Análisis Chessarama, las múltiples caras del ajedrez (PC, Xbox One)
El género de los videojuegos de puzles ha evolucionado mucho en los últimos años, y ha habido muchos títulos interesantes que han salido al mercado. Curiosamente, uno de los «puzles» por excelencia, el ajedrez, no ha gozado de demasiada popularidad. Al menos, no experimentando con sus reglas e intentando sacarlas del marco tradicional. Precisamente eso es lo que nos propone el juego que hoy nos ocupa, Chessarama.
Un viaje por tableros imposibles
Chessarama es un juego de puzles que se rige por las reglas del ajedrez, pero que las lleva a todo tipo de situaciones temáticas inverosímiles, como una granja, fútbol callejero o el Japón feudal. Cada puzle nos presenta una misión principal (por ejemplo, en uno de fútbol marcar un gol; en uno de la granja, plantar flores) y una secundaria (hacerlo en X número de movimientos, o marcando con cierto jugador), consiguiendo más puntos si completamos las dos. Puntos que, obviamente, necesitaremos para desbloquear nuevos tableros.
Si estáis familiarizados con las reglas del ajedrez, ya sabéis lo que os vais a encontrar... más o menos. Lógicamente, las diferentes fichas se limitan a sus movimientos oficiales, y sus habilidades (por ejemplo, chutar en el tablero de fútbol) también. Esto quiere decir que el alfil no sólo se moverá en diagonal, sino que también chutará en diagonal. Por supuesto, según avanzamos iremos encontrándonos con diferentes peculiaridades. En el llamado Lady Ronin, de ambientación japonesa, podemos empujar las piezas como en un sokoban, el género clásico de empujar cajas. Así, iremos encontrando pequeños cambios en las mecánicas que hacen que el juego se mantenga siempre fresco.
Esencia fantástica, experiencia mejorable
Chessarama, en lo que respecta al diseño de puzles y sus mecánicas nos ha gustado mucho. Nos ha parecido que empieza bastante, bastante lento, y que tarda demasiado en arrancar, algo que puede echar para atrás a muchos jugadores con menos paciencia o que, como nosotros, tenga que pasarse el juego para dar su opinión. Suponemos que los desarrolladores no han querido ofrecer una experiencia demasiado hostil y hacer que incluso usuarios sin conocimiento previo de ajedrez puedan aprender a jugar. A nosotros las primeras horas se nos han hecho un poco aburridas.
Otro problema es la interfaz. Por una parte, en algunos tableros los diferentes tipos de fichas nos parecen indistinguibles si no acercamos la cámara, algo que llega a resultar increíblemente frustrante si jugamos a cierta distancia de la pantalla, si jugamos en una pantalla «pequeña» como la de la Steam Deck, o si no tenemos una visión perfecta. Nos parece un problema grande de accesibilidad, que puede dificultar el disfrute del título para muchos usuarios.
Por otra parte, ciertos tableros no ofrecen ningún tipo de indicador para decirnos dónde fallamos. En los de fútbol, tenemos que mover todas las fichas a la posición correcta y pulsar A sobre la ficha que tiene el balón, lo que activará todos los pases de manera automática hasta que el jugador en la posición final chute a puerta. Si fallamos colocando los jugadores, sólo vamos a ver un indicador que nos dice que no podemos chutar, pero no sabemos qué falla. Cuando la cosa se empieza a complicar con un montón de fichas, y con muchas de ellas siendo difíciles de distinguir entre sí, resolver el puzle es más una batalla visual que una prueba de tu habilidad.
Un paseo por el mundo (del ajedrez)
En lo audiovisual, Chessarama es un juego bastante bonito, con gráficos muy acordes a lo que propone, y melodías pacíficas, que se quedan en un segundo plano para acompañar sin ningún tipo de protagonismo más allá de los menús y ciertos momentos clave, como cuando completamos un puzle. Como podéis deducir por la sección anterior, habríamos preferido un juego menos bonito y más funcional, pero al menos es agradable a la vista y al oído. También tenemos una traducción a nuestro idioma extremadamente irregular, que, además de tener un montón de problemas, se enfrenta a una interfaz que corta y superpone el texto. Muy, muy mejorable en este aspecto también.
En lo que respecta a la duración, tenemos un juego bastante largo, aunque dependerá de nuestra habilidad, de vuestra paciencia antes de buscar cómo resolver un puzle en internet, y de lo que nos guste completar todo al 100%. Nosotros hemos tardado unas 15 horas en hacer casi todo sin pararnos a buscar soluciones, lo que nos parece una duración más que razonable. Aparte, cuenta con un ajedrez clásico, por si queremos una experiencia algo más tradicional.
Un juego de puzles interesante con cosas que pulir
Chessarama es un título con el que nos lo hemos pasado muy bien, pero que adolece de algunos problemas relativamente fáciles de solucionar, y que habrían mejorado mucho la experiencia. Algunos son una decisión de diseño que gustará más o menos, como el inicio tan lento que hace que las primeras horas sean algo aburridas, mientras que otras, como los problemas identificando las diferentes fichas en algunos tableros se convierten en una cuestión de accesibilidad. En cualquier caso, si os gusta el ajedrez o la idea de un juego de puzles que experimente con sus reglas, Chessarama es una buena opción.
Hemos realizado este análisis en Steam Deck con un código proporcionado por Plan of Attack.