. ¿Qué sucede si fallas? Nada, podrás intentarlo de nuevo. También hay otras pruebas como conectar cables, trasladar contenedores con grúa o, de nuevo, buscar unos objetos ocultos en las paredes para dar energía a dispositivos. Foreclosed funciona mejor cuando da un respiro para plantear puzles, pese a que no son desafiantes ni un alarde de originalidad, lo cual no habla muy bien de la acción o el sigilo.
Un mundo contado con viñetas
El ciberpunk suele estar asociado a historias en paisajes nocturnos, seguramente por la gran influencia de Blade Runner, lo que hace la elección de Foreclosed por un cel-shading muy limpio sea bastante atípico. Pero queda bien, y aunque no todas las localizaciones están igual de cuidadas –hay muchas zonas pobres en detalle- cuando se nota el trabajo consigue un mundo con personalidad: esto no es Cyberpunk 2077, Ghostrunner o Cloudpunk. Los disparos muestran su onomatopeya, los diálogos aparecen en forma de bocadillo y el juego encuadra constantemente la acción en viñetas. Las escasas animaciones o los tramos menos inspirados impiden que brille más, pero sin duda es uno de los apartados más positivos.
Lo mismo podemos decir de su música, que se puede hacer repetitiva por la falta de variedad, pero al menos ambienta la acción; llega con voces en inglés y textos traducidos al español. Además, en el caso de la versión para PS5 aprovecha el DualSense para dar distintas resistencias a los gatillos adaptativos, además del altavoz del pad para las llamadas.
Conclusiones
Los mimbres de Foreclosed daban para un producto mucho más potente: ¿una aventura a medio camino entre Deus Ex y Control? Es difícil que saliese algo malo. Y sin embargo este juego definitivamente necesita un pulido más exhaustivo en todos los apartados jugables. Los puzles aparecen con calzador -¿eran necesarias las pruebas de hackeo tan superficiales?-, la acción nos recuerda en el mal sentido a los shooters de principios de los 2000 y el sigilo es tan artificial, exclusivo para las secciones donde estás obligado a jugar así, que por cada cosa bien que hace encontramos dos o tres que empañan la experiencia. Una lástima por lo que pudo ser.
Hemos realizado este análisis en PS5 con un código que nos ha proporcionado Evolve PR.