Análisis de Puzzle League DS (NDS)
El origen de Puzzle League se remonta a los tiempos de Super Nintendo. Primero bajo el título de Tetris Attack, y desde la entrega de N64 (donde fue versionado bajo la licencia Pokémon) como Puzzle League, el rompecabezas de Intelligent Systems no ha faltado a la cita de ninguna consola de Nintendo, aunque alguna entrega se haya quedado en Japón (donde se le conoce por Panel de Pon). Ahora le llega el turno a Nintendo DS, respaldada por el éxito de otros juegos parecidos como Tetris DS o Meteos y con interesantes añadidos jugables gracias a las posibilidades de la portátil de doble pantalla.
Una vez nos hacemos con los controles más básicos, tendremos que aprender a dominar el arte de las cadenas: esto consiste en prever la nueva configuración de los bloques que quedan en pantalla cuando hemos hecho desaparecer piezas, y posicionar los bloques restantes para que combinados con los bloques que caen provoquen automáticamente nuevas eliminaciones. Se pueden hacer tantas cadenas consecutivas como se quiera (o mejor dicho como se pueda), y en las modalidades de juego en las que jugamos contra un adversario su uso será capital para crear bloques-residuos que entorpezcan la partida a nuestros contrincantes.
Una de las opciones más atractivas que nos ofrece esta versión para DS respecto al de otras consolas es el manejo del cursor con la ayuda de la pantalla táctil. Cogiendo la Nintendo DS como si de un libro se tratara, ahora podemos desplazar los bloques de forma rápida y directa simplemente arrastrándolos con el stylus. También podemos optar por manejarlo con botones, e incluso podemos orientar la consola en posición horizontal si lo preferimos, pero esta configuración demuestra ser poco eficaz.
No solo se ha intentado innovar en la forma de jugar sino también en los modos de juego, siendo esta la entrega con más variedad de retos tanto para un jugador como para dos. Entre todas destaca el siempre presente Puzle Infinito, consistente en alcanzar la máxima puntuación posible en una partida sin límite de tiempo. Pero también encontramos otras como Puzle, en la que nos situamos en una partida ya empezada y debemos eliminar todas las fichas en un número limitado de movimientos para avanzar al siguiente nivel; o Objetivo: Meta, modo en el que tenemos que eliminar todas las fichas que se encuentren por encima de una determinada línea.
A estos modos que ya se encontraban en anteriores versiones de Puzzle League hay que sumarle otros como el modo Vs. consola, en el que como su propio nombre indica deberemos batir a un rival controlado por la computadora durante diez niveles consecutivos. Inspirado en el modo vs. también encontramos el modo Bloques al Ataque, en el que caen bloques como los que se producen cuando juegan dos jugadores y debemos eliminarlos suprimiendo los bloques adyacentes. Por último el juego cuenta con un modo Contrarreloj que se subdivide en tres modos: Ascensor Loco, Bloques Locos y Puntos Locos, donde deberemos intentar conseguir el mayor número de líneas, bloques y puntos respectivamente en los dos minutos que durará la partida.
Precisamente basado en este modo contrarreloj, Puzzle League DS incluye un modo de partidas diarias, en el que solo podremos jugar una vez al día a cada uno de los tres modos contrarreloj descritos anteriormente y apreciar nuestro avance día a día en una gráfica que plasma nuestros progresos.
Los modos de juego multijugador en red local también registran modos de juego al estilo de los contrarreloj, pero en lugar de tener tiempo como límite tendremos una determinada cantidad de puntos o líneas a rebasar antes que nuestros adversarios. Pueden participar hasta cuatro jugadores, cada uno con su tarjeta DS.
El modo de juego en línea a través de la Nintendo WiFi Connection permite únicamente el modo uno contra uno, pero a través de tres modalidades distintas según el grado de competitividad que elijamos y contra quien queramos jugar:
El primero de ellos, el modo Aprendiz, solo estará disponible cuando demos los primeros pasos en el juego, y desaparecerá una vez hayamos reunido ciertas condiciones. En este modo nos enfrentaremos contra adversario que al igual que nosotros dan los primeros pasos en Puzzle League, así evitamos derrotas contra jugadores experimentados durante las primeras partidas.
El segundo modo es el modo Libre CWF, que nos permitirá jugar contra adversarios de todo el mundo sin ningún tipo de atadura ni compromiso, puesto que ganemos o perdamos el resultado no quedará registrado en ningún contador ni clasificación.
En el modo Cumpleaños sí que quedarán registradas nuestras victorias, y en función de las mismas estaremos en una clasificación donde encontraremos solamente a jugadores cuyo cumpleaños es el mismo día que el nuestro.
Por último, en el modo Amistoso podremos jugar contra gente que hemos agregado en nuestra lista de amigos a través de su código de amigo. Este modo cuenta además con la característica de poder establecer chat por voz con nuestro adversario.
Estéticamente Puzzle League ha sufrido un ligero cambio de perspectiva respecto de otras entregas. Ha abandonado el aire colorido e infantil que le caracterizaba para adoptar un estilo más sobrio y adulto. Ahora contamos además con diferentes skins (fondos de pantalla y relleno de las fichas) que deberemos ir consiguiendo superando los diferentes modos de juego. Estos cambios (influenciados notablemente por Lumines de PSP) aportan algo de variedad durante las partidas y hacen el juego más agradable a la vista, siempre evitando la incomodidad de los colores estridentes en la pantalla.
En el apartado musical Puzzle League sigue a la zaga del apartado gráfico, con piezas serenas aunque en ocasiones algo animadas en función del modo de juego. Muchas compuestas a partir de ritmos electrónicos, consiguen acompañar al jugador, e incluso estimularlo pese a que no llega a alcanzar los niveles de fusión sinestésica entre juego y jugador que otros títulos del género sí logran proporcionar.
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