Análisis de Cocina conmigo: Qué preparamos hoy (NDS)
Nintendo DS se ha caracterizado desde bastante temprano por la existencia en su catálogo de toda una serie de títulos que resultan (o resultaban) poco habituales. Entrenadores mentales, utilidades de todo tipo, repasos de inglés o para el carné de conducir... Pero la verdad es que la mayoría de ellas se quedaban en Japón, como las guías de sumeller, para hacer yoga, o vaya usted a saber.
No es la primera vez que la cocina está presente en la portátil, aunque si antes se trataba de juegos tipo arcade, como la saga Cooking Mama, ahora lo que nos ofrece Nintendo es una guía culinaria completa orientada, única y exclusivamente, a ser eso: una guía. No pretende divertir, ni dar ningún reto al jugador, lo que lo aleja por completo de la línea de los entrenadores mentales (o incluso físicos) para ser una utilidad pura y dura.
En ese sentido, Cocina conmigo es un título completo y funcional en el que se nos muestra un completo recetario, la información calórica y de otros elementos de cada plato e incluso ingrediente. Para ello se ha partido de las recetas de Tsuji Cooking Academy y de la Standard Tables of Food Composition in Japan, la mayor parte de ellas pensadas para dos personas, lo que lo diferencia en buena medida de muchos recetarios domésticos, más pensados para familias. Está claro que este título está orientado más a dar ideas a jóvenes parejas, o a jóvenes que quieren ganarse una pareja tirando del estómago, sobre todo porque incluye una buena dosis de comida exótica desde nuestro punto de vista, y también sofisticada, a la vez que no olvida los alimentos más tradicionales.
Como utilidad, su interfaz es amplia y limpia, además de completamente táctil, con un uso inteligente del micrófono y los altavoces. El programa nos va dando las instrucciones mediante el sonido, y podemos decirle que siga con la voz, lo que va muy bien para tener la consola en la cocina, pero no someterla a situaciones demasiado peligrosas. Por los menús y demás nos movemos con la táctil, tanto para desplazarnos por ellos como para escribir cuando sea necesario. La interfaz resulta, en definitiva, agradable y accesible, quizás demasiado austera en ocasiones, pero está claro que cumple con su cometido.
Además, también tenemos que tener en cuenta que no sólo sirve como recetario, sino también como un tutorial sobre el mundo de la cocina. A través del título accederemos a una suerte de enciclopedia culinaria, donde tendremos un amplísimo catálogo de alimentos (clasificados en carne, pescado y marisco, fruta y verdura, condimentos y otros) con descripción y fotografías: por fin podrás distinguir el cilantro del perejil. Pero hay más: una sección de productos alternativos para sustituir en las recetas, así que si vas buscando hierbabuena pero no es la época, puedes buscar un sustituto para tu postre.
Por supuesto, en esa sección se pueden encontrar también descripciones y fotografías de diferentes utensilios culinarios, descripción de los pasos de preparación de una receta para entender mejor los pasos, y también de los cortes para aprender a hacer diferentes tipos de desmenuzamiento de ingredientes (ya sabes, en juliana y todos los demás). Por último, no podemos olvidar que se incluye un buen diccionario, y unos consejos generales. Como vemos, está pensado para que los recién llegados al mundo de los fogones (o vitrocerámicas) no se pierdan y, más importante, le pierdan el miedo. Si le añadimos unos vídeos explicativos de las técnicas más complejas, consejos sobre tamaños de las porciones, y demás, está claro que es una utilidad muy completa.
Dentro de todas esas funciones, hay una directamente más práctica: la posibilidad de ir componiendo la lista de la compra según leyemos las recetas. No vamos a mentir: todavía nos cuesta imaginar a alguien con la Nintendo DS dando vueltas con un carrito en el supermercado, pero está claro que Cocina conmigo nos permite realizar una completa lista de la compra para esa cena especial y ahorrarnos el disgusto de descubrir a última hora que no hemos comprado cominos.
Las opciones de configuración son las justas, pero necesarias: ajustar volumen de la música, la voz del chef (su velocidad al hablar), y la opción de activar o quitar los comandos de voz para que la consola interprete o no nuestras instrucciones (que básicamente son "sí" o "no", todo muy sencillo); bueno, y disponer de un reloj de cocina, que puede ser útil en alguna ocasión. Lo más importante es la posibilidad de descartar ingredientes: si no nos gusta el pepino, o si somos alérgicos a los plátanos, los marcamos dentro de la lista, y el juego filtrará automáticamente las recetas y no aparecerán o bien saldrán marcadas visualmente, a nuestra elección. Es útil sobre todo para evitar por completo disgustos en caso de ser alérgicos a la lactosa y similares, sobre todo porque en general las fotos de las recetas tienen una pinta como para chuparse los dedos, y luego ver que no las podemos comer sería una pena.
Para decidir qué vamos a cocinar, tenemos varias opciones de búsqueda, pero hay que tener siempre presente que el título incluye un amplio catálogo de recetas para diferentes situaciones: una cena sofisticada, o algo para picotear con unos amigotes. Además, lleva un diario a través del calendario con las recetas que hemos hecho cada día (sólo uno, por desgracia). La manera más simple de ver las recetas es mediante la opción de "ver todas", donde se presenta el catálogo completo clasificado por categorías (dulces, sopas calientes, pescado...), siempre con su foto para que la comida nos entre por los ojos. Luego podemos ir acotando, buscando por país o región para ver diferentes comidas de todo el mundo, por nombre de la receta, y demás.
En todos los casos, cada receta, antes de entrar en ella, nos da información esencial de cuál es su lugar de origen, aporte calórico, algunos detalles generales, y el tiempo estimado de preparación. La búsqueda por países nos presenta un mapa del mundo para hacer la interfaz atractiva, y siempre presenta una interesante lista de recetas típicas, e incluso nos dirá cuántas recetas de ese país hemos hecho, una manera fácil de descubrir que quizás la cocina germana no nos sea tan extraña.
Más práctica resulta la opción de buscar por ingredientes, de manera que basta con marcar algunos ingredientes de la lista para que nos vaya filtrando las recetas coincidentes. Por ejemplo, bacalao; y si queremos ir reduciendo la lista, bacalao y tomate. Es una buena manera de cocinar algo diferente cuando en la nevera tan sólo nos quedan algunas cosas sueltas y no sabemos muy bien qué hacer con ellas.
Tanto en un caso como en otro, podemos ir marcando nuestras recetas favoritas según las vayamos leyendo. Esa lista de favoritos se divide, a su vez, en categorías, y va muy bien para ir preparando un menú y luego tenerlas a mano de manera muy sencilla. Además de, por supuesto, guardar nuestras recetas favoritas pero que, por alguna razón u otra (cantidades muy precisas, o mala memoria) no acabamos de aprendernos de memoria.
Ya metidos en faena, todo el proceso de la receta es muy sencillo, siempre, orientado a todos los públicos, y nos guía paso a paso sin saltarse cuestiones que podría dar por obvias y que quizás no lo sean. Esto no es un problema, ya que es muy fácil ir saltando pasos, o volver atrás si es necesario. El control por voz, una vez ya estamos cocinando, es muy simple, pues se basa en decir "sí" o "no", lo que limita quizás un poco en ocasiones, pero hace que sea fácil de usar y que no haya espacio para malas interpretaciones por reconocimiento erróneo de nuestra voz. Y si lo preferimos, podemos usar siempre la pantalla táctil, que da un resultado estupendo.
Y ya que estamos con la voz, la que se le ha dado al cocinero que nos va guiando por las recetas resulta muy fácil de entender, incluso a través de los algo limitados altavoces de la portátil. Suena nítido, y el poder escoger la velocidad a la que habla es una opción interesantísima. En el campo visual, toda la presentación de la información es acertada, indicando los ingredientes y utensilios necearios antes de empezar, y desde ahí es donde podemos marcar un ingrediente para pasarlo a la lista de la compra de la que habíamos hablado antes. Incluso es fácil ver las notas (breves) que hemos puesto a las recetas, para indicar si nos gustó, o si es mejor no repetirla, también con el soporte de unos emoticonos, y la asignación de una nota numérica.