Análisis Battle Train, un roguelike de trenes explosivos con una curiosa puesta en escena (PC, Switch)
El verano ya está aquí, y con él, esos juegos pequeños que parecen llegar sin hacer mucho ruido pero que acaban ganándose un hueco en nuestras tardes. Uno de ellos es Battle Train, un roguelike táctico con trenes que choca de frente (literalmente) con los títulos de cartas, los programas de televisión absurdos y los sistemas de progreso clásicos del género. Una sorpresa muy agradable que, aunque tiene cosas que pulir, creemos que merece mucho la pena si te gustan los combates por turnos y el intentarlo una y otra vez.
Elige tu camino... y tu vía
Battle Train, como decimos, es un roguelike de cartas donde nuestro objetivo es destruir la base rival, principalmente, a base de construir vías hasta ellas y lanzar nuestros kamikazes trenes. Cada partida se estructura en nodos, al estilo de Slay the Spire o Inscryption, o tantos otros. Tenemos una serie de rutas con combates, eventos, tiendas o escenas narrativas, y vamos eligiendo cómo avanzar. Esto, sumado a su estructura roguelike, implica que moriremos, desbloquearemos cosas, y volveremos a intentarlo. Ya sabéis cómo funciona esto.
Pero donde realmente se diferencia es en el cómo jugamos. Cada combate se desarrolla sobre un tablero dividido en dos mitades, donde colocamos vías, bombas, barreras y otros elementos para llevar nuestro tren explosivo a los objetivos del rival. Cuantos más objetivos destruyamos, más cerca estaremos de la victoria.
A su vez, los escenarios tienen recursos, principales y permanentes, y secundarios y temporales; por ejemplo hay minas que generan recursos si conseguimos conectarlas, oro que nos permitirá comprar cartas y mejoras, recursos que pueden contener cualquier cosa... Esto hace que no haya una ruta ideal o predefinida, y que tengamos que usar los recursos con cabeza, lo que añade otra capa de estrategia.
Nos ha gustado mucho su planteamiento. La mecánica de conectar nuestras vías a la base enemiga, aprovechar recursos comunes y cortar las conexiones del rival da lugar a una especie de tira y afloja muy divertida. En cada turno podemos conectar nuestras vías a las del rival, por lo que hay que colocarlas también con la defensa en mente, y el riesgo es siempre muy alto. Hay una buena variedad de cartas y estructuras, y la posibilidad de reconfigurar el tablero en cada turno hace que cada partida se sienta distinta. Además, es un juego que se entiende rápido y que fluye bien una vez dominamos las reglas básicas.
Nuestra principal pega es que, aunque Battle Train nos ha parecido muy entretenido, hay una decisión de diseño que no nos ha convencido nada: la dificultad consiste, muchas veces, hacer las partidas «injustas». Nos explicamos: en lugar de enfrentarnos a rivales más hábiles, el juego empieza a poner nuestros objetivos y recursos en la mitad del tablero de nuestros oponentes. Además, tener mazos como los de los jefes vamos a tener que echar muchas horas y muchas partidas. Esto genera una sensación de desventaja artificial, como si se nos penalizara por defecto y tuviéramos que remar contracorriente sin que el rival tenga que hacer mucho. En vez de una IA más lista, simplemente nos lo ponen más difícil desde el inicio, una opción perfectamente válida pero que puede no encajar con algunos usuarios.
También hemos notado que, en ocasiones, el ritmo de los combates puede alargarse más de lo deseado, sobre todo cuando la IA decide jugar a lo defensivo o cuando ambos trenes están bloqueados. Y aunque hay variedad de cartas, echamos en falta un sistema más claro de arquetipos o estrategias reconocibles, como los que sí tienen otros juegos de cartas del estilo. Ninguno de estos problemas son particularmente graves, pero sí creemos que deberían mejorarse con futuras actualizaciones.
Un extraño programa de televisión
A la propuesta jugable hay que sumarle una presentación muy carismática: Battle Train se estructura como un programa de televisión absurdo, con comentaristas que se interrumpen, personajes que parecen sacados de dibujos animados y una puesta en escena colorida, diferente y divertida. No es solo una capa de pintura: hay narrativa, hay escenas, y una historia que, si bien no es nada del otro mundo, se agradece. Todo ello añade mucha personalidad al conjunto.
Visualmente es todo tremendamente sencillo, lo cual nos parece acertado para este tipo de juego. Creemos que hay margen de mejora en ciertos aspectos, como ver qué tipo de vía hay bajo las zonas «cubiertas» (minas, zonas a defender...), sobre todo si jugamos en una pantalla «pequeña» como la de la Steam Deck, en nuestro caso. Como cabe esperar, no hay ningún tipo de problema de rendimiento. Lo sonoro también es bastante discreto, con las voces siendo el mayor punto a destacar, si bien estando únicamente en inglés, aunque el juego, por suerte, cuenta con subtítulos con textos en nuestro idioma.
Una propuesta muy recomendable
Aun con sus problemas, Battle Train nos ha gustado bastante. Su propuesta es original, su jugabilidad es adictiva, y su presentación tiene un encanto especial. Es uno de esos juegos que entran por los ojos, se disfrutan por lo que ofrecen, y que dejan ganas de volver una y otra vez para probar nuevas rutas y combinaciones. No es perfecto, y hay decisiones que creemos que podrían revisarse para ofrecer una experiencia más justa y menos frustrante, pero si te gustan los roguelike de estrategia y quieres probar algo diferente, creemos que merece la pena.
Hemos realizado este análisis en Steam Deck gracias a un código de descarga proporcionado por Bandai Namco.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
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