Análisis de Etherlords 2 (PC)

Nival es uno de los mejores grupos de desarrollo afincados en Rusia. Entre sus juegos más destacados podemos nombrar el reciente Blitzkrieg o el antecesor del título que hoy analizamos. Etherlords fue un juego de estrategia por turnos que cosechó un gran éxito entre la prensa especializada. Sus principales virtudes fueron la creación de un sistema de combates sencillo pero a la vez divertido y grandes dosis de exploración en unos entornos recreados con gran acierto. Sus desarrolladores quedaron contentos con su trabajo y aquí tenemos su nueva obra. Esta vez el sistema de juego ha evolucionado levemente para que la experiencia de juego sea mucho más sencilla y profunda. Aunque continuamos con los pilares básicos ya asentados en el primer título de la serie: la recolección de cartas y el combate contra otros enemigos. Pero como sabemos que no todo el mundo pudo disfrutar del juego original, aquí os explicamos todo lo que necesitáis saber acerca de este mundo tan fantástico. Antes de nada tenemos que decir que en un principio todo parece muy complicado. Comenzamos y entramos directamente al tutorial de combate; en él nos enseñarán a utilizar conjuros y a manejarnos entre tantas estadísticas. Como decimos, puede que en un principio nos sintamos un tanto abrumados pero no hay que preocuparse, en cuestión de minutos aprenderemos los movimientos básicos y poco a poco iremos desarrollando tácticas de combate. Dicho esto, pasemos a hablar de la historia del juego, o por lo menos del inicio de la aventura ya que el argumento de Etherlords 2 no da para mucho.

Básicamente este capítulo de la serie nos traslada de nuevo al mundo de Ether. En un principio tenemos la opción de elegir dos bandos distintos: Vitals o Chaots. Cada bando posee habilidades únicas, pero la historia suele partir de un mismo principio. Un bando rival ha invadido nuestro territorio y debemos expulsarles del lugar. Como decimos, la historia no es nada destacable, aunque nos irá guiando a través de un buen número de misiones repartidas en cinco campañas diferentes. Muchos os estaréis preguntando: "¿Si la historia no es muy buena, como puede ser un juego tan adictivo?" Pues bien, la gracia de Etherlords 2 viene dada por su sistema de combates.

Sólo tenéis que pensar en el conocido juego de cartas Magic: The Gathering para haceros una idea. Y es que todo gira en torno a la recolección de cartas que conformarán todo nuestro "arsenal" de conjuros e invocaciones. Con nuestro héroe deberemos recorrer los diferentes mapas que conforman las distintas misiones. En cada uno de estos mapas habrá enemigos con los que combatir, gente con la que conversar, e incluso zonas en las que comprar y vender cartas. En Etherlords se mezclan a la perfección elementos de estrategia con elementos de rol: recolección de recursos al más puro estilo "Heroes of Might and Magic", es decir, habrá minas, casas con especias, etc. Estos recursos los podremos utilizar para comprar cartas en los lugares ya mencionados.

Pero habrá más. Si queremos triunfar en los combates deberemos crear equipos compensados; algo que los jugadores más empedernidos del juego de cartas The Gathering sabrán de sobra. O sea, que tendremos que crear un equipo con criaturas poderosas pero también habrá que emplear poderes defensivos. No podemos crear solamente un equipo de criaturas porque los enemigos pueden utilizar conjuros capaces de terminar con nuestra fuerza de ataque y dejarnos de ese modo con una clara desventaja. Como habréis podido intuir, tendremos un número limitado de casillas que rellenar con todo tipo de cartas. Estas cartas serán las que irán apareciendo aleatoriamente durante los combates, aunque también podremos ir utilizando las de reserva para formar diferentes equipos que funcionarán mejor contra algunos enemigos. Pero como sabemos que algunos no habrán cogido muy bien la mecánica de los combates, lo explicaremos poco a poco.

Nuestro héroe va avanzando por el mapeado hasta que avista a un enemigo. Nos acercamos y comenzamos el duelo. Nuestro equipo esta formado por algunas criaturas bastante poderosas, otras no tanto y por último, algunos conjuros que mejoran nuestra salud y la fuerza de nuestras unidades. Antes de proseguir os tenemos que hablar de dos conceptos que tenéis que tener muy claro. Los combates se ganan y se pierden con la eliminación de los héroes; todas nuestras criaturas pueden morir pero si nuestro hechicero sigue en pie el combate proseguirá. Por tanto, los dos puntos vitales para completar satisfactoriamente los combates serán nuestra salud y el éter que poseemos. Nuestra salud se verá mermada por los ataques físicos o mágicos que efectuaran las criaturas o el propio héroe rival. Poco más podemos decir de este punto, pero el éter será el elemento primordial en los combates.

En algunos juegos de rol a éste elemento se le conoce como maná, en otros simplemente como poder mágico. Así que ya os podéis hacer una idea para qué se utilizarán en los combates. Cada carta tiene un coste en éter que deberá pagarse si se quiere poner en juego, por ejemplo: invocar a un vampiro nos costará siete unidades de éter. Por tanto, tendremos que ir pasando turnos hasta obtener esa cantidad de magia necesaria.

Hay diferentes cartas que añaden éter a nuestras reservas y nos serán de gran ayuda. También hay un conjuro bastante útil que nos dará éter por cada criatura que se invoque en el combate. Así que tendréis que utilizar mucho la cabeza para crear equipos equilibrados; no es bueno tener un ejército de vampiros porque el enemigo nos puede aniquilar antes de que nosotros podamos invocar a una sola criatura. Por tanto, en este punto es donde la estrategia brilla con luz propia. Pero aún queda mucho que explicar.

Os hemos hablado del héroe propiamente dicho, pero no de cómo funcionan los turnos. Y aquí también debemos pararnos un poco para explicaros unas cuantas cosas que tenéis que comprender para entender el funcionamiento de los combates.

Ya sabéis que los hechiceros tienen la opción de invocar diferentes criaturas y crear diferentes hechizos. Pues bien, ahora os explicaremos como se manejan estas criaturas y como podemos terminar con nuestro rival. Para que os quede mucho más claro lo haremos con ejemplos, que siempre ayudan a entender mejor las cosas: nuestro hechicero se ha encontrado con un enemigo y ha comenzado el combate. Empezamos moviendo nosotros y tenemos la suerte de obtener unas cuantas cartas muy útiles. En un principio sólo tenemos un punto de éter, pero nos ha salido la carta que nos añade otro punto más así que la usamos. Ahora tenemos dos puntos de éter que usamos con el hechizo "Cosechar Éter". Este conjuro requiere dos puntos de energía y nos dará dos puntos de éter por cada criatura invocada.

Como ya no podemos hacer nada pasamos el turno. El rival invoca a dos avispas por lo que nosotros conseguimos cuatro puntos de éter. Pero no todo es tan feliz; el enemigo ha ordenado atacar a sus dos unidades, por tanto, las dos avispas se adelantan. Será entonces cuando tengamos la posibilidad de bloquear el ataque con criaturas nuestras, pero como no tenemos a ninguna invocada… De todos modos sería bueno comentar este aspecto un poco más a fondo. El enemigo ha mandado a sus dos criaturas para que ataquen al héroe. Nosotros podemos bloquear el ataque mandando criaturas, o bien, recibir todo el daño. En esta ocasión no nos queda más remedio así que pasamos el turno y vemos como las dos avispas golpean a nuestro hechicero.

Ahora volvemos a mover nosotros. Hemos conseguido suficientes puntos como para invocar a nuestras Mantis así que seleccionamos la carta y vemos como aparece. Esta criatura que acabamos de invocar necesita un turno para atacar, es decir, ahora acaba de aparecer y tendrá que pasar un turno para que pueda atacar con total libertad.

Volvemos a pasar el turno y el enemigo invoca a unas cuantas avispas más. Ahora todas van a atacarnos pero contamos con una criatura bastante poderosa así que la utilizamos para proteger al héroe. Llegados a éste punto también os tenemos que hablar del último punto que nos queda por tratar en los combates: el poder y la defensa de las criaturas. El poder mide la fuerza con la que golpean mientras que la defensa mide el daño que puede llegar a recibir sin morir. Nuestra Mantis puede frenar y matar a una avispa ya que nuestro poder es mucho más poderoso que su defensa, pero el resto podrá golpear de nuevo a nuestro hechicero.

Poco a poco iremos invocando nuevas criaturas, utilizaremos poderes mágicos que aumentarán nuestro ataque, etc. Todo cuenta con tal de terminar con la vida del rival.
Y tras esto sólo podemos quitarnos el sombrero ante la I.A. tan buena que han creado los chicos de Nival. Los enemigos no se andan con tonterías, desde un principio van a matarnos y no pararán de crear unidades y de invocar conjuros con tal de terminar con nosotros. Es realmente sorprendente y no os engañamos al decir que en muchas ocasiones os tocará cambiar vuestros equipos hasta encontrar la formula necesaria para terminar con el héroe enemigo.

Más o menos así será Etherlords 2. La historia nos irá guiando a través de diferentes mapas que deberemos explorar. Pero lamentablemente todo se vuelve muy monótono ya que todo se basa en buscar enemigos y terminar con ellos. Sin embargo, no podemos dejar de hablar del gran multijugador del juego. Sin duda, lo mejor del título. Tenemos diferentes opciones para disfrutar de esta modalidad de juego: el juego en red, juego a través de internet y por si esto fuera poco, también podremos disfrutar de partidas multijugador en el mismo PC; como ya ocurría en la serie "Heroes". En estas partidas podremos elegir personaje y cartas. Serán partidas muy estratégicas ya que los fallos se castigan con la derrota. En el caso de jugar en el mismo PC, cada turno corresponde a la tirada de un jugador. Primero mueve uno y luego le toca el turno al compañero. Así de sencillo.

Este multijugador unido a la posibilidad de crear nuevos mapas dota al juego de una duración larguísima. Nos pasaremos semanas jugando sin parar, siempre probando nuevas tácticas.

Etherlords cumple a la perfección en su apartado técnico. Ya os hemos hablado de su lograda IA, pero ahora debemos hablar de otros aspectos como el acabado gráfico y el apartado sonoro. Y sólo tenemos buenas palabras para estos dos apartados. El acabado gráfico en general es bastante bueno. Los mapas por los que nos movemos poseen bastantes detalles y son muy coloridos; lo que unido a su excelente diseño dotan a Etherlords de un acabado más que satisfactorio. Pero donde de verdad se luce es en los combates.

Todos los hechizos han sido representados de una manera asombrosa: habrás destellos de luz que iluminarán a todas nuestras criaturas y el campo de batalla; veremos grandes haces de colores girando en torno a nuestro hechicero cada vez que lanza conjuros, las criaturas poseen un acabado fantástico, etc. Y todo esto funcionando en equipos de gama media con todos los detalles al máximo. En el apartado sonoro también se han lucido con un doblaje al castellano bastante bueno. Las melodías que nos acompañan a lo largo de la aventura amenizan nuestros paseos por los mapas ya que poseen un marcado carácter ambiental. Durante los combates las melodías se animan un poco, pero siempre se encuentran en un segundo plano.

En definitiva, estamos ante un gran juego que nos mantendrá pegados durante horas a los monitores. Es muy divertido y en gran parte, esto se debe a su sencillo manejo. Ya hemos comentado que en un principio todo parece muy complicado, pero es cuestión de cogerle el truco y comenzar a disfrutar. Su multijugador ofrece muchas horas de juego y siempre habrá gente dispuesta a desafiarnos. Entre sus contras deberíamos citar la falta de novedades respecto a su antecesor y lo monótono que llega a resultar su modo campaña. Pero como decimos, Etherlords 2 se disfruta de verdad en su vertiente multijugador. Así que desde aquí no podemos dejar de recomendar este título a todos los amantes del juego de cartas Magic: The Gathering. Aunque también se trata de un juego apto para los más noveles en este estilo de juego.