Análisis de Football Manager 2016 (PC)
El fútbol levanta pasiones, tanto efímeras como perdurables a lo largo del tiempo, en los corazones y mentes de millones de personas de todo el mundo. Se dice mucho eso de que puedes cambiar de pareja, lugar de residencia, trabajo o incluso de ideología política, pero que jamás puedes dejar ser del club de fútbol del que te hiciste o enamoraste de pequeño. Quizás no es más que un mantra que suele repetirse cual letanía religiosa por los rincones de todos los bares, tascas y salones de España, pero no quita que tenga un fondo de verdad incalculable.
Football Manager, año tras año, nos ofrece la posibilidad de inmiscuirnos hasta el tuétano en eso de dirigir el club de nuestros sueños. De hacerlo grande, si nunca lo ha llegado a ser, y de hacerlo leyenda, si ya de por sí cuenta con un nombre una pléyade de títulos notable tras sus espaldas.
La licencia de SEGA ha tenido una progresión en los últimos años más que evidente, con numerosos ajustes, rediseños y mejoras en todos y cada uno de los aspectos de su entramado jugable y su presentación.
Football Manager 2016 es un nuevo paso en una franquicia que tiene más aciertos que errores tras sus espaldas. Estamos ante una nueva entrega más sólida y completa que nunca, muy enfocada en las estadísticas y las probabilidades, aunque es inevitable comenzar a ver ciertos aspectos que continúan descuidados y atrasados, y en cuya atención parece no recaer Sports Interactive tras varias ediciones.
Un modo y un estilo para cada jugador
Football Manager 2016 parece recoger el testigo de la edición del año anterior, ofreciendo un juego muy accesible. Sports Interactive y SEGA son conocedores de que, como ya os comentamos el año pasado, hay un interés enorme por probar el juego por parte de usuarios y jugadores completamente novatos en las mecánicas y opciones de un título de estas características, y por ello, han querido facilitar las cosas en su salto al presente videojuego.
Que sea accesible o guiado -e incluso condescendiente- con el más neófito jugador, no hay motivos para entrar en pánico: tampoco se han olvidado del sesudo y experto jugador, del llamado hardcore, pues Sports Interactive ha vuelto a construir un simulador para todos los públicos. Es quizás el Football Manager más configurable, dejando en manos del usuario todo el peso de la simulación y la experiencia, que puede trastocar, ajustar y cambiar casi cualquier aspecto de su partida, invitándolo a llevar las riendas del ejercicio deportivo virtual que está a punto de emprender.
Tenemos tres grandes modos de juego, a lo que se le añade un nuevo sistema de edición de club -en el que fundaremos un nuevo club desde cero-, y el draft de fantasía, una adición esencial para muchos, que creemos es de lo más acertada. Es un modo muy curioso, enfocado a crear un club de fútbol y elegir sus primeros jugadores en plantilla, compitiendo con otros entrenadores. Es, siguiendo un paralelismo con la NBA, una suerte de draft, que incita a las apuestas arriesgadas y a buscar sendos valores deportivos y económicos para triunfar. Tendremos un presupuesto marcado, limitado, y con él, ajustaremos plantilla. Puede que no pase de anécdota para muchos -es lo que sería la respuesta seria y gestora de Sports Interactive al modo Ultimate Team de FIFA-, pero aporta un cariz distinto a lo que estamos acostumbrados.
Sí, también tenemos el modo clásico, con todas sus opciones, y un nuevo sistema denominado Touch, que nos propone una interfaz más moderna, una serie de mecánicas simplificadas y la posibilidad de llevar una partida al unísono con la versión del juego Touch para iOS y Android mediante la opción cross-save -y nos referimos a la Touch, pues la versión Mobile, más clásica, irá por otros derroteros y contará con su propia aplicación-.
Por último, volvemos a contar con el modo retos, que nos invita a jugar con hándicaps y situaciones incómodas o variantes históricas muy marcadas -empezar en puestos de descenso, lograr clasificaciones para competiciones europeas con equipos mediocres y similares-, algo que los más expertos en Football Manager aplaudieron en ediciones anteriores y que representa una de las formas más curiosas de disfrutar del título. Además, como siempre, podemos disputar ligas online, un aliciente que aumenta la durabilidad del videojuego varios enteros, y que nos borra, de un plumazo, los defectos y tics que lleguemos a ver en la inteligencia artificial del juego.
Si jugasteis a la edición anterior de Football Manager, recordaréis la introducción de las filosofías del entrenador, un sistema que nos permitía invertir puntos, como si de un juego de rol se tratase, en aspectos que giraban alrededor de ser un mánager de chándal o un técnico de traje y corbata. El sistema, decididamente inteligente para valorar nuestra personalidad en cuanto a la dirección deportiva o técnica en un equipo de fútbol, vuelve a aparecer, con la suma de un sistema de edición física de nuestro entrenador.
Podemos modificar su aspecto, cambiarle la cara, sus facciones, así como su altura o peso -¡incluso si queremos ir vestido con chándal o traje y corbata!-, además de las habituales facetas en cuestiones de nacionalidad, edad, nombre o equipo y club preferido. No esperéis demasiado, pues aunque parece un sistema de configuración muy complejo apenas tiene variantes, pero tenemos la sensación de que será una opción que ha venido para quedarse. De esta forma, y tras las críticas de algunos jugadores, podemos tener una representación física, un avatar virtual, sobre el terreno de juego. Nuestro entrenador se moverá en la banda, dándole órdenes a la plantilla y gesticulando de forma realista en las celebraciones -dentro de los parámetros que entendemos por realistas, dado el motor gráfico en 3D de Football Manager 2016-, un aspecto que ayuda a que el jugador final se sienta partícipe de la simulación.
Football Manager 2016 vuelve a contar una base de datos abrumadora. Hablamos de varias ligas dentro de los más de cincuenta países incluidos, de más de 30.000 jugadores y de licencias oficiales de los más importantes clubs del mundo. Sí, hablamos de plantillas actualizadas, de jugadores reales y de diseños de escudos o colores idénticos a sus homólogos reales. Una vez más, y en función de nuestro interés de una simulación más o menos completa, podemos estipular el número de ligas y países en competición, intentando ajustar el manejo de datos de la I.A a la necesidad del jugador.
Números y teoría: las estadísticas en Football Manager 2016
Football Manager 2015 supuso un salto cualitativo en términos visuales. Por una parte, introducía un motor 3D para la simulación de los encuentros, y por otra, incorporaba una de las cosas más demandadas y reclamadas por los usuarios: una nueva interfaz. Los nuevos menús diseñados para la edición del año pasado conseguían confluir las múltiples capaz y opciones bajo un aspecto inteligente, que ayudaba al jugador a recabar y consultar la información necesaria en todo momento. Esto facilitaba mucho el trabajo, y teniendo opciones para delegar el fruto del día a día y los entrenamientos en nuestro segundo, lo cierto es que se buscaba un equilibrio inteligente en el flujo de tareas durante nuestras partidas al juego.
Football Manager 2016 funciona casi de la misma manera que su predecesor, pero ajusta ciertos puntos negros -había veces que, por reducir la cantidad de texto nos veíamos buscando opciones en sitios inverosímiles- y añade una nueva capa de estadísticas y números pormenorizados. Potenciados por Prozone, la empresa líder en el estudio y la distribución de estadísticas deportivas, y referente a la hora de tratar datos para muchos clubs punteros de todo el globo, la irrupción de los números brutos en Football Manager 2016 consiguen que nos tomemos la evolución de nuestros jugadores como algo mucho más realista y creíble de lo que podríamos pensar en un principio.
En el fútbol actual, y casi podríamos decir que en cualquier deporte, la monitorización ha entrado para quedarse. No hablamos de números, tablas o registros a temporada y encuentro pasado. Hablamos de datos que se procesan en tiempo real en muchos ámbitos, y que ayudan a los profesionales a establecer programas de entrenamiento o mejora, así como nuevas tácticas, en función del análisis de los mismos. Tampoco nos engañemos: los números, en frío, pueden servir para bien poco.
Por eso, Football Manager 2016 nos permite interpretarlos, y tomarlos como creamos. Podemos acceder a la evolución y mejora de un jugador, ver sus picos de rendimiento, y comprobar cómo lo ha estado haciendo en nuestra plantilla. El sistema de Prozone incluido en Football Manager 2016 establece una nueva capa de jugabilidad, que respalda con datos y porcentajes, los errores y aciertos de nuestra escuadra. Ya no tendremos que escudriñar por los menús o conformarnos con números totales de tiros a puerta o pases acertados realizados a toro pasado. Esos montantes están, claro, pero el sistema es mucho más completo y cercano a los resultados que un entrenador profesional de fútbol puede llegar a disponer sobre la mesa de su escritorio tras el partido de la jornada.
El peso dentro del juego de la herramienta de Prozone, es más de lo que podemos creer a simple vista. De una forma u otra, y aunque confiemos en nuestra intuición o experiencia a la hora de dirigir un equipo de fútbol, los datos están ahí, y suelen ser indicadores fiables de qué está funcionando mal o bien en nuestra plantilla. Puede que sea un sino de los tiempos que vivimos, pero echar de estadísticas, mapas de calor o porcentajes de éxito, será algo muy útil a la hora de jugar a fondo en Football Manager 2016.
En busca de una mayor implicación con el jugador
Como os decíamos, Football Manager 2016 prosigue con la interfaz que irrumpió con éxito el año pasado, pero ajusta ciertos parámetros, creemos que esenciales, como la vista de los jugadores -sus fichas son más claras, completas y concisas-, las tácticas a realizar, y los mecanismos a la hora de crear jugadas. Sí, es el mismo menú de siempre, pero ciertas opciones están mejor distribuidas, y conforman un esquema global más fácil de entender.
En cualquier caso, es el jugador el que tendrá que manejar toneladas de datos, y comprender de una forma más profunda su relación con la interfaz del juego. Football Manager 2016 propone un nuevo status quo con el usuario, invitándole a que se inmiscuya más dentro de las herramientas del videojuego, teniéndole la mano para que arriesgue más y sea consecuente con sus palabras o decisiones. El nuevo creador de jugadas, muy intuitivo, ofrece la sensación de control táctico real, gestionando nuestra imaginación a la hora de elaborar jugadas y estrategias -como marcajes o situaciones a balón parado- que emplear a posteriori. Por ejemplo, si vamos apurados en un encuentro importante -como una eliminatoria- podemos lanzarnos a utilizar ese as en la manga, e intentar la jugada que marcamos en la pizarra durante el entrenamiento.
Al entregarle más responsabilidad y profundidad de consecuencias al jugador en el ámbito del juego, y ponérselas en pantalla de forma accesible e inteligente, SEGA y Sports Interactive consiguen elaborar una relación menos pasiva con el entrenador que somos, y aunque seguiremos interpretando datos y haciendo clic por los menús, nos implicamos más.
En dicha linde, cabe destacar la inclusión de un nuevo abanico de posibilidades de conversaciones, tanto con la directiva y nuestro cuerpo técnico, como con la prensa -un factor casi indivisible dentro del panorama deportivo, y especialmente, en el seno del fútbol-. El año pasado Sports Interactive hizo múltiples avances en esto, introduciendo un cierto componente de rol en eso de contestar a la prensa y a la directiva, algo que se ha mejorado notablemente en esta edición de 2016.
Football Manager 2016 añade unas ruedas de prensa más completas, a veces incluso tensas, en las que tendremos que tener la suficiente inteligencia como para no entrar en el retorcido juego de algunos periodistas con nuestras contestaciones. Las preguntas van mucho más en relación al momento, y varían en función de la intensidad de la derrota, si llevamos o no una buena racha o los resultados globales de la temporada. Si por algún casual, no nos comemos el turrón en nuestro club predilecto, podemos usar las filtraciones a los medios o incluso entrevistas a posteriori tras nuestra destitución, para presionar al club en el que queremos recalar o conseguir ofertas interesantes de otras instituciones balompédicas. Así, Football Manager 2016 consigue que, una vez más, nos impliquemos en nuestra tarea como entrenador, dentro y fuera del terreno de juego.
Si las charlas ya consiguieron romper una barrera en la simulación pasiva con respecto a otros gestores anteriores -recordemos que podemos hablar con nuestros jugadores, tanto dentro como fuera del terreno del juego, en colectivo o en privado, y en función de nuestros discursos o comentarios podemos mejorar o empeorar el clima con la plantilla-, es ahora la inclusión de las lesiones y los problemas físicos, lo que aportan otro estrato más en nuestra relación con los jugadores del club.
Las lesiones siempre han sido un engorro en un juego de esta índole, dándonos la ligera impresión de que en muchos aspectos, eran simples barreras que nos penalizaban e impedían avanzar de forma normal durante el transcurso de una temporada o competición normal. Sí, intentaban ser realistas -con recuperaciones, entrenamientos personalizados-, pero no terminaban de igualar la calidad de la simulación de otros aspectos dentro del propio juego.
Football Manager 2016, gracias a la estrecha colaboración de Sports Interactive con decenas de médicos, fisioterapeutas y organizaciones relacionadas con el tratamiento de las lesiones deportivas en jugadores de alto rendimiento, ha elaborado un nuevo sistema más realista y profundo que en versiones anteriores del juego. Ahora las lesiones y problemas se producen de manera más equilibrada -sin que esto, necesariamente, signifique que produzcan menos bajas en nuestra plantilla-, creíble, incitándonos a mantener un ojo en la salud de nuestros jugadores.
Los contratiempos físicos se producirán durante los partidos, ya sea por entradas, acciones fortuitas o problemas derivados de nuestras órdenes. Por ejemplo, se puede dar el caso de que demos órdenes desde la banda y que uno de los jugadores acabe sobrecargado del esfuerzo físico de alguna manera, cayéndose y acabando lesionado de forma severa -Sports Interactive ha incluido nuevos tipos de daños y roturas, con lo que esperad lo inesperado-. La relación entre lesión, precisión y rendimiento es más clara, demostrando que Football Manager 2016 se ha tomado bastante en serio la simulación de este doloroso aspecto del deporte.
Intentando mejorar en el plano técnico
Football Manager ha ido desarrollando, progresivamente, un motor gráfico en 3D capaz de simular los partidos y encuentros que disputemos con nuestra escuadra de una manera -pretendidamente- realista. El año pasado asistimos a un cambio importante, todo un revulsivo, que consagró la opción como un aliciente digno a destacar. Obviamente acarreaba decenas de problemas, como unas pobres texturas, unos gráficos poco impresionantes y unas animaciones útiles, aunque seguían dejando mucho que desear
Sí, se vitoreó el esfuerzo, pero aún quedaba muchísimo por mejorar. Football Manager 2016 aumenta la sensación de simulación de dicho modo, estableciendo un nuevo hito dentro de la saga de simuladores de Sports Interactive. Ahora contamos con una representación algo más realista de los estadios, algún que otro elemento extra -como la suciedad y barro de los terrenos mojados y sus manchas en las equipaciones de los jugadores- y un reajuste en las texturas generales del césped y el terreno de juego.
Pero quizás el añadido más celebrado, y puede que lo mejor de todo lo que se ha añadido al motor en tres dimensiones, sean las nuevas animaciones. Siguen siendo muy simples, pero al menos denotan cierto mimo, y no destilan la dejadez del año pasado. Puede que Sports Interactive haya comenzado a cogerle el truco a este modo tridimensional de representación de partidas, y se nota. Ahora contamos con dos mil nuevas animaciones, que se suman a las recogidas por el sistema de captura de movimientos del año pasado -os recordamos que se escanearon a varios jugadores profesionales para tales menesteres-, y sirven para que nos encontremos con transiciones más cuidadas, conducciones más realistas y disparos más creíbles.
No se puede ver a simple vista, pero la inteligencia artificial de los jugadores, tanto propios como rivales, parece haberse ajustado a lo que reclamábamos desde hace unos años. Desde que Sports Interactive nos sorprendió con el control de los partidos desde la banda, en los cuales podíamos dar órdenes o realizar cambios tácticos con suma facilidad, esperábamos ver una reacción real y directa en el comportamiento de nuestros jugadores.
Puede que nos hicieran caso y obedecieran nuestras órdenes, pero no dejaban de parecer ‘marionetas autómatas’. Ahora nos encontramos con reacciones más creíbles, y no es que nos pongan en duda, pero sí que aunque seamos muy claros y estoicos en nuestros planteamientos, tenemos opciones para concederles libertad creativa y flexibilidad. Y que nuestros jugadores, de forma inteligente, sepan aprovechar dichas concesiones.
Ahora podemos ver como nuestra plantilla -además de usar y memorizar las jugadas y tácticas que hayamos planificado o preparado con anterioridad- tiene cierta iniciativa, sin que esta suene demasiado artificial. Pases al hueco, carriles en las bandas muy activos, posesiones largas si ven que el resultado es bueno… Son pequeños destellos, quizás no muy evidentes, que conseguirán que nos tomemos los partidos como algo dinámico, con acciones y reacciones constantes, no demasiado automatizadas o prefijadas. En definitiva, Sports Interactive ha conseguido que estas simulaciones sean más vivas.
En cualquier caso, y pese a las mejoras a nivel general en cuanto a simulación y ambientación -el público ha subido un pequeño escalafón, sigue reaccionando de forma aceptable, y cuenta con más vivacidad y excitación en sus cánticos y reacciones-, Football Manager 2016 sigue pareciendo un juego de otra época -el sonido, por ejemplo, es muy enlatado y plano-. Podemos llegar a estar de acuerdo en que Sports Interactive apostó mucho en construir un modo de simulación en 3D muy completo hace unos años, y que resultó toda una novedad en su momento, pero ahora, unas cuantas ediciones más tarde, seguimos sin ver un avance real que nos justifique los supuestos esfuerzos de la desarrolladora y SEGA detrás de este sistema. Sports Interactive ha traducido el juego al castellano.
Conclusiones finales
Football Manager 2016 es, a grandes rasgos, una edición muy parecida en términos generales con respecto a la versión del año anterior. Sports Interactive ha trabajado por encima los fallos más punibles del juego de 2015, ajustando aquí y allá y añadiendo, por todo lo alto, más personalización del manager, un notable sistema de gestión de información y estadísticas, nuevas opciones de charlas contextuales y una simulación de lesiones más creíble.
Será el jugador el que decida si estos cambios, unidos a la persistente nueva y mejorada interfaz, son más que suficientes como para justificar la compra de la edición de 2016. Football Manager 2016 es el juego más grande, notable y profundo de la serie -a niveles que hace unas cuantas ediciones no éramos capaces de imaginar-, pero comenzamos a ver cierto nivel acomodaticio en apartados y herramientas que comienzan a quedarse muy atrás respecto a otras características y aspectos del juego. Football Manager 2016 sigue siendo parte de la élite del fútbol en los videojuegos, de intachable trayectoria y más que prometedora proyección futura, pero su reinado en solitario, sin apenas competencia, parece que le está pasando factura año tras año.