Análisis Coffee Talk, un original simulador de barista psicólogo (PC, Switch, Xbox One, PS4)
Indonesia puede parecer que no es un lugar donde se desarrollen muchos videojuegos, y de hecho mucha gente puede no saber ni dónde están en el mapa, pero lo cierto es que en estos momentos están viviendo uno de sus mejores momentos como desarrolladores de videojuegos. Tras los éxitos del terrorífico Dreadout y su secuela, el juego de rol Legrand Legacy, el curioso My Lovely Daughter o la saga Infectonator (y ahora Necronator), lo cierto es que la industria indonesia se ha establecido como un pequeño referente en el sudeste asiático, y esto se puede notar en todos los eventos de cierta relevancia para los juegos independientes.
Uno de los últimos éxitos recientes es este Coffee Talk, que ya habíamos visto y jugado en varios eventos durante los últimos años, como el Kyoto Bit Summit de 2018. Desarrollado por Toge Productions, y dirigido con la ayuda de Kris Antoni Hadiputra, jefe de la empresa, por Mohammad Fahmi, quien al finalizar el proyecto se ha retirado temporalmente de los videojuegos para montar un negocio de comida, es un título que nos pone en la piel de un barista (profesional especializado en servir café de gran calidad) en un Seattle actual, pero que a la vez tiene un punto de futurista, fantástico y cyberpunk, porque cuenta con enanos, elfos y orcos trabajando en distintos empleos relacionados con las tecnologías.
Café y charla
A nivel jugable Coffee Talk tiene dos referencias claras, aunque a la vez es algo distinto de ellas. El más evidente es el venezolano VA-11 Hall-A: Cyberpunk Bartender Action, con quien cambia el rol de preparador de cócteles por el de barista, pero hay que decir que es bastante menos aburrido. Otro referente al que nos podemos agarrar, y que de alguna manera deriva del anterior, es el español The Red Strings Club, aunque ese juego tiene unos cuantos sistemas de mecánicas más que el que nos ocupa.
También hay referentes fuera del mundo del videojuego, y de hecho es inevitable que cualquiera que haya visto en Netflix la serie Midnight Dinner (Shinya Shokudo en japonés, o La Cantina de Medianoche en cómics españoles) se acuerde de ella al ver la introducción de Coffee Talk, ya que entre otras cosas el café que nos ocupa abre, como en la serie japonesa, a partir de las 12 de la noche.
Así, en Coffee Talk, como el maestro en Midnight Dinner, somos una especie de psicólogo a la vez que preparamos el café (u otras bebidas clientes) a nuestros clientes. Mientras avance la historia iremos escuchando lo que les pasa, y de vez en cuando nuestro personaje también interviene, pero cuando nos pidan la bebida caliente, según lo que les demos, la reacción será de un tipo o de otro.
Así, como en muchas novelas visuales, estaremos mucho tiempo de la partida (que tiene una duración bastante correcta, entre 3 y 6 horas la primera vez, y un poco más para descubrir los diferentes secretos) leyendo. Las conversaciones entre los diferentes personajes son interesantes, y nuestro personaje participa, pero como suele ser común aquí hay poca interactividad por nuestra parte más allá de leer más o menos rápido.
Por suerte, donde sí que tenemos un completo sistema de interactividad es en la otra parte importante del juego, que es en el hecho de hacer bebidas calientes. Y decimos bebidas calientes y no sólo café, sino porque también prepararemos tés, chocolates y otras bebidas. El sistema es sencillo y con cierta profundidad a la vez, ya que tenemos que poner los tres ingredientes (el orden importa), y luego si usamos leche podemos hacer latte art, que tiene un sistema bastante trabajado que permite realizar todo tipo de movimientos para poder dar rienda suelta a nuestra creatividad artística dentro de una taza de café con leche (u otro tipo de bebidas). Así, podremos poner leche hacia abajo o hacia arriba, difuminarla un poco o mover la taza para poder crear todo tipo de dibujos. Es bastante complicado al principio, pero una vez se le coge el truquillo permite hacer prácticamente de todo.
Un punto importante del juego es que conforme avance la partida pasaremos de estar haciendo café con leche y otras bebidas relativamente sencillas, a recetas mucho más complicadas, que incluso pueden requerir que tengamos que investigar un poco sobre cómo se tienen que hacer ya que tal vez ni las conozcamos. Por suerte el juego cuenta con una herramienta de ayuda en forma de móvil virtual en donde tenemos una aplicación donde se guardan estas recetas una vez las realicemos, además de otro tipo de "aplicaciones" que pueden ser útiles para mejorar nuestra interacción, como la aplicación "Tomodachill" (un pequeño chiste que viene de tomodachi -amigo en japonés-, y chill, el estilo de ritmo relajado en el que más cómodo se encuentra el juego), un periódico para estar al día de las noticias del mundo de Coffee Talk, y un reproductor de música para cambiar la melodía que suena de fondo.
Además del modo principal cuenta con un modo "sin fin", que tiene dos opciones: retos, de manera que viene alguien de los personajes que iremos conociendo durante la partida y nos pide una bebida, tenemos un tiempo y si la hacemos bien nos dan tiempo, y si no seguimos con el tiempo que tengamos hasta ese momento, y estilo libre, perfecto para mejorar nuestras habilidades en el latte art y en descubrir nuevas recetas.
Visualmente es muy bello… y muy sencillo también. Ilustraciones en formato cómic con imágenes estáticas o poco animadas que pueden recordar a esas novelas visuales de los ordenadores japoneses de finales de los 80 y principios de los 90, pero adaptados a los formatos actuales (un poco en la línea de lo que ya ofrecen juegos como 2064: Read Only Memories). Están muy bien diseñadas y realizadas con mucho gusto, pero evidentemente no estamos hablando una película de dibujos animados, sino de una sucesión de escenas con algún personaje animado. La parte de preparar bebidas calientes posee un sistema de menús bien realizados y muy claros, así que perfecto por ese aspecto.
En el aspecto musical encontramos una banda sonora de estilo Lo Fi Hip Hop, ese tipo de música relajante que también podemos encontrar en otros videojuegos como Persona 5. Es una elección musical perfecta para el tipo de juego que es, y además está muy bien como banda sonora en general, de manera que si os gustan los ritmos relajantes la oiréis aparte de cuando estéis jugando. Además de la banda sonora destacan los sonidos del café, pero poco más tiene. Como aspecto negativo el juego está traducido a un montón de idiomas, pero del español se han olvidado esta vez.
Conclusiones
Coffee Talk es una novela visual perfecta si os gustan las historias relajantes y humanas. Es una de esas obras que se puede disfrutar de manera activa, o de manera algo más pasiva, dejando que esté ahí como puedan estar sus personajes en una barra de una cafetería. Un título que merece que se creen juegos como éste cada cierto tiempo.
Hemos realizado este análisis en su versión de PC con un código que nos ha proporcionado Toge Productions.