Análisis de Call of Duty 4: Modern Warfare DS (NDS)

Nos encontramos, básicamente, ante un arcade en primera persona adaptado a la jugabilidad de Nintendo DS, en el que se combina sabiamente la versatilidad y libertad que permite el stylus. La historia se va narrando con pequeñas introducciones hechas con imágenes estáticas y un texto que nos resume la naturaleza de la siguiente misión.
Así pues, comenzamos con una jugabilidad muy estándar para este tipo de juegos -obviando el control- en el que encarnamos el papel de un soldado equipado con dos armas: una pistola, y algún tipo de rifle o metralleta. Las granadas también harán acto de presencia, tanto para lo bueno como para lo malo. Sólo podremos llevar un arma secundaria, por así decir, al mismo tiempo junto con la pistola, lo que nos obliga a elegir cuidadosamente cuál es la más acertada dependiendo de la situación en la que nos encontremos. En nuestro arsenal no hay cabida para más de cinco granadas, así que será vital también aprender a usarlas con cabeza y no desperdiciarlas así como así.
Nuestro soldado es capaz de agacharse y caminar de ese modo -no podrá reptar en ningún momento-, acelerar la marcha con pequeñas carreras y hacer zoom con cualquiera de las armas que lleve consigo. Tal y como está tan de moda actualmente, no hay una barra de energía vital. Así pues cuando hayamos recibido demasiado daño proveniente del fuego enemigo, será obligatorio buscar cobertura si no queremos yacer inertes.
Call of Duty 4 nos ha parecido un juego con una dificultad bien ajustada. La inteligencia artificial de nuestros enemigos no es precisamente una maravilla, siendo uno de los puntos más flojos del juego. A pesar de que en ocasiones saben cubrirse y nos ponen en algún aprieto con sus granadas, no presentan un reto de gran dificultad; y la mayoría de veces se limitan a quedarse estáticos mientras descargamos nuestros cargadores sobre ellos. Llegados a este punto, encontramos absurdo que si bien se trate de diferenciar las armas para dar sensación de escalabilidad, tengamos que descargar en ocasiones un cargador entero, o más, para abatir a un enemigo que, mientras recibe nuestras descargas, parece estar bailando.
Últimos análisis





