Análisis de Boiling Point: Road to Hell (PC)

Si hablamos de una hija periodista que antepone sus ideales por encima de todo y que acaba secuestrada no podríamos olvidar al padre salvador que llegará de donde sea para rescatarla haciendo uso de violencia e inteligencia a partes iguales. Esta historia ambientada en el estado sudamericano parece es una mezcla de "Daño Colateral" y "Prueba de Vida" cogiendo elementos de ambas, eso ya tuvimos oportunidad de comentarlo en el avance pero es que son tan evidentes las "inspiraciones" que es obligación repetirlo.

Una vez que una introducción bien hecha -pero "inexperta" ya que parece un trailer de película de serie B de los años 70- nos explica un poco el arranque de la historia nos encontraremos en uno de los muchos poblados y ciudades por los que tendremos que andar recogiendo información, negociando y extorsionando si se da el caso, cuando no seamos un mercenario que cambie ejecuciones por dinero, y armas. La temática del juego es bastante cruda y atrapa al jugador aunque solo acaba siendo así en la teoría, en la practica Boiling Point es un juego incompleto, con muchos bugs que acaban tornando un juego que prometía ser maravilloso en algo prácticamente injugable.

Nuestro cometido será ir relacionándonos con la gente de las ciudades para así poder ir avanzando en la aventura, os podemos asegurar que pocas veces habréis visto una libertad semejante. El juego tiene una extensión de 450 km2 –o eso dicen sus programadores, aunque tampoco los hemos podido medir- y se desarrolla íntegramente sin ningún tipo de carga, ahí es nada, alternando ciudades, selvas y lagos a partes iguales. El único problema es que su mayor virtud acaba convirtiéndose en su mayor debilidad, entre otras cosas porque el motor gráfico no mueve con soltura ni mucho menos semejante carga, continuamente tendremos problemas de ralentizaciones que poco a poco van crispando nuestros nervios hasta un punto bastante frustrante.

Aquí es donde nos asaltan las dudas: ¿No seria mejor que el juego tuviese alguna carga y fluyese adecuadamente?. ¿No seria mejor incluir alguna carga y no presentar un apartado gráfico de hace 4 años?. Por desgracia estas preguntas quedarán en el aire mientras nos desesperaremos por tratar de conseguir que un juego tan prometedor como éste no se vaya por el retrete por fallos en su concepción o por unas pretensiones demasiado elevadas que ni de lejos se han podido cumplir.

El titulo Boiling Point (que ya hemos visto en una película de Kitano y otra de Wesley Snipes) hace referencia al punto de ebullición en el que se encuentra el padre cuando su hija ha sido secuestrada, pero el problema que se nos plantea es: ¿Por cuál de las facciones que nos encontraremos nada mas llegar a Realia?. El juego se antoja muy profundo en su concepción lo que le otorga el titulo de imprescindible para los amantes de las aventuras de rol, pero como hemos dicho el juego adolece de unos errores que lo lastran hasta las últimas consecuencias.

Pocas personas no se acercarían a Boiling Point al oír sus posibilidades, y es probable que ahora no lo hagan por su puntuación y por las criticas tan duras que arremetemos contra este juego, pero verdaderamente esperamos que pueda caer algún parche por parte de Deep Shadows – la desarrolladora-, como si creyésemos en los milagros para poder disfrutar de esta enorme aventura de una manera decente.

Las facciones de las que os hemos hablado son las siguientes: Gobierno, Guerrilla, Mafia, Bandidos, Indios, CIA, Civiles. La trama girará en torno a estos grupos que tiene sus propias normas y en cuyas organizaciones no será fácil inmiscuirse; mientras que unos lo manejarán todo con dinero, otros lo harán con ajustes de cuentas e intimidación. Los indios por ejemplo tendrán un trato distinto y ofrecerán uno de los enigmas del juego con unas piedras que parecen tener poder mágico, la CIA siempre andará por el medio y el gobierno es tan corrupto como debe ser en la realidad, no se libra nadie. Cuando no hay nadie honrado, tendremos que tomarnos la justicia a nuestra manera, y seguro que Saúl Myers lo hará si nosotros le ayudamos. Dependiendo de a qué facciones nos acerquemos tendremos que cometer un tipo e misiones distintas que muchas veces están opuestas. Si contentamos al gobierno no haremos buenas migas con la guerrilla por poner un ejemplo, todo esto se encuentra muy cuidado a lo largo del juego y podemos observarlo en nuestro menú, muy cerca de donde observaremos las evoluciones físicas y de habilidad de nuestro personaje.

Fuerza, revólveres, armas de salto, técnica sopor, nivel de cambio, físico, casi todas estas mejoras las habréis visto varias veces en muchos juegos, pero Boiling Point incluye alguna interesante como puedan ser la adicción a la medicina, a la adrenalina y al alcohol, porque como bien intuís habrá que medicarse si estamos heridos y también tendremos que beber y dormir para poder recuperar fuerzas. Llegado el caso si tuviésemos demasiada dependencia de esas curas, o de algún whisky de más, acabaría pasándonos factura en forma de esa adicción que os hemos comentado, era lo que faltaba para hacer mas interesante el viaje por Realia.

No solo a pie recorreremos este país ficticio tan extenso sino que se nos brindará la oportunidad de variar muy a menudo, al coche podemos unirle lanchas, aviones, barcas, helicópteros y hasta una oruga mecánica, al principio únicamente podremos pilotar el coche de nuestra hija cuando localicemos el periódico donde trabajaba pero más adelante podemos pagarle a ciertos personajes para que nos enseñen a manejar todos los demás vehículos, si no os interesa pagar el precio de esas clases siempre podréis prescindir de ellas, de vosotros depende. Ahí es donde reside la mayor virtud de Boiling Point, es una pena que lo controles de los vehículos sean francamente malos y desesperantes, y en los cuales sufriremos las ralentizaciones todavía más que a pie, es una autentica pena.

Resulta interesante el diseño de las armas, muy básico pero que al poder mejorar en su utilización veremos con buenos ojos; pistola, ingram, rifle de asalto, de francotirador, o cuchillo serán algunos de los que tendremos a nuestro alcance. Desde luego la mayoría de las veces será mejor no hacer uso de ellas ni siquiera llevarlas a la vista, sobre todo porque puede no agradar a muchos, mismamente los civiles, con los que también tendremos que lidiar varias veces, ya que si una banda quiere que matemos a uno luego podemos tener a un pueblo entero intentado acribillarnos a granadas, se agradece mucho esa complejidad en el juego. El modo para un jugador será el único del que dispondremos, así que si pensabais hacer uso de las mejoras contra otros jugadores vía online podéis quedaros sentados esperando.

Desde la misma introducción apreciaremos lo bien cuidado que está este apartado, mezclando melodías muy pegadizas y típicas de aquellos lugares con otras que no lo son tanto, aunque olvidaros del reggaeton y pensad en algo mas del estilo de lo visto en las películas de Kill Bill, La música irá acompañando el juego pero también los menús bastante bien realizados y fáciles de manejar. La nota discordante la encontraremos en los efectos de sonido que a veces cumplen y otras veces suenan a lata produciendo un efecto muy malo. Las voces están en ingles y no son un prodigio y mucho menos siendo las originales, aquí lo disfrutaremos – o sufriremos, según la manera en que lo veáis- con subtítulos en castellano. Como os hemos comentado el juego tiene serios problemas en su motor gráfico por lo que muchas veces no sabremos si es porque nuestro PC no puede moverlo con soltura o es el propio juego el que tira su originalidad pro la borda. Después de hacer muchas comprobaciones deducimos que por muy bien que configuremos el juego - la verdad es que permite muchas opciones en cuanto a la lejanía de visión, texturas, efectos y demás- llegamos a la conclusión de que no hay nada que hacer. Un fallo considerable es que los que tengan un TFT se vayan olvidando de jugar a 1280x1024 y tendrán que hacerlo a 1280 x 960, algo totalmente inexplicable. Otra cosa que no termina de convencer son los tiempos de carga cuando arranca el juego, un poco tediosos. A estos hay que sumarles los tiempos de carga para lanzar la partida, por suerte son bastante breves.

Es todo un lujo poder caminar por los pueblos y las selvas sin ningún tipo de limitación, algo que pocas veces se ha visto y sea comparable a las islas del far cry (salvo porque está a años luz gráficamente) pero con unos diseños de escenarios buenos y una historia que atrapa, Boiling Point se convierte por meritos propios en una aventura propicia para aquellos que disfruten con las aventuras de rol. Si no fuese tan denso al principio y sobre todo estuviese tan mal llevado a cabo hablaríamos de un juego notable que haría pasar un gran rato a todos los que en su día se entristecieron con el cierre de Ion Storm, los creadores del mítico Deus Ex.