Análisis de Metal Slug 7 (NDS, Xbox 360)
Un clásico con muy buena salud
En una época en la que los juegos en dos dimensiones clásicos, con mecánicas tradicionales, están al borde de la extinción, Metal Slug es uno de los "últimos de Filipinas" que se mantiene con salud frente al paso de los años. El juego de SNK Playmore sigue siendo adorado por los jugones de toda la vida y muy conocido y reconocido por el gran público, y se mantiene el ritmo de entregas para recreativa y de conversiones para consolas. En este caso, Nintendo DS recibe la séptima entrega, que se adapta muy bien a la consola portátil de Nintendo, compensando la relativamente corta duración de la recreativa con modos extra y la posibilidad de seleccionar niveles de dificultad y comenzar el juego en la fase que queramos, una vez la hayamos completado. Sin embargo, la ausencia de un modo para dos jugadores es un pesado lastre.
El argumento, como siempre, es lo de menos, pero el ejército enemigo vuelve a resurgir una vez más, y sus soldados se ríen a carcajadas hasta que ven aparecer a nuestro héroe. En este caso, tendremos seis personajes diferentes entre los que elegir, cada uno de ellos con sus pros y sus contras.
Uno de ellos, Clark, puede recibir dos impactos antes de morir, en vez de hacerlo a la primera; Tarma es un especialista en vehículos, Eri lleva más granadas y puede lanzarlas en varias direcciones, Fio comienza siempre con una ametralladora, mientras que Ralf es especialista en el cuerpo a cuerpo y Marco hace de personaje equilibrado.
Estas diferencias entre personajes pueden parecer pequeñas y de hecho lo son, pero algunas de ellas pueden suponer una gran ventaja en según qué situaciones. Aparte de que Clark tiene el doble de vidas y eso lo acabamos notando, la ametralladora de Fio o la posibilidad de lanzar granadas hacia arriba de Eri nos puede solucionar más de una situación.
Armas y vehículos de lo más imaginativos
La mecánica de Metal Slug 7 mantiene la del resto de la saga: escenarios que recorrer de izquierda a derecha, o de abajo a arriba, acabando con todo lo que se mueve y liberando a prisioneros de guerra que nos recompensarán con armas o bonus. Ésta ha sido una de las marcas de la casa en toda la trayectoria de la saga, y sigue presente en esta ocasión: gracias a los sufridos prisioneros obtendremos espectaculares armas, desde la clásica "heavy machine gun" hasta el espectacular rayo electrificador, pasando por la pistola láser, la de bombas saltarinas, lanzacohetes normales y teledirigidos, la escopeta, el lanzallamas e incluso una espada.
Del mismo modo, nos enfrentaremos a enemigos del más diverso pelaje: aparte de los soldados y sus diferentes variaciones, con lanzacohetes o ametralladoras, el ejército enemigo cuenta con un excepcional plantel de helicópteros de diversos tamaños, tanques, fortalezas móviles o incluso aviones, de los que tendremos que dar cuenta con una mezcla de potencia de fuego y habilidad para esquivar balas y proyectiles viniendo de todas partes.
Para facilitarnos las cosas, con frecuencia podremos usar vehículos, desde el clásico tanque a otros inventos más novedosos como un avión, aparatos de diverso pelaje pero armados hasta los dientes (uno de ellos con gran capacidad de salto) e incluso un mecha gigante que protagonizará un épico enfrentamiento contra un jefe de final de fase (que es otro mecha gigante). Este último enfrentamiento, que tiene lugar hacia el final del juego, es memorable, dado que podremos incluso luchar cuerpo a cuerpo contra él. Llama la atención cómo, partiendo de una base muy sencilla y manteniéndose fiel a ella, los creadores del juego logran con cada entrega aportar detalles nuevos, incluso graciosos, en forma de nuevas armas, vehículos o situaciones.
Corto y sin modo multijugador
La adaptación a Nintendo DS causa que el apartado gráfico del juego no sea tan espectacular como en la versión arcade, como por otra parte es de esperar, pero Metal Slug 7 luce muy bien en la pequeña pantalla –la superior- de la portátil de Nintendo. Los gráficos y las animaciones se han adaptado bien, salvo algunas excepciones, y aunque no está al límite ni mucho menos de lo que puede ofrecer la consola, sí que resulta una conversión competente. Tratándose de Nintendo DS, los desarrolladores han querido aprovechar de algún modo la pantalla inferior para mostrar un mapa del nivel navegable con los dedos, donde se indican algunos extras, como dónde hay prisioneros o ítems escondidos; pero no se usa para nada más ni está especialmente bien implementada ni, lo que es más importante, resulta de utilidad o trascendencia alguna.
Lo que sí se echa en falta es un modo para dos jugadores, incomprensiblemente inexistente en esta adaptación; no hay ningún tipo de conectividad, lo que es una lástima, pues Metal Slug siempre ha multiplicado su diversión cuando lo jugamos con un amigo. Del mismo modo, aunque se aportan modos de juego extra para aumentar la duración del juego –principalmente, un modo desafío-, y añadidos como la posibilidad de escuchar la banda sonora o seleccionar fases, la duración del juego no resulta especialmente larga. Siete pantallas donde dar cuenta del ejército enemigo, seis personajes con los que cambia relativamente la forma de jugar, y tres niveles de dificultad, diferenciados por el número de continuaciones, el armamento que recibimos de inicio, y la dureza de los enemigos.
Metal Slug 7 para Nintendo DS es un buen juego y una compra casi obligada para los fans de la saga y los títulos "vieja escuela", de la que Metal Slug es uno de sus más emblemáticos representantes. Sin embargo, y pese a que la adaptación de la recreativa a la Nintendo DS es buena, se echan en falta más opciones, más posibilidades que alarguen la duración del juego y, sobre todo, el modo para dos jugadores, inexplicablemente ausente. De todas formas, resultará divertido a los aficionados a la saga, aunque esperamos que la siguiente entrega llegue a consola con algo más de empaque, y con nuevas ideas para que podamos estar más horas machacando a los pobres soldados enemigos.