Análisis de ARK: Survival Evolved (PC, Switch, Xbox One, PS4)
El 2 de junio de 2015 llegó a la plataforma de acceso anticipado de Steam un juego llamado Ark: Survival Evolved que se estrenaba en un momento idóneo para su temática ambientada en un extraño mundo con dinosaurios ya que, días más tarde, llegaba Jurassic World a la gran pantalla.
Gracias a esta buena maniobra a nivel de marketing del estudio Wildcard, responsables del juego, Ark no tardó en hacerse tremendamente popular en Steam al pesar de tener serios problemas de rendimiento durante sus primeros días de vida que el equipo de desarrollo se encargó de solucionar por la vía rápida para agrado de sus poseedores.
Ahora, después de más de dos años, de cientos de actualizaciones y de una buena cantidad de contenido extra que por suerte no ha hecho que la esencia del juego se pierda por el camino (como ha pasado con otros accesos anticipados como Rust), Ark: Survival Evolved nos llega de forma definitiva tanto a nuestros ordenadores como a PS4 y Xbox One dispuesto a hacérnoslo pasar muy mal para sobrevivir en su salvaje universo.
Un pequeño ¿humano? Que lucha con dinosaurios para sobrevivir
Tras escoger si queremos emprender la aventura en solitario o en uno de los cientos de servidores multijugador y definir el aspecto de nuestro personaje a nivel físico, Ark nos hará despertar a la orilla del mar para dar comienzo a nuestra aventura prácticamente desnudos y sin objeto alguno.
A partir de entonces nuestro único objetivo será el de sobrevivir a los peligros que tenemos a nuestro alrededor que pueden venir en forma de hambre, sed, otros jugadores dispuestos a acabar con nuestra vida o lo que es peor, alguno de los mortíferos dinosaurios que habitan este sinuoso mundo.
Para hacerlo, como podréis imaginaros, deberemos de recolectar recursos con nuestras propias manos debiendo de golpear incluso duros troncos con nuestros nudillos para poder crear nuestra primera herramienta y, a partir de ahí comenzar realmente nuestra lucha por la supervivencia.
A medida que vayamos recogiendo materiales, construyendo armas, matando dinosaurios o creando diversos objetos, iremos ganando experiencia que nos permitirá subir de nivel para mejorar a nuestro superviviente. El primer aspecto que podremos mejorar será alguna de las características del personaje como la Salud, la Energía, el peso que puede llevar…
El segundo, y quizás el más importante, es escoger los nuevos engramas que nos permitirán construir nuevos objetos como una hoguera, ropa, los cimientos y las paredes de un nuevo hogar, campos de cosecha y un largo etcétera de posibilidades que Ark: Survival Evolved nos va dando a medida que vamos progresando con nuestro personaje.
Contenido del tamaño de un Tiranosaurio
Algo que nos ha gustado de Ark tanto en su acceso anticipado como en su versión final es la gran cantidad de contenido disponible y la evolución que podemos llegar a tener con nuestro personaje que, para que os hagáis una idea, puede pasar de vestir unos rudimentarios ropajes de tela mientras vive en una casa de paja a equiparse con una armadura de antidisturbios y crear, incluso, una torreta lanzamisiles.
Esta evolución, junto con todo el contenido que está disponible dentro de Ark en forma de dinosaurios, diferentes "mundos" para explorar como "El Centro", "La Isla" o Schorched Earth y todas las posibilidades que nos brinda el juego que incluso nos permite domar a nuestros dinosaurios favoritos para tenerlos a nuestra merced hacen que este juego de supervivencia sea único en su especie y que los jugadores no se cansen de completar objetivo tras objetivo para llegar a obtener, con el paso de muchas horas, una recompensa mayor.
Cabe destacar que pese a que el juego dispone (como dijimos al principio del texto) de un modo para una sola persona, el verdadero jugo del mismo se obtiene en los servidores multijugador en los que podremos unirnos a poderosas tribus para compartir nuestros conocimientos, nuestros materiales, construir imponentes edificios y fortalezas o formar batidas de caza o de exploración para enfrentarnos a peligros insuperables en solitario.
Una delicia visual que continúa teniendo fallos a nivel técnico
Ark: Survival Evolved es un juego que ha sido desarrollado con el motor Unreal Engine 4 que le otorga al juego un aspecto visual que no deja de sorprendernos en su lanzamiento definitivo y del que debemos destacar el colorido de todos sus elementos, lo cuidados que están todos los modelados de los dinosaurios, objetos y plantas que nos encontraremos y, sobre todo, el gran trabajo que han realizado con los diferentes efectos de iluminación.
Sin embargo, el juego cuenta con unos cuantos bugs que persisten desde su llegada a Steam hace dos años, sobre todo con comportamientos poco usuales de dinosaurios que, a veces, sin motivo aparente, comienzan a atacar nuestras casas o que incluso atraviesan diferentes objetos o paredes.
También nos hemos encontrado con continuos problemas a la hora de cargar ciertas texturas, caídas de frames y otros defectos gráficos habituales en títulos que no están del todo pulidos y que restan bastante al por otro lado imponente aspecto gráfico del juego
Eso sí, hay que destacar que Wildcard ha trabajado a destajo lanzando diferentes actualizaciones desde la salida oficial del juego el pasado 29 de agosto para corregir algunos de estos errores amén de hacer una severa reestructuración de los servidores oficiales para reducir los eventuales problemas de los jugadores al mínimo, algo que se ha notado con el paso de los días en el juego.
Ark en PS4: Rendimiento decente e interfaz prehistórica
Además de en PC el juego también sale en Xbox One y PS4 y en Vandal hemos podido disfrutar de unas horas con la versión para el modelo básico de la consola de Sony.
El rendimiento, en líneas generales, es bastante decente aunque con una tasa de frames con continuas subidas y bajadas que provocan algunas molestias sobre todo cuando debemos de entrar en combate. Aun así, el juego luce bastante bien gráficamente y no nos hemos encontrado con problemas graves y, si había alguno que no hemos detectado, Wildcard probablemente lo habrá corregido con alguna de las múltiples actualizaciones para el juego que también han llegado a la consola de PS4.
Lo que no nos ha terminado de convencer en la consola de Sony es la particular interfaz que se ha escogido para adaptar el juego a la consola y que resulta realmente tediosa haciendo que tardemos bastante más en realizar todas nuestras acciones y rompiendo en ocasiones el ritmo de juego mostrándose, a todas luces, poco útil y adoleciendo una mejora que debería llegar de forma urgente.
Conclusiones
Ark: Survival Evolved es un juego divertido en el que nos vamos a poder perder durante cientos de horas intentando sobrevivir, construyendo nuestro refugio, domesticando a nuestro dinosaurio favorito (o quizás al más temido) e incluso uniendo fuerzas con otros jugadores para crear una tribu y enfrentarnos a peligros que no podríamos superar en solitario.
Como título de supervivencia estamos ante una de las propuestas más atractivas del mercado, sobre todo para todos aquellos a los que les gusten los dinosaurios y los universos con toques de ciencia ficción que, además, ha sabido sobrevivir bien a un Acceso anticipado que le ha servido para mejorar y añadir contenido pero sin perder toda su esencia.
Por el contrario, el juego aún no ha sabido solventar algunos bugs de cierta importancia a nivel gráfico en PC y, en consola, a pesar de tener un rendimiento decente, cuenta con una interfaz que debe mejorarse si de verdad queremos sacar todo el provecho que tiene.
Hemos realizado este análisis con un código de PC que nos proporcionó Reverb Communications y con una copia final de PS4 proporcionada por Koch Media.