Análisis de Brain Drain DSiW (NDS)
Aunque Brain Drain se estrenó sobre WiiWare en Norteamérica, a nosotros nos llega la entrega para DSiWare de este juego de puzles en el que tenemos que mover por la pantalla las fichas, inspiradas en animales. Y lo cierto es que la interfaz de doble pantalla le sienta muy bien, y aunque el título no es el mejor en un género muy competido, sí está un paso por delante de la versión doméstica.
Lo más interesante que está sucediendo ahora mismo en la distribución digital de Nintendo (mucho más que en PlayStation Network y Xbox Live) es que los puzles se están haciendo con el cotarro. El género parecía abocado a propuestas independientes en PC, juegos Flash el navegador y propuestas sólo muy asentadas (como Tetris y similares), con la excepción -decreciente- de las portátiles.
Pero ahora no hay mes en el que no tengamos una buena dosis de puzles de todo tipo; el mercado es muy competido, y los aficionados tienen un flujo constante de títulos para sentirse realizados a cambio de unos pocos euros.
Brain Drain tiene dos puntos fundamentales a su favor: 200 puzles prediseñados, y un modo adicional en el que los puzles se generan automáticamente, así que si la propuesta te gusta, el juego es infinito. Además, hace una firme apuesta por la rejugabilidad guardando nuestros mejores tiempos.
El modo principal es, por tanto, muy completo, con una enorme cantidad de puzles a nuestra disposición, pero no es el único modo de juego propuesto, pues también hay un modo contrarreloj. Sin embargo, debemos tener en cuenta que sobre la fórmula original de los puzles propuestos se incluyen pocos modificadores, por lo que no tiene un buen nivel de variedad en su desarrollo, aunque entre estos elementos están inversores del control que son toda una locura, sin ir más lejos. Son buenas propuestas, sí, pero de poco calado en el diseño del juego.
El objetivo en este título es conseguir reproducir el diseño que se nos presenta en la pantalla superior (en el caso de WiiWare, ésta está en el lado izquierdo de la imagen, un poco más pequeña que la zona de juego), moviendo las fichas con la cuadrícula de cuatro fichas. Estas cuatro fichas seleccionadas se mueven rotándolas en sentido del reloj, o el inverso. En DSi la ventaja reside en que la pantalla superior nos ofrece el mismo tamaño de imagen en el patrón a reproducir que en la zona de juego.
El progreso del juego es muy fácil en los primeros niveles, y luego va subiendo de dificultad, con piezas que pueden aparecer escondidas, o moviéndose por su cuenta… o piezas invisibles moviéndose por su cuenta. En ciertos momentos, esto hace que el incremento de la dificultad sea muy artificioso, y se pasa de puzles muy fáciles en los primeros compases a los más difíciles, sin apenas transición palpable. Luego el juego va fluctuando sin mucho sentido entre puzles fáciles y difíciles, por lo que la curva de dificultad no está muy bien trazada.
Sin embargo, lo cierto es que sus 200 puzles, pese a los saltos en la dificultad, se pueden superar en unas pocas horas de juego, por lo que la presencia de la posibilidad de jugar con puzles aleatorios es muy agradecida, aunque su dificultad también es muy aleatoria
Visualmente, el juego más interesante en DSiWare, con unos fondos que se notan más simpáticos y llenos en pantalla que en la versión doméstica. El toque es muy campestre, muy bucólico, y acorde con el diseño de las fichas, que son animales. La música acompaña, sin alardes, pero también sin molestar.
Conclusiones
Brain Drain es un juego de puzles muy sencillo con una estructura de juego clara, y eso es siempre positivo. Le falta un toque de consistencia para acabar de cuajar, eso sí. Los puzles aleatorios son un buen punto a su favor, pero el diseño de los 200 puzles incluidos en el modo principal no está tan bien planteado como sería deseable, y los obstáculos que se presentan ante el jugador en ocasiones nos dan la sensación de que la máquina "nos hace trampas", y eso nunca es bueno.