Análisis de Endless Legend (PC)
Pocos géneros -quizás, con el permiso de los shooters y juegos de disparos en primera persona- gozan de tan buena salud en el actual panorama como los de estrategia. Por doquier encontramos revisiones, versiones y adaptaciones de mecánicas que fueron en su momento herencia y legados directos de las veneradas vacas sagradas de mediados y finales de los noventa, que ahora, de una forma u otra, se empiezan a sentir anticuadas. ¿Por qué mientras otros títulos y géneros han conseguido evolucionar o añadir elementos frescos a sus fórmulas jugables y los títulos de estrategia y gestión siguen estancados en el mismo planteamiento de hace varias décadas? Es aquí donde entra Endless Legend, un juego de férrea naturaleza táctica, que nos invitará a replantearnos la forma en la que disfrutamos de la estrategia y la construcción de imperios.
Cuando una buena ambientación y buen trasfondo lo sustentan todo
Endless Legend toma cientos de detalles y mecánicas vistas con anterioridad, claro está, pero las combina con una maestría inusitada y las engalana con uno de los aspectos visuales más bellos de los últimos años. No nos malinterpretéis: Endless Legend es un juego que va más allá de su apartado técnico y gráfico, pero su ambientación es tan soberbia, y su trabajo en crear una sólida mitología detrás de cada raza, imperio y escenario es tan adecuado, que es muy difícil desligar un aspecto del otro. Endless Legend es un juego muy cohesionado y coherente como producto, y todo, absolutamente todo, desde la interfaz a la pantalla de juego está cuidado y bien diseñado.
No hay que olvidar que el juego viene auspiciado por el estudio responsable de Dungeon of the Endless y Endless Space, Amplitude Studios, y como en aquellos dos títulos anteriores, en Endless Legend prima el absoluto control del jugador en el devenir de la partida.
La historia y punto de partida de Endless Legend nos lleva al planeta Auriga, un sistema que parece estar conectado con otros de los juegos de la compañía -o eso dicen en Amplitude Studios-, en el que habitan cientos de razas y habitantes diferentes y en el que varios imperios se disputan el control de los recursos. En Endless Legend tenemos ocho grandes afiliaciones o facciones, radicalmente diferentes las unas de las otras, y en las que en función de nuestra elección, dispondremos de una serie de bonificaciones o elementos propios con los que gozar de ciertas ventajas al inicio de nuestro periplo.
De esta manera, tenemos a los Vaulters, una raza de colonos del espacio que llegaron hace tiempo atrás a Auriga y cuyo conocimiento tecnológico se ha ido olvidando tras permanecer encerrados en las entrañas de la tierra durante milenios en colonias y búnkeres. También podemos encarnar a los Wild Walkers, unos guardianes de la naturaleza cuyo amor por los animales y las plantas, los han llevado a extraer y utilizar las energías de los espíritus que habitan y residen en los bosques del planeta.
La sociedad de los Broken Lords, aristocrática y noble, que parece haber sido maldecida y condenada a la extinción -parecen una suerte de vampiros arcanos-, se esfuerza por manejar la magia a grandes niveles y estados y evitar su fatídico destino. Así mismo, y también en el terreno de la brujería, tenemos a los Ardent Mages, unos brujos que han empezado a prescindir de la carne para dominar los elementos y hechizos más potentes. Algo parecido ocurre con los Cultists, un grupo de seres de otrora una importante dinastía de Auriga, que ahora buscan esparcir sus creencias mediante la fuerza y la mística.
Entre tanto, tenemos toda una facción basada en los mercaderes -The Roving Clans-, cuya habilidad para el comercio, el intercambio y la prosperidad basada en el libre mercado, pueden suponer un punto de ayuda inigualable para aquellos jugadores que quieran avanzar rápido sin gesta bélica alguna. Iguales de venerables y calmados -aunque también son nobles guerreros- tenemos a los Drakken, una raza de lagartos antropomorfos con pasión por la historia, las cosas bellas y el pasado de Auriga como planeta. Por último, y como amenaza global, nos encontramos a los Necrophages, unos seres con forma de insectos organizados como un gigante enjambre, que buscan procesar y engullir todo aquello que se encuentre en su camino.
En Endless Legend nos encontraremos con una mitología rica, entrelazada y profundamente cimentada como hacía años que no veíamos en un juego del estilo. Amplitude no se ha limitado a poner unos simples bichos y diseños estrambóticos a combatir en el campo de batalla de la superficie de Auriga, y se ha molestado en arrojar un rico tapiz de rencores, alianzas y subterfugios que harán que verdaderamente estamos ante una algarabía de razas que viven se relacionan en un planeta desconocido a miles de años luz de distancia. Teniendo en cuenta que estamos ante un juego en el que cada partida es diferente, también alabamos el sentimiento que Amplitude ha puesto a la hora de contextualizar la historia y el trasfondo existente de las distintas facciones de Endless Legend.
Fundación, auge y caída de un imperio
Endless Legend, por hacer una comparación clara, es una suerte de Civilization y Age of Wonders -o Might and Magic- ambientado en el espacio, pero en el cual la fantasía y la magia son elementos indivisibles del planteamiento. De hecho, por hacer una comparación, diríamos que estamos ante una suerte de Dune pasado por el filtro de Dragones y Mazmorras, pero con la intriga de Juego de Tronos. Sí, podemos ver a simple vista que la premisa es una extraña mezcolanza, pero en la práctica, funciona.
En cualquier caso, como en casi todos los juegos 4X -que como se conoce por las siglas en inglés, "explore, expand, exploit and exterminate" o lo que es lo mismo, explorar, expandirse, explotar recursos y exterminar-, deberemos comenzar con un simple grupo de exploradores y un lugar marcado en el mapa. Los mapas -hexagonales- en Endless Legend son enormes, divididos en regiones y provincias, y plagados de accidentes geográficos -montañas, ríos, bosques, desiertos, parajes helados y todo tipo de elevaciones-, que pueden modificar el devenir de nuestra partida de forma drástica.
Al contrario que en otros juegos del mismo corte, en Endless Legend la importancia del tipo de recursos que seamos capaces de recolectar, o del lugar en el cual queramos fundar la capital de nuestro imperio para el resto de la partida, serán determinantes. Es más: Endless Legend tiene un sistema de estaciones en tiempo real. Dicho sistema -que se divide en invierno y verano, sin términos medios- modificará los movimientos de nuestras tropas, así como la cantidad de recursos que seamos capaces de generar y recolectar.
Por ejemplo, mientras los veranos nos reportan temporadas de bonanza económica, desarrollo tecnológico rápido y graneros llenos, los inviernos, crudos, duros y largos, nos dejarán en la estacada si no somos capaces de prever con antelación la situación. Endless Legend hace simple un buen número de tareas rutinarias y omnipresentes, como es la nombrada recolección, con lo que una vez establezcamos la capital de nuestro imperio podemos despreocuparnos un poco y centrarnos en otras tareas o investigaciones más importantes.
Al igual que en el citado Civilization, en Endless Legend la partida va determinada por turnos y movimientos entre las facciones, que podemos emplear de la forma que queramos. Según la facción, tendremos unas variantes y unas bonificaciones al comenzar, con lo que podemos emplear una estrategia u otra. ¿Queremos ganar sin declarar la guerra? Pues escogiendo a los clanes de mercaderes errantes, tendremos dicha posibilidad. ¿Ganar por superioridad bélica y tecnológica eliminando a todos nuestros enemigos? Los Vaulters son nuestro ejército a elegir. Las posibilidades, repetimos, son muchas, y según las habilidades que demostremos al mando -y la dificultad elegida- la duración y la complicación de la sesión de juego será radicalmente distinta.
Cada facción cuenta a su vez con una intrínseca gestión económica, su propio árbol de tecnología y progreso -que está formado por un buen número de apartados, que van desde el estudio de la ciencia, la formación de unidades nuevas o la mejora de las capacidades bélicas, entre otras muchas- y sus estrategias diplomáticas. La libertad de acción en Endless Legend es muy amplia, y en nuestras manos está en plantear una estrategia a largo plazo o buscar el desgaste total de una guerra constante.
Alianzas, traiciones y periodos de paz y guerra se irán sucediendo en el devenir de la partida. Cabe destacar, no obstante, que la I.A de Endless Legend -incluso en sus niveles más bajos- es bastante obstinada, con estrategias que virarán hacia las declaraciones de guerra si llegamos a sobrepasar los bordes de sus dominios y la confrontación en caso de ser lo suficientemente pacíficos como para no meternos con nadie. En cambio, si la presionamos con nuestras unidades -independientemente de la facción que escojamos ser-, acabará por ceder y pedirnos la paz a cambio de una serie de tributos o condiciones favorables.
Así pues, la guerra, en muchos aspectos, se convierte en indispensable para el avance y el desarrollo del juego. Cuando el combate se cierne sobre la superficie de Auriga, Endless Legend pasa a tener una perspectiva diferente, en el que podemos dar órdenes y comandos -muy básicos, eso sí- a nuestras tropas cuando se enfrentan al enemigo. Las batallas por turnos, pese a ocupar gran parte del juego, son muy simples, quizás hasta toscas, con un limitado repertorio de movimientos y opciones que dan como resultado unos enfrentamientos parcos en detalle -pese a lo espectacular del diseño de algunas unidades y monstruos- y en exceso, automáticos. En definitiva, da la impresión de ser una característica poco pulida.
Endless Legend se muestra por parecer y sentirse un juego variado. Tal y como os decíamos al comienzo del análisis, Amplitude ha intentado buscar un equilibrio entre mitología, ambientación y desarrollo del juego, en una búsqueda incesante en pos de hacer partícipe al jugador en el universo de Auriga. Es aquí donde entran en liza las misiones secundarias, que nos invitarán a lograr determinados objetivos en pos de suculentos premios, y que están absolutamente personalizadas en función de la facción que hayamos escogido, y pueden ir desde las básicas -"Mata a tantos enemigos como puedas en tal provincia" a "Vigila tal bosque de una determinada facción",- a otras más complejas, "Solventa la rebelión que ha nacido en el seno de X imperio". Cada objetivo está acompañado de un trasfondo propio que hace que lograr y superar cada misión sea endiabladamente entretenido, haciendo a la postre, que la partida no se torne en un simple juego de acumular, gestionar y arrasar. Es sin duda, uno de los puntos más logrados de Endless Legend.
Si por algún casual nos aburrimos o creemos que la I.A no termina de seguirnos el juego, Endless Legend también incluye un completo modo multijugador de hasta ocho jugadores y un sistema de edición de niveles y mapas -de momento, en la versión que hemos probado, no estaba disponible- que prometen ampliar la ya de por sí infinita oferta de juego y duración que un título de esta índole ofrece al jugador.
Un apartado gráfico y artístico con personalidad
Endless Legend es un juego que goza de personalidad. No nos cansaremos de repetirlo. Desde la interfaz y el menú que se ofrece al usuario, al aspecto de cada facción, cada unidad, cada paraje y cada artwork, todo está pensado con ahínco, mostrado, modelado y desarrollado, con pasión. A simple vista, el ojo más experimentado notará referencias a Craig Mullins, Giger, Moebius y al cómic más occidental y europeo de la última hornada, que se mezclan con notas habituales del género fantástico más clásico.
Si en otro tipo de juego dicha receta habría acabado por resultar estomagante o absurda, en Endless Legend la verdad es que nos parece ciertamente exquisita y comedida. Desde dragones arcanos, a soldados embutidos en anacrónicas armaduras, pasando por monstruos gigantescos, todo, absolutamente todo en Endless Legend, luce a las mil maravillas. No obstante su motor gráfico en tres dimensiones nos parece sólido, con buena predisposición en las máquinas más potentes, ya que ofrece texturas y efectos de iluminación de gran calidad.
Para el análisis hemos jugado en un MacBook Pro con pantalla retina -con un i7 de cuatro núcleos a 2.3 Ghz, 8GB de RAM DDR3 y una tarjeta gráfica GeForce GT 650M a cargo de Nvidia- y tanto a nivel de resolución -alta, casi al máximo que permite el ordenador- como en fluidez, no hemos notado problemas de rendimiento de ningún tipo. El sonido y la banda sonora, por su parte, también disfrutan de momentos álgidos y de lucidez, completando el increíble trabajo técnico de Amplitude. La única pega, eso sí, es que el juego se encuentra en completo inglés. Un hándicap enorme para un gran número de jugadores, pero que no debería estropear la experiencia al grueso de aficionados a la estrategia.
Conclusiones finales
Endless Legend es un sobresaliente exponente de lo que se puede hacer todavía en el género de la estrategia y la gestión. Sí, el juego bebe de un buen número de reconocidas y evidentes fuentes diversas -al fin y al cabo, es un 4X clásico-, mezclándolas al gusto para conseguir su propia base y punto de partida, pero es la excelencia en la receta final lo que consigue que sea tan divertido, entretenido y accesible.
Amplitude como estudio, ha conseguido darle cohesión a su mimado y esperado juego de estrategia con un excelente apartado artístico, una rica y original mitología y un accesible -aunque desafiante- sistema de juego que toca múltiples facetas tácticas con maestría y atino. Así pues, pese a encontrarnos ante un nuevo título perteneciente un segmento de títulos en los que parece que todo ha sido probado, reciclado y re-formulado hasta la extenuación, Endless Legend consigue insuflar aire fresco con su propuesta y su soberbia ambientación.