Análisis de Company of Heroes 2 (PC)

Tras una larga espera que se ha prolongado más de lo previsto inicialmente, Company of Heroes 2, la secuela de uno de los juegos de estrategia en tiempo real más aclamados de los últimos años, por fin está entre nosotros. Y para alegría de todos sus fans, podemos decir que los chicos de Relic Entertainment han hecho un gran trabajo a la altura del título original. Quizás sea algo continuista en sus bases y haya perdido parte del factor sorpresa, pero sus novedades y mejoras bien justifican el 2 de su nombre, tal y como iremos viendo a lo largo de este texto.

El sangriento Frente Oriental

Tal y como os hemos ido contando en los diversos avances que hemos publicado, una de las principales características de esta segunda parte es que se ambienta en el Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial, explorando así algunas de las batallas más sangrientas e importantes que tuvieron lugar en este terrible conflicto y dejando a un lado la manida y mil veces vista lucha de Estados Unidos, Francia e Inglaterra contra Alemania.

Muchos podríais pensar que este cambio de aires solo sirve a nivel argumental y para limitar los bandos jugables, pero va mucho más allá. Si por algo es conocida la región de Rusia, es por sus implacables y duros inviernos, lo que impidió a Hitler alzarse con la victoria en este frente, y eso es algo que ha sido genialmente recreado para disfrute de nuestras partidas.

En algunos de los mapas multijugador y en varias misiones del modo campaña, nos encontraremos con que se puede producir una fuerte ventisca que cubrirá el escenario de nieve y que hará descender las temperaturas hasta niveles insoportables.

Cuando ocurra esto tendremos que preocuparnos de mantener protegidas a nuestras tropas del frío, ya sea refugiándolas en casas o en campamentos alrededor de una hoguera. Si no lo hacemos, tened por seguro que no tardaremos en ver cómo nuestras unidades irán muriendo congeladas una tras otra. La nieve también tiene su importancia a nivel jugable, ya que ralentizará el avance de las tropas y dificultará nuestros movimientos en mayor o menor medida dependiendo de cuánta haya, a menos que la fundamos primero, haciendo uso por ejemplo de un lanzallamas. Y todo esto sin olvidarnos de los ríos y lagos, los cuales se congelarán y podrán ser usados como auténticas trampas mortales, debido a lo frágiles que son sus capas de hielo. Bastarán unos pocos impactos para resquebrajarlas y hacer que todas las unidades que se encuentren encima caigan al agua y mueran por congelación, algo que resulta especialmente útil para quitarnos vehículos y tanques de encima de un solo golpe.

Todo esto supone probablemente la mayor novedad que nos encontraremos a nivel jugable en este Company of Heroes 2 y le da un toque diferenciador y único frente a cualquier otro juego que hayamos visto. Además, el factor de imprevisibilidad que añaden estas ventiscas dotan de mayor profundidad estratégica a las partidas, ya que nos obligarán a rediseñar totalmente nuestros planes al vuelo para adaptarnos a la situación, siempre y cuando no queramos ver cómo una partida que parecía ganada se nos va al traste por nuestra incapacidad para reaccionar.

Continuando con sus novedades nos encontramos con el genial sistema TrueSight, gracias al cual solo podremos ver lo que nuestras tropas vean, haciendo un uso mucho más inteligente que otros RTS de la habitual "niebla de guerra". Esto añade más estrategia si cabe a los enfrentamientos, ya que tendremos que tener muy en cuenta el rango de visión de nuestros enemigos, algo de lo que también nos podremos aprovechar. Por ejemplo, con una granada de humo podremos cegarles el tiempo suficiente como para colarnos por detrás sin que nos vean, flanquearles y tenderles una emboscada, lo que elevará bastante los niveles de tensión cuando no tengamos enemigos a la vista.

En cuanto a las coberturas, las cuales serán extremadamente necesarias si no queremos ver como la vida de nuestros soldados baja a velocidades realmente alarmantes, ahora también podremos usar a los vehículos como tales, lo que nos permitirá nuevas estrategias, como avanzar con un tanque mientras mantenemos a nuestras tropas de infantería situadas detrás del carro acorazado y resguardadas del fuego enemigo.

Por lo demás, si jugasteis a su primera parte, más allá de las nuevas unidades y de los cambios en la interfaz, os sentiréis como pez en el agua, ya que las bases de su jugabilidad se han mantenido intactas. Esto quiere decir que la captura y defensa de los puntos de recursos siguen siendo vitales para hacerse con la victoria, ya que gracias a ellos podremos construir nuevas unidades y mejoras a mayor velocidad. Como novedad en este sentido, ahora tendremos la posibilidad de construir una estructura para obtener de ellos el tipo de recurso que deseemos, aunque también podremos capturar vehículos y armamento enemigo, algo que además de permitirnos ahorrar recursos, resulta ciertamente satisfactorio (machacar a tu rival con sus propias armas no tiene precio).

Por otra parte, la interacción con el escenario sigue siendo muy importante y cada unidad es un mundo en sí misma, por lo que tendremos que conocerlas al dedillo si queremos plantear correctamente nuestras estrategias. Tanto los alemanes como los rusos (las dos facciones jugables) están muy bien diferenciados y cuentan con características propias totalmente únicas. Por ejemplo, si en el Ejército Rojo intentamos retirar a nuestras tropas, los soldados de nuestro propio bando seguirán la orden 227 (la cual obligaba a disparar a todo aquel que abandonara sus posiciones) y dispararán contra ellas, obligándonos así a mandar unidades de apoyo constantemente a los diversos frentes, ya que retroceder sería una decisión mucho peor, lo que refleja fielmente el espíritu del implacable ejército de Stalin.

Si no jugasteis a su primera entrega, tenéis que saber que Company of Heroes 2 es un juego donde realizar microgestiones es muy importante. No bastará con que seleccionéis todo vuestro ejército y lo mandéis a un punto concreto a pelear. Aquí resulta mucho más productivo dar pequeñas órdenes concretas a cada unidad y planear con mucho cuidado cada uno de sus movimientos. El desarrollo de las partidas es muy ágil, dinámico e intenso, por lo que tendremos que ser muy rápidos elaborando estrategias y ejecutándolas.

Algo que no nos ha gustado demasiado, es que hemos notado ciertos desequilibrios muy evidentes en favor del bando alemán, el cual actualmente parece casi invencible, por lo que esperamos que los chicos de Relic mejoren esto urgentemente a través de parches y actualizaciones si quieren mantener el juego vivo en su vertiente más competitiva.

Entrando ya en lo que son sus modos de juego, tenemos tres bien diferenciados. Por un lado tenemos la campaña principal, la cual nos hará revivir por medio de los flashbacks de un oficial soviético la lucha del Ejército Rojo contra los nazis desde sus peores momentos hasta el sorprendente contraataque ruso. El argumento está lejos de ser una maravilla, aunque se agradece su esfuerzo por no presentar la típica historia de épica y valor en favor de mostrarnos las atrocidades que se llegaron a cometer en este conflicto y en hacernos reflexionar sobre ellas.

La campaña solo nos permitirá jugar con los rusos y nos hubiera gustado que también se hubiese añadido una para los alemanes, algo que en Relic no descartan para un futuro. Eso sí, su desarrollo se hace realmente divertido, variado y muy dinámico. No es que sea muy diferente de lo visto en su primera parte, pero está mejor medido y en una misma misión tendremos que cumplir múltiples objetivos que irán variando a medida que avancemos, por lo que no tendremos tiempo para aburrirnos. Dependiendo de la dificultad que escojamos, nos durará entre 10 y 15 horas, aunque no será aquí donde más horas invirtamos.

Donde Company of Heroes 2 despliega realmente todo su potencial es en su adictivo modo multijugador, el cual nos ofrece combates de 1 vs 1, 2 vs 2, 3 vs 3 y 4 vs 4 (las de 2 vs 2 han sido las que más equilibradas nos han parecido). Podremos jugar partidas personalizadas, contra la IA o contra otros jugadores mediante un sistema de emparejamiento automático, que por lo que hemos podido ver no funciona nada mal. En cuanto a los parámetros que nos permitirán configurar nos encontramos con las condiciones de victoria (por puntos o por aniquilación), los puntos necesarios para ganar y los recursos iniciales de los que dispondremos.

Para darle algo más de vida, se ha incluido un sistema de progresión mediante el cual iremos subiendo de nivel a medida que juguemos partidas, algo que nos permitirá desbloquear nuevos generales, mejoras para las unidades y skins simplemente decorativas. Solo podremos equiparnos con tres generales y con una cantidad de mejoras limitadas, aunque tendremos la opción de guardar distintas configuraciones para que antes de empezar la partida podamos escoger rápidamente la que mejor se adapte a nuestras necesidades.

El último modo de juego es Teatro de Operaciones, en el cual podremos revivir algunas de las batallas reales que por necesidades del guion no tienen cabida en el modo campaña. Existen tres tipos diferentes de desafíos. Por un lado tenemos las misiones cooperativas, que tal y como indica su propio nombre nos permitirán colaborar junto a otro jugador para acabar con las fuerzas enemigas. Por otro lado tenemos los desafíos en solitario, en los cuales nos pondrán en una situación muy adversa que tendremos que superar. Finalmente están las Batallas IA, las cuales se tratan de una refriega contra la IA del juego en la que esta última hará uso de tácticas muy específicas. Lo bueno de este modo es que también nos deja jugar con los alemanes y que cada bando cuenta con sus propios desafíos.

La espectacularidad de la guerra

A pesar de haberse lanzado en el 2006, Company of Heroes sigue siendo un juego muy llamativo a nivel gráfico, por lo que puede que el salto que se ha dado con su secuela no resulte tan sorprendente, aunque su calidad está fuera de toda duda. Texturas en altísima resolución, efectos gráficos de todo tipo, físicas totalmente espectaculares (ver lo "moldeables" que son los escenarios gracias a los impactos que reciben no dejará de sorprendernos) y una enorme multitud de elementos en pantalla conseguirán dejarnos con la boca abierta cada vez que juguemos. Además, destaca la crudeza con la que se ha representado el conflicto, donde una granada conseguirá que los brazos y piernas de un soldado vuelen por los aires según cómo le impacte, para luego verlo arrastrarse por el campo de batalla en busca de ayuda en caso de que siga consciente, lo que no lo hace un juego especialmente recomendable para todos los públicos.

Eso sí, todo esto tiene un precio, ya que si queremos disfrutar de la experiencia en todo su esplendor (es decir, con todas las opciones de configuración de vídeo al máximo) necesitaremos un equipo realmente potente. Al menos se incluyen las suficientes opciones como para hacerlo más escalable y que funcione en una amplia gama de PCs. Incluso se ha incluido un eficaz Benchmark para que podamos ver rápidamente el rendimiento del juego según la configuración que hayamos escogido. En la parte negativa, mencionar que los vídeos del modo historia no están a la altura y que ahí notaremos algún que otro defecto chirriante, como el modelado de los personajes (sus ropas cuentan con una resolución muy mejorable) y sus expresiones faciales.

En cuanto a la banda sonora, mencionar que es sencillamente soberbia, con unos temas que realzan la épica de los combates hasta niveles insospechados y que conseguirán meternos de pleno en la batalla. Lo mismo se puede decir de los efectos de sonido, que son sencillamente sobresalientes y de una calidad altísima. Solo hay algo que no nos ha gustado: su doblaje. A pesar de contar con voces en español, lo cual siempre es de agradecer, la interpretación de los actores deja mucho que desear. Esto se debe principalmente a lo mucho que se ha exagerado el acento de los rusos y los alemanes, algo que en más de una ocasión nos resultará hasta cómico, especialmente con estos últimos, que más que alemanes parecen franceses.

Conclusiones

Dicho de forma rápida: si te gustan los RTS o disfrutaste de su primera parte, Company of Heroes 2 es un juego que no puedes dejar escapar. No es un título especialmente revolucionario, más bien al contrario, pero refina y mejora la fórmula del original de forma muy acertada y con novedades realmente interesantes. Si algo funciona, no lo toques, es lo que han debido pensar desde Relic. Dado el impacto que tuvo su primera entrega, puede que esto no sea suficiente para todo el mundo, pero estamos seguros de que una vez que os adentréis en el Frente Oriental, os costará mucho abandonar vuestros puestos de combate.