La última película de Pixar y Disney no podía faltar a su necesaria visita con los videojuegos, sobre todo porque ha sido una de las películas de la temporada, lo que suele ser garantía de que esto se adapte al videojuego. Por supuesto, Ratatouille ha registrado buenas cifras en las salas de cine, y espera seguir la senda del éxito en los videojuegos.
Nos ocupa ahora la versión para la portátil de Nintendo, la Nintendo DS, que por supuesto ofrece un planteamiento algo diferente al de resto de sistemas dadas las peculiaridades de la consola, pero con opción de escoger entre un sistema de control tradicional y el sistema por control táctil, del que se nutre para completar la experiencia de juego con sus secuencias culinarias, de acuerdo a la temática del film.
En esencia vamos a estar frente a una aventura en gráficos tridimensionales con un acabado que va a resultar bastante consistente, sin llegar a ser uno de los techos de la consola. Con todo, se nota que el grupo de desarrollo tiene bastante experiencia con la portátil y esto se ha traducido en un apartado técnico que es, desde luego, notable. Controlaremos, claro, a la rata Remy en los diferentes niveles del juego, totalmente inspirados en el desarrollo de la película, reviviendo de este modo algunas de las secuencias más importantes de la trama, lo que incluye escenarios como la casa de una señora anciana, unas alcantarillas o un restaurante, todo ello entrelazado con imágenes estáticas que ayudan a desgranar la historia y enlazar una fase con otra.
Parte de su virtudes gráficas se ven beneficiadas por un sistema de cámaras fijas, con algún momento ocasional de desarrollo horizontal. De este modo, suponemos, se han podido centrar en controlar qué aparece en pantalla y ofrecer, por tanto, un aspecto más cuidado en líneas generales. En este sentido, la banda sonora está inspirada por completo en la ambientación parisina de la película, consiguiendo emular la esencia visual y sonora de la película con un buen resultado, aunque técnicamente el apartado sonoro va a mostrar elevadas carencias a la hora de presentar el sonido a través de los altavoces de la consola. Eso sí, la presentación general del juego es más que convincente.
La construcción de los niveles es igualmente acertada, con estrellas para recolectar a lo largo del juego a modo de objetivo secundario, teniendo en cuenta que las fases del título suelen proponernos dos objetivos: o llegar hasta el final de la fase, o encontrar una cantidad determinada de una serie de objetos, para luego llegar hasta el final de la fase. Para esta tarea de búsqueda de objetos, comúnmente de tipo alimenticio, nos ayudará mucho el sentido olfativo de la rata, que podrá apuntar su hocico en la dirección en la que está la comida, de manera que tendremos una buena pista de hacia dónde debemos dirigirnos. Además, este sistema de ayuda resulta ingenioso y bien integrado en el juego, lo que es de agradecer.
Los escenarios son pequeños, pero están bien llenos de elementos, conformando entornos lo suficientemente complejos como para resultar muy convincentes e intrincados, aunque lo cierto es que es difícil perderse en ellos por su escaso tamaño. Podremos movernos por los escenarios recolectando los objetos necesarios para cumplir con la misión culinaria mientras evitamos ser vistos... después de todo, a nadie le gusta encontrarse con una rata en su casa.