Análisis de Blood Bowl: Legendary Edition (PC)

Games Workshop puede estar contenta. La empresa creadora de conocidos juegos de miniaturas tales como Warhammer o Warhammer 40.000, puede estar orgullosa del buen hacer y respeto a sus juegos de mesa en la mayoría de las adaptaciones al mundo de los videojuegos de sus productos. Si bien los dos juegos "madre" (Warhammer Fantasy y Warhammer 40.000) son los que más adaptaciones y versiones llevan a sus espaldas, uno de los spin off (o juegos de especialista según la jerga común usada por la compañía y los aficionados) más interesantes de todo el extenso catálogo de juegos de Games Workshop, Blood Bowl: Legendary Edition, arranca de forma apabullante y se lleva el rugido y la ovación del público en su primera aparición en el terreno de los videojuegos.

Blood Bowl: un partido sangriento

Pongámonos en situación: ¿qué es Blood Bowl? Blood Bowl nace originalmente como un juego de mesa de marcado corte deportivo, ambientado en un mundo de fantasía. Enmarcado dentro de la mitología de Warhammer, en Blood Bowl: Legendary Edition veremos cómo equipos de orcos, humanos, hombres lagarto o bestias, compiten en sangrientos y duros partidos de "fútbol". El concepto a priori es un tanto extraño, pero en el fondo se esconde un intrincado e interesante sistema jugable, que con un poco de práctica, creará afición y adicción a aquél que decida a probarlo.

Aunque las reglas y el sistema de juego puedan parecer extraños en un principio, desde Cyanide Studios se han preocupado de crear un completo tutorial completamente escalonado y clasificado según el tema a tratar y practicar. Las reglas y normas de Blood Bowl son complejas, eso es algo que cualquiera que conozca mínimamente el juego sabrá, pero Cyanide Studios se ha molestado de ofrecer un aprendizaje escalonado para todos aquellos que no hayan tenido contacto con el juego con anterioridad.

Los tutoriales están clasificados según la temática, y podemos aprender desde a gestionar nuestros jugadores y equipo, a tácticas de avance y placaje, pasando por configuraciones de equipo "deportivo" para los integrantes de nuestro equipo. Los comienzos en el sistema de juego de Blood Bowl son difíciles, sobre todo teniendo en cuenta la endiablada (aunque realmente ajustada) curva de aprendizaje del juego. Pero os repetimos, no os preocupéis: Blood Bowl es difícil, pero recompensa nuestra adaptación a su sistema de control y juego. Si al principio vemos como los partidos se nos escapan de las manos, o perdemos sin entender muy bien el porqué, al poco tiempo de aclimatarnos estaremos jugando decentemente, y posiblemente, ganando. Blood Bowl



Blood Bowl nos permite jugar en diversos modos de juego (como un modo historia renovado donde encarnamos a un entrenador un tanto peculiar o el divertidísimo y completo modo multijugador) con hasta 20 razas diferentes, entre las que destacan humanos, elfos (de varias clases), orcos, hombres lagarto…Y algunas nuevas con respecto a la anterior edición, como los pequeños Halfings o los No-Muertos. En definitiva, un conjunto con las principales razas del Warhammer Fantasy, para ser claros. Cada raza y equipo, tiene sus propias características.



Por ejemplo, los orcos basan su esquema táctico en el combate cuerpo a cuerpo y los hombres lagarto en su increíble resistencia (al igual que los equipos de enanos, unas piedras casi inamovibles en el terreno de juego), mientras que los humanos son rápidos y equilibrados en diferentes campos y habilidades. Cada equipo, tiene varios puestos y trabajos específicos dentro de su jerarquía. Tendremos jugadores en nuestro conjunto que se encargarán de hacer placajes, otros de rápidas subidas, expertos pasadores (con diferentes rangos y distancias en su haber)…Así pues, con tanta variedad de trabajos y quehaceres, el planteamiento de la estrategia suele ser determinante a la hora de tener éxito en un partido.



Los partidos pueden resolverse de forma "activa" y en tiempo real, o mediante turnos. Las reglas "básicas" no difieren mucho de lo que es un partido de fútbol americano normal y corriente, ganando el equipo que más touchdowns o tantos anote en la última línea del equipo contrario. En el modo de juego a tiempo real, podemos plantear (mejor, deberemos plantear con atino) la estrategia a seguir, pues los jugadores estarán controlados por la I.A (aunque podremos pasar a un modo de control directo encima de cualquiera de los jugadores de nuestro equipo) y será bastante difícil arreglar los desaguisados que vayan surgiendo.

Al comienzo nos parecerá que nuestro equipo no obedece nuestras órdenes, y encontrándonos una y otra vez sobrepasados por la acción en el terreno de juego. Cuando vayamos avanzando en la jugabilidad de Blood Bowl, nos daremos cuenta que todo tiene una explicación. Por eso, y como recomendación, no es mala idea empezar a jugar por el otro modo de juego por turnos. En el modo por turnos, Blood Bowl: Legendary Edition se convierte en un traslado obsesivo, casi perfecto, del juego de miniaturas que muchos conocemos. Sin tiempo limitado, y basándonos en las reglas exactas del juego de tablero (aunque podemos hacer alguna que otra modificación para adaptarlas a nuestro gusto), podremos jugar partidos de Blood Bowl: Legandary Edition de forma pausada y estratégica.

Lo que antes podía hacer por fuerza bruta, aquí necesitará una dedicación y un planteamiento previo. Los partidos se hacen divertidos y amenos, y consiguen, al igual que una partida de ajedrez, que la meditación y consecución de las jugadas exitosas (como un buen pase de balón, una carrera de un jugador internándose por la banda, o la anotación de un tanto) sean celebradas como un triunfo. Aquél que conozca a la perfección el reglamento del juego de Games Workshop, verá como el traslado de las páginas del libro a la pantalla de nuestro ordenador, es poco menos que perfecto.



Al poco tiempo de empezar en el universo que nos propone Blood Bowl: Legendary Edition, estaremos celebrando desde las jugadas de nuestro equipo a las palizas sufridas por nuestros contrincantes. Disfrutaremos planteando estrategias, equipando a nuestros jugadores, o modificando y entrenando sus habilidades para los partidos que estén por venir. Trasladar la acción de un juego "inerte" como el de las miniaturas de la manera que se ha hecho en Blood Bowl, es toda una gozada y un acierto. No se puede hacer mejor. ¡Gran trabajo de los chicos de Cyanide!

Una fiel recreación: el apartado técnico

Las tiendas físicas de Games Workshop, y en concreto sus escaparates, tienen un efecto muy curioso. Consiguen que te pares a admirar el trabajo de pintado y diseño de sus dependientes o clientes. Puedes estar mirando durante interminables minutos el laborioso pintado y modelado de alguna de las miniaturas mostradas en los escaparates de la tienda. Dragones, elfos, orcos… Da lo mismo. Así pues, hacer atractivo el apartado gráfico de un título con la licencia de uno de los juegos más queridos, era todo un reto. Blood Bowl: Legendary Edition es un juego que entra por los ojos, pues sabe manejarse en el contexto de fantasía poco realista que tanto éxito ha cosechado a lo largo de los años.



Con un apartado artístico conocedor de sus propias limitaciones, Blood Bowl: Legendary Edition recrea de una manera excelente a los jugadores y equipos de las diferentes razas disponibles, así como los variados y divertidos entornos donde jugaremos nuestros partidos. Los personajes y criaturas están bien modelados, siendo fieles recreaciones de sus homólogos de plomo y plástico. Los partidos y lo que los rodea (estadios y ambientes), rayan a un nivel asombroso, teniendo en el juego diferentes campos, cada uno con su propia personalidad y "afición" (los equipos de animadoras de algunos equipos son para verlos). Afición que no pasará desapercibida, pues el campo y su graderío son una parte más (muy importante, de hecho) en el conjunto técnico de Blood Bowl.

Cada campo tendrá su personalidad marcada (los campos de Blood Bowl de los enanos se encuentran bajo tierra, los de los hombres parecen sacados directamente de la Edad Media y los de los hombres lagarto tienen marcadas influencias aztecas), lo que hará que cada entorno sea completamente distinto al anterior. El motor de iluminación (o de sobre iluminación), consigue que el efecto ambiental que rodea a un título basado en juegos de miniaturas, sea tan acorde, que nos pasaremos más de un partido embobado delante de la pantalla.

Las animaciones en un título deportivo son importantes, y deben ser realistas, o al menos coherentes con lo que se quiere ofrecer y transmitir. Una mala animación puede echar por traste todo el apartado técnico. Pero Blood Bowl: Legendary Edition sabe adaptar dicho campo a su cometido, y los jugadores y criaturas se comportan de una forma realista conforme al universo donde se encuentran. El apartado técnico en general se mantiene a un nivel realmente alto, con buenos gráficos y modelados, un buen sistema de texturizado y una genial optimización.

Conclusiones finales

Blood Bowl: Legendary Edition es un juego absolutamente recomendable. Su sistema de juego es amplio, y se puede adaptar a lo que pida el jugador (tomando las riendas directamente o mediante turnos y estrategias pausadas), haciéndolo accesible, aunque complejo y completo para aquél que siga profundizando en su entramado de reglas y leyes. Por si fuera poco, cuenta con un alto grado de personalización, un buen apartado gráfico y un completo modo multijugador. Blood Bowl es un juego que ha sabido trasladar la esencia del juego de miniaturas, y ha logrado lo que muchos creíamos imposible: hacerlo divertido para todo aquél neófito en el tema.