Análisis de Baobabs Mausoleum Ep.2: 1313 Barnabas Dead End Drive (PC, Switch)
El verano pasado se lanzó Baobabs Mausoleum Ep.1: Ovnifagos Don't Eat Flamingos, una ecléctica aventura gráfica que comenzaba en este género –con vista superior a lo Zelda clásico, no la lateral de LucasArts- pero que luego tocaba un poco de todo, incluyendo el mazmorreo, puzles y un episodio en primera persona. Para ser un juego breve, y con poco desarrollo de la historia salvo al inicio y al final, dejaba claro que la ambientación de este mundo podía dar mucho de sí.
Baobabs Mausoleum utiliza la distribución episódica, así que ese final tan abierto de la primera parte tiene continuación en Ep.2: 1313 Barnabas Dead End Drive. Volvemos a controlar al agente Watracio Walpurgis, la berenjena vampiro a medio camino entre Dale Cooper y Fox Mulder que está atrapado en un extrañísimo pueblo que sólo aparece cada 25 años.
En esta ocasión el objetivo es encontrar a Daphne, la chica de la que nos despedimos al final del primer episodio, y somos el principal sospechoso. ¿Podremos resolver el misterio?
Esta vez el segundo episodio amplía mucho más el concepto de aventura gráfica y encaja mejor en esta descripción. Sigue siendo un juego loco, con ocasionales minijuegos, mucho humor, pero ahora se potencia la exploración y no es tanto una sucesión de pantallas con un único puzle que se resolvía recogiendo el único objeto de la zona. Una vez salimos de nuestro hotel, tenemos a disposición el mapa del pueblo, pudiendo investigar las casas del vecindario, hablar con la población y empezar a recoger objetos con un nuevo inventario que en esta ocasión sí guarda varios objetos.
El desarrollo de este episodio es muy similar al de una aventura clásica, incluso más que el primero, y consiste en interrogar a cada personaje; la mayoría nos cuentan algún gag o información poco relevante, otros dan pistas de un lugar o qué hacer. Tirando del hilo, podremos deducir que necesitamos tal objeto o cumplir una tarea para obtener una recompensa que a su vez resuelva otro puzle y, con suerte, haga que otro vecino solucione nos ayude. En general cuando varios personajes hablan sobre el mismo tema, es que es importante.
Puesto que el mapa no es extremadamente grande, y que la resolución de puzles suele tener sentido –dentro de la locura de Baobabs Mausoleum-, hay una mecánica que aporta un giro al desarrollo general: el cambio de noche y día. La hora del reloj del ordenador cambia el mundo de este pueblo, y con él no sólo la iluminación, sino también la actividad de los personajes. Tenlo en cuenta porque necesitarás aprovechar esto para resolver la aventura.
1313 Barnabas Dead End Drive tiene más clara su dirección que el primer episodio. La mayoría del tiempo lo pasaremos en el pueblo, pateando las casas y calles hasta conseguir ese objeto que nos impide avanzar. Esto es lo que aumenta sensiblemente la duración respecto a la primera parte, y es que esta vez lo podemos terminar en tres o cuatro horas –el doble que Ep. 1-, pero podrían ser más dependiendo de nuestro bloqueo. Esto no significa que tenga mucho más contenido o puzles que Ovnifagos Don't Eat Flamingos, porque son similares, pero no podremos ir con el "piloto automático" resolviendo una prueba tras otra: hay que ver toda la zona para conocer primero qué hacer y dónde.
También regresan los coleccionables de monedas, y con un diseño más abierto se hacen un poco más complicadas de conseguir. Si en Ep. 1 conseguimos todos estos objetos a la primera, en esta parte se hace un poco más difícil. Ahora al menos es un incentivo más por repasar la aventura.
Al final, Episode 2 consigue definir el juego más en un género concreto. Hay pequeñas pruebas de memorización, una brevísima escena en 3D –no es el juego del escondite de la primera parte- e incluso un jefe de acción con disparos, pero son momentos puntuales que no restan importancia a la aventura gráfica. Morir frente al jefe, por ejemplo, no tiene más penalización que volver a intentarlo una vez más –y tampoco es que sea muy difícil-.
En global, sin embargo, no sabríamos decir si nos ha gustado más que el original. El principal problema que hemos encontrado es que la complejidad se basa en darse cuenta de los pequeños detalles, de esquivar el "trolleo" –atentos a la sección final-, mientras que el pueblo y sus personajes no están del todo aprovechados. Casi el 90% de las casas o diálogos no aportan mucho a la historia principal o puzles, salvo, probablemente, la intención de despistar al jugador de su objetivo y dar un mayor contexto al mundo de Baobabs. Ya os comentamos que las influencias de Twin Peaks y películas/series de misterio con elementos fantásticos son más que evidentes, y crear el ambiente es una de las claves de su encanto.
En la parte negativa, señalar que hemos encontrado algunos bugs que duplicaban a nuestro personaje o causaban algún efecto extraño si abríamos el mapa en situaciones no previstas, pero ninguno grave ni excesivamente molesto. También parece que hay un error con la detección de los sprites o el orden de las capas, ya que Watracio a veces queda "debajo" de la decoración que teóricamente está más al fondo.
En cuanto a gráficos y sonido, encontramos un episodio muy similar al original. Regresan varios temas musicales, muy pegadizos aunque se pueden hacer un poco repetitivos al cabo de un rato –por suerte, al entrar en casas esta música va rotando-.
Conclusiones
Como siempre sucede en los juegos episódicos, se hace difícil valorar este lanzamiento de manera individual. La colección completa probablemente sume una buena cantidad de horas y entonces será más sencillo ver los puntos fuertes y mejorables de principio a fin.
Por lo pronto el precio de lanzamiento de Ep.2: 1313 Barnabas Dead End Drive -6 euros- es suficientemente asequible para darle una oportunidad, eso sí, habiendo jugado al primero antes. ¿Quién sabe qué le depara a Watracio en el tercer episodio?
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Zerouno Games.