Análisis Against the Storm, un genial simulador de construcción con elementos roguelite (PC)
2023 nos ha dejado multitud de joyas, pero algunas han pasado más desapercibidas de lo debido por una fecha de lanzamiento mal escogida o una escasa promoción. Y si nos preguntáis por una sorpresa de diciembre, quizás el título que mejor se ajusta a esto sea Against the Storm, un juego de gestión y construcción de asentamientos que rápidamente se ha colado entre los favoritos de los aficionados al género.
Este juego de Eremite Games que está arrasando en las valoraciones positivas de Steam recoge muchas de las mecánicas habituales vistas desde los tiempos de SimCity, aunque hace algunos cambios respecto a las temáticas realistas o históricas y pone una pequeña dosis de supervivencia.
Luchando contra la impaciencia de la reina
El mundo de Against the Storm nos habla de un ciclo de destrucción conocido como la Tempestad; con este panorama, sólo la Ciudad Ardiente de la Reina Abrasada se convierte en un lugar seguro.
Nosotros somos uno de los adelantados, o lo que es lo mismo, un colonizador de tierras salvajes que liderará la creación y expansión de asentamientos, la obtención de recursos valiosos y en definitiva, reconstruir la Ciudad Ardiente para asegurar el futuro de los súbditos de la reina.
Este comienzo da pie al ciclo de juego que podemos esperar del género: situar las bases esenciales en mitad de un bosque salvaje e ir creciendo paso a paso, con más tareas que tengan ocupados a nuestras unidades, la recepción de nuevos miembros, la asignación de tareas y la expansión de los límites del campamento… Aunque eso signifique atraer peligros. Lógicamente los integrantes de la población estarán orientados a unas tareas u otras, y en este caso al utilizar una ambientación de fantasía esto da lugar a gestionar humanos, castores, lagartos y otros grupos, con habilidades, preferencias –alimentación, ocio, vivienda- y necesidades distintas.
Sin embargo, la principal presión la tenemos por el sistema indicado en la parte inferior de la pantalla: la barra azul representa la reputación y crece al completar tareas, progresar adecuadamente y así desbloquear nuevos planos de edificios que añadirán profundidad a la estrategia. Por otro lado, la barra roja crece en dirección contraria y es la impaciencia de la reina, lo que convierte esto en una carrera de fondo entre nuestras decisiones, acertadas o no, y el tiempo límite. Así que no se trata sólo de superar misiones, vigilar la comida –lograr que el asentamiento sea autosuficiente y produzca al menos lo que necesita- o atender riesgos externos que perjudicarán la vida o la determinación de los pobladores, sino también de contentar a la Corona.
Si conseguimos nuestro propósito, pasaremos a un nuevo asentamiento. Como dice la propia desarrolladora, Against the Storm no consiste en dedicar todo nuestro tiempo a crear una ciudad enorme a lo largo y ancho sino una red de asentamientos, un reino, en nuevos biomas y con desafíos propios que te obligan a adaptarte a cada situación o escasez de material: lo que haces en un asentamiento probablemente no será válido en otro. A veces será más fácil vivir con lo que proporciona la naturaleza porque el clima más favorable, y en otros lugares necesitarás tirar más del comercio para compensar las carencias.
Todo esto funciona bajo un progreso estilo roguelite en el que la derrota no significa empezar de cero, pues conservamos mejoras y experiencia para que la próxima partida –con recursos aleatorios- sea un poco más asequible. La Tempestad no es una anécdota del trasfondo, sino que es una amenaza a los asentamientos y marcará los ciclos de juego. Sí, lo sabemos, es otro indie con elemento roguelite y probablemente estarás cansado de verlo en sus muchas formas, pero siempre y cuando esté bien justificado es un ingrediente que añade en lugar de restar. Eso es lo que sucede en este caso, que gracias a las mejoras permanentes siempre tendrás un incentivo por avanzar en tu aventura, incluso si no llega a buen puerto.
Against the Storm es un juego que nos llevará decenas de horas, centenares incluso, con una serie de ideas que no por vistas son menos divertidas. En especial la parte te improvisación es lo que reduce la repetitividad inherente en el género, y sin duda el periodo en Acceso anticipado –más de un año- ha servido para que el equipo pula la fórmula, equilibre la introducción de nuevas construcciones y no cometa errores de bulto. Siempre entretiene, te enfoques más en las tareas generales y aceleres la velocidad porque vas "sobrado", profundices en la microgestión de cada edificio de producción y optimices constantemente los roles de tu población o te pique la curiosidad de salir de tu zona de confort –hay eventos, algunos con mucho riesgo, pero también mejores recompensas o nuevas fuentes de recursos-.
Incluso los novatos podrán adaptarse bien al juego, aunque eso requiere un periodo de aprendizaje –las primeras horas son un constante tutorial- y pelearse con una interfaz que a veces puede abrumar. Lo positivo es que el ritmo es suficientemente lento como para que unas malas decisiones no sean decisivas: tendrás un poco de margen para cambiar el rumbo o acelerar la reputación siempre y cuando detectes tus errores a tiempo. Una vez superado este arranque de sus numerosos sistemas y posibilidades incluso con el más minúsculo recurso, engancha como pocos.
El único apartado que quizás no impresione tanto sea el audiovisual, pero queremos dejar claro que es luce estupendamente para tratarse de un proyecto indie. Su música es relajante, no hay voces durante la partida y los gráficos estilizados han sido comparados por los jugadores con el colorido de Warcraft 3. Simplemente, no es un despliegue técnico, artístico o de valores de producción comparable al de otros simuladores más preocupados por exprimir la potencia de tu PC.
Conclusiones
Si te gustan los juegos de construcción de ciudades, la versión 1.0 de Against the Storm no puede faltar en tu biblioteca –y más con el ajustado precio al que se lanza-; las buenas reacciones que ha recibido durante los últimos meses durante su periodo de desarrollo no eran infundadas. Aunque parte de ideas sobre construcción y gestión que conocemos de sobra, el adictivo componente roguelite hace que el sufrimiento y penurias del asentamiento merezcan la pena tarde o temprano; nunca es un tiempo mal invertido.
Sin temor a equivocarnos, uno de los mejores estrenos del 2023, pese a quedar tapado por los nombres más comerciales de la temporada.
Hemos realizado este análisis adquiriendo el juego en PC.