Análisis de Assassin's Creed 2 (PC)
Y finalmente llegó el esperado Assassins Creed 2 al PC. Los jugadores de esta plataforma esperaban con ansia este juego que ya había gustado en su primera edición y posteriores episodios en portátil. El Assassins de PC ha salido al mercado un poco después de sus homólogos en consolas y hemos podido ver algunos cambios que han mejorado la experiencia jugable del título.
En líneas generales el juego para ordenador y el de consola no distan mucho. La historia se mantiene intacta pese a la inclusión gratuita de contenido que en consola era de pago.
La Batalla de Forlí y La Hoguera de las Vanidades serán dos misiones totalmente disponibles que tanto en Play Station 3 como X360 eran de pago y al llegar a estas se producía un salto en la historia.
Si Assassins 2 resplandecía con luz propia en otras plataformas, el pc lo lleva a un estándar más alto gracias a la posibilidad de modificar muchos más parámetros pudiendo verlo aun con más calidad.
Las luces y sombras, pese a algún fallo puntual, se comportan de manera correcta y con una buena máquina disfrutaremos tranquilamente de todo lo que el nuevo Assassins Creed 2 nos puede ofrecer.
Obviamente, uno de los cambios más grandes que sentirá el jugador – si es que ha probado el juego en consola anteriormente – es que los controles exigen una configuración previa. No porqué no vengan predefinidos sino porque, por ejemplo, para trepar primero y enlazar otra acción inmediatamente después, tendremos que utilizar hasta cuatro botones que dispuestos de forma errónea harán que esto sea menos que imposible. Una vez con el teclado configurado al gusto y con la ayuda del ratón las maniobras con Ezio son mucho más fáciles y el juego empieza a rodar de forma distinta.
En cuanto al acabado técnico, Assassins Creed 2 cumple con lo esperado. Mejora en gran medida el primer título y logra superar la monotonía que había granjeado algunas críticas a Ubisoft. La historia de Altair y Ezio es totalmente distinta y este último juego tiene un hilo argumental digno de novela. Las aventuras de Ezio desde que era pequeño ayudan a integrar al jugador en el juego y hacerse más suyo al protagonista, cosa que no ocurría con Altair.
Los modelados de los personajes lucen increíbles y las localizaciones asemejan totalmente a las edificaciones reales. Se ha sabido captar muy bien el ambiente de la época y de las ciudades italianas que Ezio va visitando. Desde el esplendor de la República Florentina al aspecto más tosco de San Gimignano. Assassin’s Creed 2 es un trabajo tanto gráfico como muy profundo a la hora de reproducir hechos históricos mezclados con la historia de los Auditore.
Historia novelesca
La aparición de Desmond en los primeros compases del juego hace que el jugador vuelva a pensar en Assassins 1 y lo que esto significó en aquel momento. El principio del juego prometía pero después se iba volviendo más aburrido en cuanto a contenido.
En este caso es diferente, Desmond aparece al principio y después de escapar de las instalaciones donde ha sido internado deberá hacer frente a otro tipo de Animus, el que le llevará a la Republica Fiorentina de los Medici, Da Vinci y Auditore, sus antepasados.
Assassin's 2 ya empieza con otro pie al entrar en el Animus. El primer tutorial queda integrado en la vida de niño de Ezio Auditore. Mientras realizamos encargos para nuestros padres y acudimos en busca de nuestro cuñado "ligero de cascos" o nos enfrascamos en una buena pelea en el mismo Ponte Vecchio aprenderemos los movimientos básicos que deberemos aplicar durante el resto de la aventura.
En este caso los movimientos del personaje son mucho más refinados abanico de posibilidades se abre muchísimo con la inclusión de información adicional de los objetivos y localizaciones que vamos encontrando, las tiendas en las que será posible comprar o arreglar nuestras armaduras y armas además de gente que nos venderá mapas que actualizarán los objetivos y nos descubrirán nuevos secretos. Los médicos también serán unos buenos aliados ya que se encuentran en muchos puntos de la ciudad, en la misma calle, y por cincuenta florines podremos recuperar toda la vida que habíamos perdido. De la misma forma, podremos comprar hasta cinco frascos – en un principio – que nos permitirán llevar medicinas con nosotros. El avance del juego significará ganar más dinero y, por lo tanto, poder mejorar el jubón para que entren más frascos y elementos.
En esta novela que es Assassins Creed las localizaciones y ambientación se han cuidado mucho. Cualquier persona que haya viajado a Florencia o Venecia, por nombrar dos de las localizaciones más célebres del juego, verá que realmente son iguales que en la realidad. Edificios emblemáticos como el Palazzo Medici o Santa Maria Novella en la capital florentina o la Piazza de San Marco en Venecia. Lo importante es que no pierden detalle incluso en las cubiertas, donde treparemos sin problema y veremos que el realismo de las tejas rojas y la visión de toda la ciudad se mantienen increíbles. Assassins también gana desde las alturas, donde se ha hecho un trabajo técnico muy destacable.
Gráficamente fantástico
Este es uno de los puntos donde las versiones para consola y las de ordenador distan. El hecho de que podamos modificar la resolución ya da un punto más de modificabilidad y, además, de libertad a la hora de configurar el juego a nuestro gusto. Con esto, Assassins Creed podrá llegar a más gente ya que configurarlo al máximo significaría la imposibilidad de jugarlo para muchas personas que no poseen una máquina con un rendimiento gráfico adecuado.
Este rendimiento gráfico se verá obligado a mover muchos personajes y entornos al mismo tiempo. Las ciudades están llenas de detalles en movimiento que antes no lo estaban: cajas colgando en cuerdas, gente que pasea por la ciudad – que no tendrán tanto detalle como aquellos con los que podemos interactuar – o un nuevo aliado que tendremos para escapar de las hordas de guardias que vendrán a nuestro encuentro…el agua. En este caso no solo se encuentra para embellecer los escenarios sino que será un elemento activo que ayudará a Ezio a escapar, llegar a otros puntos de la ciudad o incluso hacer desaparecer los cuerpos echándolos al agua.
Al ser un elemento que participa activamente en el juego ha tenido que sufrir muchos retoques para que el nado de Ezio sea natural. Y se ha conseguido. El comportamiento del líquido es limpio – aunque necesitará purgarse en posteriores títulos de la saga – y conjuga bien con el resto del juego, desde las brazadas del protagonista al momento que entra en contacto con ella al tirarse de cabeza desde un puente o muelle.
El hilo argumental al completo, y conectado a internet
Si veíamos que el juego es diferente en consola y ordenador por cambios en los gráficos más lo es por los descargables. Los jugadores de Xbox 360 y Play Station 3 tuvieron que ver como los slots de memoria eran omitidos por la especialista informática por "un fallo en los datos" que correspondían a "la batalla de Forli" y "la hoguera de las vanidades". En este caso, los peceros podrán disfrutar de estos descargables sin necesidad de pagar por ellos ya que están totalmente implementados en el juego original. Este fue un punto que no gustó nada a los jugadores y del que Ubisoft ha aprendido y modificado.
Otra de las críticas que la compañía francesa ha recibido por parte de los jugadores y que aun dará mucho que hablar es la conexión obligatoria a internet para poder jugar al juego. El nuevo DRM, el sistema anti pirateo de Ubisoft, quiere evitar la proliferación de copias ilegales del título y para ello requiere una conexión continua de los jugadores a la red.
Cuando el juego pierde el contacto con la red se bloquea y en principio no daba ni la oportunidad de guardar con lo que todos los avances a partir del guardado se perdían. Ahora, esto se ha mejorado y estos quedan guardados aunque el sistema no termina de convencer a nadie. Los dos clics que antes se requerían para iniciar un juego ahora se convierten en un "iniciar sesión" previa inscripción en la página de Ubisoft.
Parece que poco a poco la dependencia entre internet y juegos se hace más grande y los jugones no tendrán más remedio que poseer una buena instalación para gozar plenamente y sin saltos de sus juegos preferidos.
Ambientación de lujo
Los paseos por la Italia del Renacimiento no solo estarán llenos de acción, también encontraremos a muchos personajes que existieron en esa época y que son imprescindibles. Su aparición en el juego en ocasiones es secundaria pero en muchas otras permitirá a Ezio conocer muchos más secretos de los que vemos a simple vista.
Hablamos, por ejemplo, de los gremios y la importancia que tenían en aquel momento. En este sentido entablaremos especial amistad con dos de estos, el de las prostitutas y el de los ladrones. En Florencia será la propietaria de un burdel la que acoja a nuestra familia mientras estamos de misión por la ciudad. Cuando salgamos de esta, en los campos florentinos, será el cabecilla de los ladrones el que nos enseñe lo que tenemos que saber sobre armas y nuevos destinos.
La ayuda de monjes y grupos de mercaderes que pasean por la ciudad también será bienvenida ya que los guardias dejan de vernos cuando nos mezclamos con estos y caminamos dentro de su radio de acción. Una vez fuera de estos será difícil – sobre todo si nos movemos corriendo y trepando por las paredes – que algún guardia no levante el alto y nos invite a una buena reyerta en plena ciudad con dos o tres de sus compañeros. Entre estos grupos que nos ayudarán a movernos por la ciudad encontraremos los de pago, es decir, los grupos de cortesanas que por 150 florines se ofrecerán a distraer a los guardias, lo malo es que es temporal y terminaran abandonándonos en cualquier momento.
Otro de los grupos con los que lidiaremos en esta ocasión serán los guardias. De diferente tipo nos encontraremos a guardias de rango normal, espadachines o aquellos uniformados con los que luchar será casi imposible dada su gran envergadura y armadura digna de cualquier historia medieval.
Pese a todas estas ayudas, lo más seguro es circular por los techos y azoteas de las casas, fuera de la vista de guardias y ciudadanos que se sorprenden a nuestro paso trepando por vigas, andamios y rescoldos en las paredes. Estos movimientos también han sido mejorados respecto a la primera versión del juego.
Finalmente, los símbolos, que tendrán una importancia crucial en el juego nos darán – al coleccionarlos todos – la posibilidad de acceder a un misterioso archivo con nombre en clave "la verdad". Dicho vídeo – que no entenderemos en un principio – será uno de los puntales para los que tendremos que encontrar símbolos y marcas en los sitios más recónditos, desde paredes en lo más alto de un edificio hasta simples paredes.
Algunos puzles contienen cuadros de la época, esculturas y demás referencias que dotan al juego de un activo cultural muy creativo y a la vez de formación como simple toma de contacto para los neófitos.
Conclusiones
Assassin’s Creed 2 ha superado con creces a su antecesor solucionando los problemas tanto técnicos como de historia que este tenía. El jugador llegaba a encontrar pesadas algunas misiones que se repetían allí donde estuviéramos. Aquí, en la segunda parte del juego, la trama y personajes realizan un juego mucho más fresco del que tendremos ganas de saber más.
Como en una novela, los personajes son mucho más redondos y dotados de una profundidad que antes no tenían. Los mapas de personajes y acceso a la enciclopedia que nos proporcionarán desde el soporte informático serán una ayuda para no perder el hilo de la partida.
En cuanto al apartado técnico creemos que es lo más destacado del juego y mejora lo visto en la consola. Con una buena máquina el juego es espectacular y luces y sombras acompañan a Ezio de forma impoluta excepto algún error mínimo de programación.
El juego sigue tratándose de escalar paredes y asesinar de forma lo más sigilosa posible aunque mejora en hilo argumental, movimientos y tratamiento de las texturas. En general sigue la estela de lo que hemos visto en consolas, un juego que los amantes del género no pueden dejar pasar.