Análisis de Dungeons (PC)

Pero al mismo tiempo que nos preocupamos de que no se vayan demasiado lejos, tendremos que cumplir diversas misiones, ya sean principales o secundarias (no cumplir estas últimas puede suponer molestias añadidas). También deberemos enfrentarnos a las criaturas que habitan en el submundo, crear pentagramas para invocar monstruos y expandir nuestros dominios, excavar nuevos caminos con ayuda de nuestros fieles goblins y proteger a toda costa nuestro Corazón de Mazmorra. Si este cae, perderemos la partida.
Como se puede intuir, son muchas cosas a las que estar pendientes, por lo que habrá que actuar con rapidez y decisión, pero también con cabeza, y saber administrar correctamente nuestras acciones y recursos.

El nivel de dificultad general es desafiante y hacernos a los controles no resulta algo precisamente fácil, dada la cantidad de opciones disponibles que tendremos a nuestra disposición. Además, la mecánica jugable en un principio resulta bastante desconcertante. Por suerte, la curva de aprendizaje está muy bien medida y durante la primera mitad de la campaña principal, nos irán enseñando poco a poco a jugar, desbloqueando nuevas características en cada pantalla. Esto es algo que nos animará a seguir jugando para descubrir todas las posibilidades que esconde. Lo malo es que una vez superemos esta primera parte, el resto se volverá bastante repetitivo y monótono rápidamente, ya que tendremos que hacer lo mismo una y otra vez, con objetivos que se repiten constantemente.
La historia principal nos durará alrededor de 13 horas, aunque a estas alturas, nos resulta inexplicable la ausencia de un modo multijugador, ya que con esta jugabilidad sería un añadido perfecto. Por contra, tenemos un modo de juego libre, con diversos mapas y tipos de objetivos, en los que crear mazmorras durante horas, pero que no conseguirá mantenernos demasiado tiempo enganchados.
Mazmorras discretas
Dungeons no es precisamente el principal exponente de lo que la potencia de un buen PC puede dar de sí, aunque tampoco es que en este tipo de juegos sea algo especialmente relevante. Tampoco es que se vea mal, simplemente cumple su cometido, sin grandes cosas que reseñar, ni para lo malo ni para lo bueno.
Por otra parte, el diseño de los monstruos que podremos crear es bastante bueno y todos encajan muy bien dentro de esta peculiar ambientación, con modelados que van entre lo serio y lo cómico y caricaturizado. Destaca por encima de todo nuestro Señor del Mal con su imponente armadura, que goza de un modelado a nivel artístico magnífico.
En lo que respecta a la banda sonora, la música tiene temas tanto tenebrosos para los momentos de exploración como de corte épico para los combates. Encaja bien y funciona, aunque probablemente pasará desapercibida la mayor parte del tiempo, ya que carece de algo de fuerza.
Donde sí que nos encontraremos una agradable sorpresa, es con el fenomenal doblaje al español que se ha realizado, que tanto por la elección de voces como por la interpretación de los actores, conseguirán sacarnos más de una carcajada.

Conclusiones
Realmforge ha realizado un buen trabajo con Dungeons, ofreciéndonos un producto con un atractivo precio de salida (10 euros), mucho sentido del humor y con una jugabilidad muy interesante y que aporta algo de frescura al panorama actual. Por desgracia, la inexplicable falta de un modo multijugador y la cierta monotonía en la que acaba cayendo el desarrollo del juego, lastran una obra que podría haber llegado mucho más lejos y que se queda a medio camino, pero que de buen seguro, divertirá a quienes busquen algo diferente y quieran sacar su lado más oscuro.

Últimos análisis de PC





