Análisis de Across the Grooves, un efecto mariposa musical (PC, Switch)

Across the Grooves es una ficción interactiva, una aventura conversacional, una novela visual o cualquier otro tipo de término que queramos utilizar para referirnos a los videojuegos cuyas interacciones se basen en explorar su narrativa mediante un sistema de diálogo con múltiples opciones. Este nuevo videojuego de Nova-box es también el proyecto más reciente del estudio francés, un equipo multidisciplinar que lleva desde 2013 especializándose en este tipo de obras.

Aquí vivimos en primera persona la historia de Alice, una joven francesa que trabaja en una entidad bancaria en un puesto de responsabilidad; tiene una casa amplia, bien decorada, en un barrio de alto poder adquisitivo, en la que vive junto a Jean-Baptiste, su prometido.

Su vida es tan estable que sabemos que no durará mucho.

Viajar al pasado para modificar el presente

Y así es. Lo primero que ocurre en Across the Grooves es que Alice recibe un misterioso paquete de su ex, Ulysse, que contiene un vinilo sin nombre ni etiquetas. El sobre tampoco tiene ningún tipo de pista sobre su contenido y dentro ni siquiera hay una nota que explique la razón de ser del paquete. En este punto comienza la historia y es aquí donde se nos obliga a tomar la primera decisión: escuchar el vinilo ahora o dejarlo para más tarde.

Los creadores de Across the Grooves lo definen como un videojuego enmarcado en un universo de "realismo mágico", un recurso más o menos efectivo -aunque poco certero- para dejar claro que lo que ocurre en el juego no atiende a razones mundanas: cuando nos decidimos a escuchar el vinilo que nos ha enviado Ulysse nos damos cuenta de que tiene poderes que alteran la realidad en la que vivimos llevándonos a un viaje psicodélico al pasado y permitiéndonos modificarlo sin conocer las consecuencias que tendrá en el presente.

Across the Grooves es una reimaginación del efecto mariposa: lo que hagamos durante ese viaje musical impactará en nuestra realidad de modo que podremos perder cosas que teníamos en nuestra vida o ganar otras que no conocíamos. Un ejemplo gráfico que puede ser un poco spoiler de la trama (aunque se utiliza como descripción del juego y como motor de la historia): después del primer viaje Alice vuelve a una realidad en la que nunca ha conocido a Jean-Baptiste, el prometido con el que vivía.

Nova-box ha querido llevar a cabo un doble juego con las decisiones: si estamos trabajando con una aventura conversacional, pensarían, qué mejor manera de integrar las decisiones que con una mecánica mística que nos permita moldear la realidad en la que va a vivir su protagonista. Mientras -y aquí está la doblez del juego- nos plantea una trama más mundana e introspectiva, también más convencional, en la que viajamos por toda Europa conociendo a personajes que nos ayuden a desvelar el misterio del vinilo de nuestro ex.

Cómo funciona este doble juego es otro cantar. Lo primero que hace Across the Grooves antes de dejarnos jugar es explicarnos cómo va a funcionar el tema de tomar decisiones: nos dice que cada vez que hagamos una decisión importante se iluminará un símbolo en la parte superior de la pantalla, pero no nos dice a qué corresponde cada uno, y que durante los viajes oníricos con el vinilo mágico tendremos que llevar un ritmo de lectura acorde a la canción porque tenemos que escoger sus estrofas conforme a la opción que más interesante nos resulte.

Al final uno juega a Across the Grooves sin saber muy bien cómo funcionan estas mecánicas y se deja llevar por lo que cree que puede ser más interesante o encajar bien con la vida de Alice. Esta toma de decisiones visceral podría encajar en cierta medida con los sentimientos de la protagonista en una situación extraordinaria como esta donde los impulsos emocionales son lo único que hace posible avanzar hasta descubrir una respuesta.

Viaje por la Europa más cool

Sin embargo la trama de este juego avanza parsimoniosa por otros derroteros. Es cierto que parece querer ser introspectiva, pero tanto como lo sería un interrail por Europa: al final Across the Grooves es eso, un viaje por zonas acomodadas de países del norte del continente, uno en el que una chica aburguesada quiere descubrirse a sí misma entre puestos de mercados vintage y cervezas artesanas con desconocidos con los que eventualmente vivirá una noche lujuriosa en alguna buhardilla bohemia.

A Across the Grooves le interesa tocar ciertos temas, andar por determinados espacios, y pone eso por delante de la historia de Alice, que acaba convirtiéndose en una aventura movida por la curiosidad y el exotismo de un viaje sin barreras ni físicas, ni temporales, ni económicas. A ese respecto el juego de Nova-box funciona bastante bien porque te permite entrar en ese viaje desde un punto de vista privilegiado en el que sólo importa el viajar. Eres turista de ciudades y de vidas: "No te preocupes, sólo estoy de paso", dice Alice a una de sus conquistas.

Viajar junto a Alice es satisfactorio porque formamos parte de esa experiencia privilegiada y además lo hacemos a través de ilustraciones que sacan la mejor parte de ciudades de Europa como Burdeos, París, Londres o Glasgow. La investigación nos mueve por las calles de esas ciudades y nos lleva a sitios muy estéticos en los que conocer a personajes que no son más que eso, personajes. Más que un viaje introspectivo es una ruta a través de las estéticas europeas más atractivas, algo que no está mal pero que no es lo que este juego parece pretender.

Detrás de todo esto reluce una idea que quizás es lo más destacable del título: su rejugabilidad. Al contrario que en otros títulos que ponen el efecto mariposa por bandera, Across the Grooves sí hace un buen trabajo con los posibles caminos que podemos escoger e invita a que volvamos a empezar una partida para ir por otras sendas que antes no hemos explorado. Se agradece que el juego no sea un mundo abierto en el que poder verlo todo en una partida, sino que cada vez se cuente una historia nueva partiendo de los mismos fundamentos narrativos.

Conclusiones

Across the Grooves trata de darle un vuelco a una historia sentimental que hemos visto miles de veces: la de una persona acomodada en una relación rutinaria que gracias a los ecos de su pasado comienza un viaje al que se llama introspectivo pero que en realidad es un clamor por liberarse de esas barreras. Aquí se le intenta insuflar un realismo mágico que tiene poco de eso y que funciona regular. La técnica de la ilustración y su dinámica de rejugabilidad llevan el peso de una obra que por lo demás se queda a medio camino en el objetivo de conseguir una aventura conversacional realmente innovadora.

Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código proporcionado por Player Two.