Análisis Black Book, brujas contra demonios (PC, Switch, Xbox One, PS4)
Morteshka es un pequeño estudio independiente formado por cinco personas de Perm, Rusia. Sus cinco principales componentes llevan desde 2015 trabajando en juegos inspirados por la mitología local: primero lanzaron The Mooseman, una aventura en dos dimensiones protagonizada por una especie de cambiapieles, y ahora han publicado su segundo juego, Black Book, un oscuro RPG de cartas que nos pone a los mandos de una aprendiz de bruja en una intrépida misión para recuperar a su amor perdido.
Black Book acaba de publicarse en PS4, Xbox One, PC y Switch con la colaboración de la editora independiente HyperTrain Digital. Ha llegado a estas plataformas después de haber cosechado éxito en Kickstarter con una campaña de micromecenazgo que consiguió recaudar más de 163.000 dólares aportados por casi 5000 personas. Ha pasado poco más de un año desde entonces y ahora la historia de Vasilisa, protagonista de Black Book, ya está disponible con una propuesta densa, sin traducción al castellano, permitiéndonos entrar de lleno en las mitologías del norte de Rusia mientras luchamos contra demonios, espectros, humanos poseídos y otras grotescas criaturas.
Cartas contra demonios
Lo que nos encontramos en Black Book nada más empezar es eminentemente un juego de rol con batallas de cartas, con su gestión de mazos, sus turnos, sus ataques enlazados… Aquí las pieles de ese Libro Negro que se nos entrega se transforman en naipes que representan los hechizos que la protagonista puede lanzar. Sin embargo, y aunque esta faceta de combate es fundamental en el juego, a lo largo de este RPG haremos muchas cosas más allá de pelear contra demonios: como buena bruja, tendremos que oír las peticiones de los vecinos, darles consejos, viajar por la comarca resolviendo sus problemas con seres demoníacos, ordenar a nuestros esbirros misiones que desaten el caos…
Todo esto lo haremos con un profundo sistema de texto (sin localización española) que convierte a Black Book en una aventura narrativa más que en un juego de cartas. Quienes busquen aquí un ritmo de combate frenético como el de otros títulos del género, como Slay the Spire o SteamWorld Quest: Hand of Gilgamech, por mencionar dos más relacionados con la aventura, han de saber que la acción no se lleva el peso de esta propuesta, sino que más bien funciona como una pieza más de un engranaje bien engrasado: todo encaja aquí para ofrecernos una experiencia de rol, y eso es más importante que cualquier combate.
Vasilisa, bruja y cazadora de monstruos
Adoptamos el papel de Vasilisa, una bruja aprendiz, que tiene que romper los Siete Sellos del Libro Negro para conseguir que este le conceda el deseo de recuperar a su amado. Esto nos lleva a lo largo de siete capítulos con un objetivo principal en cada uno de ellos y misiones secundarias completamente opcionales. Somos una bruja eslava, no una hollywoodiense, por lo que en realidad nuestro rol en la comunidad local es más parecido al de una consejera con poderes mágicos que al de una malvada señora de color verde que vuela en una escoba. Black Book se toma muy en serio la cultura mitológica eslava y desde la propia concepción de su propuesta eso ya se nota.
De hecho, uno de los puntos fuertes de este juego es que nos permite conocer a fondo todo ese mundo místico que quizás para nosotros queda un poco lejos. La mitología eslava es una que hemos podido explorar en otros videojuegos como los de la saga The Witcher, aunque aquí hay un claro afán divulgativo que va más allá de la representación estética de sus principales leyendas: no sólo encontramos una enciclopedia en la que se van recopilando saberes y datos de interés, sino que en los propios diálogos se utilizan términos en su lengua original en los que existe la opción de ampliar para ver su descripción, de modo que al poco tiempo de empezar a jugar sabremos que los chort son una especie de diablillos al servicio de los humanos o que los zagovor son los hechizos que lanzamos durante el combate, por ejemplo.
Rol por encima de todo
Podemos seguir trazando líneas comparativas con The Witcher, porque en cierto sentido nuestro papel como bruja se parece bastante al de Geralt de Rivia: nuestras habilidades especiales son útiles para dar caza a los monstruos que acechan a los humanos, tanto que en nuestros viajes habrá eventos aleatorios en los que podremos interceder tomando la decisión de combatir o hablar con las criaturas para conocer sus intenciones. También resolveremos maleficios, posesiones y todo tipo de situaciones que requieran la ayuda de una bruja, aunque aquí no llevaremos espadas sino un libro de hechizos que se irá ampliando a medida que ganemos experiencia.
Es por eso que decíamos antes que la principal intención de Black Book es meternos de lleno en el rol de esa bruja, más que el de hacernos combatir una y otra vez con demonios. Podemos encorsetar este título en la etiqueta de aventura narrativa porque hay muchísimo diálogo con sus respectivas opciones y ramificaciones, pero somos nosotros quienes decidimos en última instancia qué tipo de hechicera queremos ser: si en cada encuentro con un demonio sacamos a pasear el Libro Negro es tan válido como si nos detenemos a charlar con ellos e intentar llegar a un acuerdo.
Denso, para lo bueno y para lo malo
Su apuesta por lo denso gustará a quienes vengan a disfrutar con calma de una aventura profunda con bastantes horas por delante y echará para atrás a quienes piensen que es un action-RPG. Aun así, a veces esa densidad le juega en contra y no son pocas las ocasiones en las que hemos sentido que Black Book tiene demasiados sistemas, menús, ítems, variables, diálogos, misiones y opciones, quizás muchos más de los que necesita para transmitirnos lo que quiere contar.
Quizás esa pesadez es uno de sus principales puntos en contra, algo que sumado a lo estático que llega a ser a veces y a la falta de profundidad de su sistema de combate, que se sustenta en unas mecánicas algo básicas dentro del género, acaba dando lugar a un título algo repetitivo. También hemos encontrado cierta irregularidad en su apartado gráfico, en el que hay buenos diseños de paisajes en tres dimensiones, buenas cinemáticas, buenos diseños de personajes en dos dimensiones en los diálogos, pero un pobre modelado de personajes en tres dimensiones cuando toca moverse por los escenarios.
Conclusiones
Aunque Black Book pueda parecer un juego de combate con cartas, en realidad es un magnífico título de rol que nos pone en la piel de una bruja en la Rusia de los zares para dejarnos tomar nuestras propias decisiones mientras combatimos demonios, damos consejos a los pueblerinos, exploramos la comarca y conseguimos destruir los Siete Sellos del Libro Negro. Es una aventura narrativa muy basada en el texto que gracias a su densidad hará las delicias de quienes busquen introducirse de lleno en el papel de Vasilisa, la bruja protagonista, aunque en ocasiones pueda convertirse en una experiencia algo pesada y estática. Dejando a un lado eso y su irregular dirección artística, que destaca mucho en los paisajes y escenarios pero pincha en el diseño de personajes, la segunda obra comercial de Morteshka es completamente recomendable para quienes deseen entrar en ella como si de un buen libro de fantasía se tratase.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código proporcionado por Critical Hit.